
¿El PIB realmente mide el bienestar social?
El Producto Interno Bruto usualmente es considerado como la mejor medida para cuantificar la salud económica de un país, pero ¿realmente puede capturar la esencia del bienestar social?
Este artículo discutirá a profundidad este fascinante tema y considerará si el PIB es el héroe de la historia o si solamente es un personaje secundario en la historia del progreso del país.
¿Qué es el PIB?
Según Exness Insights, el Producto Interno Bruto representa la suma total en términos monetarios de los bienes y servicios generados dentro de las fronteras de un país en un periodo de tiempo específico.
Entonces, ¿que es el PIB? Exness lo explica muy bien en su detallado artículo; sin embargo, se puede decir que es como una calculadora gigante que suma todo, desde los vehículos que se usan hasta el café que se toma la población.
Los economistas utilizan este indicador para medir el crecimiento económico, comparar países entre ellos, e incluso predecir recesiones. Suena bastante importante, ¿cierto?
Pero, aquí está la cosa: el PIB nunca fue diseñado para medir el bienestar social. En cambio, fue diseñado para medir la capacidad de producción y el crecimiento económico del país. Así que, nos dice cuánto produce un país, pero no se refleja necesariamente qué tan feliz o saludable está la población de ese país.
Las limitaciones del PIB
Ignora la desigualdad
El PIB no toma en cuenta la distribución de los ingresos. Es decir, un país con un alto PIB podría tener una desigualdad en ingresos significativa, por lo que gran parte de la población podría estar luchando para llegar a fin de mes.
Costos ambientales
El PIB mide la actividad económica, pero no toma en cuenta el impacto ambiental. La deforestación, la contaminación y la depleción de los recursos podría impulsar el PIB a corto plazo, pero estaría afectando al país a largo plazo.
Actividades fuera del mercado
El PIB excluye el trabajo no remunerado, como el cuidado de personas y el voluntariado, los cuales son cruciales para el bienestar de la población. Imaginen a un padre pasando horas del día cuidando a su hijo: es un trabajo valioso, pero invisible para el cálculo del PIB.
Salud y felicidad
El PIB no mide la salud mental, la satisfacción o la felicidad. Un país con una buena economía igual podría tener altas tasas de depresión y ansiedad.
Más allá del PIB: medidas alternativas
Al reconocer las limitantes antes mencionadas, los economistas han desarrollado indicadores alternativos que sí miden el bienestar social, como por ejemplo:
Índice de desarrollo humano (IDH): este combina el PIB per cápita con la expectativa de vida y los niveles educativos para ofrecer una visión más completa del desarrollo del país.
Felicidad Nacional Bruta (FNB): Bután desarrolló este indicador, el cual se enfoca en factores como el bienestar psicológico, la preservación cultural y la sustentabilidad ambiental.
Marco de Bienestar de la OCDE: esta organización creó unos lineamientos para medir el bienestar multidimensional, incluyendo la salud, la educación y la calidad ambiental.
Índice de Progreso Social (IPS): este índice evalúa factores sociales y ambientales, como el acceso a agua potable, la seguridad personal y la inclusividad