
El frío no te enferma: Virólogos revelan qué ocurre con tu cuerpo durante el invierno y por qué aumentan los contagios
Aunque es común escuchar frases como “abrígate o te vas a enfermar”, expertos de la Universidad de Chile aseguran que el frío por sí solo no causa enfermedades respiratorias.
Lo que provoca un resfrío o una gripe no es la temperatura ambiental, sino los virus que se transmiten entre personas.
Así lo explican la doctora Vivian Luchsinger, viróloga del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina, y el doctor Felipe Rivera, del Hospital Clínico de la misma casa de estudios.
Ambos coinciden en que existe un error muy arraigado en la cultura popular al atribuirle al frío la responsabilidad directa de los cuadros respiratorios.
“El resfrío es producido por el rinovirus y la gripe por el virus influenza. El frío contribuye, pero no es el causante”, aclara la doctora Luchsinger.
Según explica, las bajas temperaturas pueden debilitar las defensas naturales del cuerpo: disminuyen la actividad de los cilios en el tracto respiratorio y la producción de moco, lo que favorece el ingreso de virus.
Además, agrega que el comportamiento humano en días fríos facilita la propagación: “La gente tiende a permanecer en espacios cerrados y con menos ventilación, lo que aumenta el riesgo de contagio entre personas”.
El doctor Rivera enfatiza que “el frío directamente no produce enfermedades respiratorias”.
En su experiencia, lo que sí ocurre es que las bajas temperaturas pueden irritar las vías respiratorias, sobre todo en personas con condiciones como asma o EPOC.
Esa irritación puede reducir la capacidad defensiva de la mucosa respiratoria, facilitando la entrada de gérmenes.
“En pacientes alérgicos, por ejemplo, el cambio brusco de temperatura puede desencadenar una crisis obstructiva”, detalla Rivera.
Sin embargo, en personas sanas y bien abrigadas, el frío típico de las ciudades no tiene por qué provocar enfermedades.
“Si fuera así, los esquimales o quienes viven en la Antártica estarían enfermos todo el tiempo”, ejemplifica.
En resumen, el frío puede influir en cómo se propagan las enfermedades respiratorias y cómo responde el cuerpo, pero no es su origen.
La clave sigue siendo la exposición a los virus y el cuidado de los mecanismos naturales de defensa del cuerpo.