
¿Se dirige Estados Unidos hacia una guerra civil?
Estados Unidos enfrenta una polarización política que ha escalado cada vez más, lo que podría desencadenar una eventual guerra civil. Parecía una realidad lejana, pero, sorprendentemente, EE.UU. cumple con varias características que conduciría al país a un gran conflicto civil.
Cuando se estrenó Civil War en 2024 obtuvo varias críticas del público por mostrar un futuro distópico para EE.UU., donde no hay un conflicto lejano a su territorio; al contrario, el conflicto estalla en su propia casa y tiene que lidiar con una guerra civil.
El director Alex Garland señaló que el debate sobre este tipo de conflictos no era desconocido. “Pensé que todo el mundo entendía estos términos y me sentí obligado a escribir sobre ello”, afirmó. Pero, ¿Es probable que estalle un conflicto de esta naturaleza? Veamos algunas consideraciones.
En 2017, Keith Mines, oficial de las Fuerzas Armadas, señaló que si estalla en el país una violencia a gran escala y se requiere que la Guardia Nacional intervenga, entonces las posibilidades de una guerra civil son del 60%.
Mines indica que factores como la polarización política, el uso de la violencia para resolver disputas y el debilitamiento de las instituciones, podrían desencadenar una guerra civil sumado a un evento catalizador, como la caída del presidente, una recesión económica o un evento racial fuera de control.
La división y la polarización en EE.UU. han ido creciendo como una bola de nieve en caída, y solo se necesita un catalizador para provocar un efecto dominó como desencadenamiento a un posible enfrentamiento civil.
Esta no es una percepción aislada, ya que distintos estudios y encuestas han señalado una percepción similar. Por ejemplo, un estudio publicado en 2024 observó que “1 de cada 20 encuestados estuvo muy de acuerdo de que ‘en los próximos años habrá una guerra civil en los EE.UU.’"; y “1 de cada 25 estuvo muy de acuerdo en que ‘los EE.UU. necesitan una guerra civil para arreglar las cosas’".
Bárbara Walter, experta en guerras civiles, afirma que hay dos factores predictivos para saber si habrá una guerra civil: en primer lugar, si el país es una anocracia, donde un gobierno no es completamente democrático, pero tampoco autocrático; es algo intermedio. En segundo lugar, si los ciudadanos en estas anocracias habían formado partidos políticos en torno a la identidad. Si un país tiene estos dos factores, se consideraría en alto riesgo de violencia política.
¿La sorpresa? Bárbara vio que ambos factores estaban surgiendo en EE.UU. a un ritmo veloz. La democracia se vio afectada cuando el presidente Trump se negó a aceptar la derrota electoral en el 2020. En consecuencia, EE.UU. fue considerado como una anocracia. Y cuando un país entra en esa categoría, arguye Walter, el riesgo de violencia política alcanza su punto máximo; teniendo más probabilidades de experimentar una guerra civil.
Se pueden vislumbrar paralelismos con las medidas de Trump. En estos meses, Trump ha utilizado poderes de emergencia como ningún otro de sus predecesores, donde 30 de las 150 órdenes ejecutivas se han efectuado citando una autoridad de emergencia. Así, estaría suplantando la autoridad del Congreso para avanzar en su agenda política.
Recientemente, estallaron protestas en Los Ángeles por la aplicación de las leyes de inmigración. En respuesta, Trump envió 2000 soldados de la Guardia Nacional. Esta medida intensifica las tensiones entre el gobernador Gavin Newsom y las autoridades locales. "Esto no se trata de seguridad pública, se trata de acariciar el ego de un presidente peligroso", dijo Newsom.
Por supuesto, Trump no pretendió calmar los ánimos y dijo que arrestaría al gobernador. "Es un buen tipo, pero es muy incompetente, todo el mundo lo sabe", afirmó Trump. La división política dentro de California aviva el conflicto, puesto que el enfoque estatal y el federal no siempre coinciden, y mucho menos ahora.
Ciertos patrones históricos de guerras civiles permiten inferir y establecer paralelismos con Estados Unidos. Por lo tanto, no es exagerado hablar de una guerra civil en Estados Unidos, al contrario, es una realidad preocupante.
No importa lo impactante que haya sido la trama de la película Civil War para la audiencia, mostraba una realidad que, al parecer, varios espectadores ignoraban.