
Sexo y terapia: La silla para personas en situación de discapacidad que estimula el placer y el movimiento
Un aparato que más allá de potenciar la sexualidad en personas en situación de discapacidad también sirva como herramienta terapéutica integral: ese es el propósito de la novedosa silla Full Life, diseñada por Fernanda Arenas.
Desde la premisa de que "el placer también es terapia", su creadora busca fortalecer la autonomía de personas discapacitadas al mismo tiempo que mejoran su salud mental y rehabilitación física.
Y es que el placer impacta fuertemente a nivel cerebral al activar procesos neuroquímicos como la liberación de endorfinas y oxitocina, que mejoran la calidad del sueño, disminuyen el dolor crónico y refuerzan el sistema inmunológico.
En su experiencia con pacientes, Arenas asegura que han observado mejoras en el ánimo de quienes utilizaron la silla, como también una disminución de la ansiedad y "una mayor conexión con la identidad”.
Y es que, según indican profesionales de la salud, el acto íntimo -cuando es vivido de forma libre y placentera- constituye una ocupación significativa, capaz de fortalecer la autonomía.
“El contacto, la estimulación sensorial y el movimiento activo ayudan a restablecer el mapa corporal en la corteza cerebral", señalan especialistas en rehabilitación.
La silla es adaptable y personalizable, fabricada con materiales certificados en Chile, y su fundadora ya proyecta la creación de modelos bariátricos, para garantizar su uso sin importar talla ni edad.
A su vez, la empresa continúa desarrollando alianzas con universidades, centros clínicos y profesionales de la salud con el objetivo de ser incluida en planes terapéuticos para el control postural, el posicionamiento corporal, la autonomía motora y la comunicación afectiva en pareja.