
Papa Francisco (1936-2025): Las reflexiones tras su muerte
Este lunes 21 de junio del presente año 2025 el mundo recibió una triste noticia, el Papa Francisco había partido de esta tierra, un duro golpe para todos los cristianos católicos e incluso otras expresiones religiosas a nivel global.
Se habla de un referente de la fe, de un símbolo del diálogo y de un tolerante por excelencia. A los 88 años falleció el primer pontífice no europeo en casi 1.300 años, un hecho que merece reflexión religiosa e histórica sin lugar a dudas.
En primer lugar, el llamado Papa Francisco era de nacionalidad argentina y de nombre secular Jorge Mario Bergoglio. Hijo de inmigrantes piamonteses, nació en el barrio de Flores, en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936.
Se graduó como técnico químico, sin embargo, su vocación sacerdotal lo hizo optar por ingresar a la Compañía de Jesús. Además, se graduó en filosofía, en el colegio San Giuseppe y junto a su labor pedagógica en literatura y psicología, estudió teología.
Antes de ser arzobispo de Buenos Aires, tuvo bastantes años de trabajo sacerdotal y comunitario. Recordemos que este Papa fue elegido jefe de la Iglesia católica en marzo del año 2013, después de que Benedicto XVI renunciara al papado, convirtiéndose en el primer Papa de origen latinoamericano.
Dentro de su papado fue querido y “masticado”, para muchos un cambio de generación y matices al interior del Vaticano, para otros, un cierto liberalismo y progresismo de ideas emancipadas. Ahora bien, lo cierto es que su impacto en el diálogo y formas de entender la fe causaron reflexiones y lecturas obligatorias en el espacio público.
Fue el cardenal de la Iglesia Católica Kevin Farrell, quién anunció la muerte del Papa en la Residencia Santa Marta, de la Ciudad del Vaticano. Si bien es cierto que su salud se encontraba deteriorada, el denominado pontífice apareció en público este fin de semana pasado con motivo de la celebración de la Pascua de Resurrección, un acto aplaudido y de mucha emoción.
Según la web oficial de la BBC el funeral tendría los siguientes momentos: “Farrell presidirá dichos ritos y también le corresponde como camarlengo cerrar y sellar la residencia personal del Papa. Él y un equipo de tres cardenales asistentes establecerán el calendario de duelo por el Papa Francisco, incluyendo la fecha del funeral y el entierro. El período de duelo suele durar nueve días, y las normas eclesiásticas establecen que el funeral y entierro deben comenzar entre el cuarto y el sexto día después del fallecimiento del Papa. Farrell y su equipo también deben decidir cuándo se trasladará el cuerpo del Papa a la Basílica de San Pedro antes del entierro para que el público pueda presentar sus respetos”.
Muchos han señalado que el Papa Francisco mostraba una profunda sencillez en materia de pompa y ceremonia, por tanto, él habría solicitado que su cuerpo no fuera colocado sobre una plataforma elevada -el tradicional catafalco- en medio de la Basílica de San Pedro para su vista pública, así, alejarse de lo tradicional en ceremonias como estas y de esos modelos de ataúdes vistosos con tres nidos hechos de ciprés, plomo y roble.
La muerte del Papa Francisco también nos obliga a recorrer de manera muy sintética su vida como pontífice, tras doce años en esta asignación de líder de la tradición católica sobresalen algunos aspectos dignos de comentar.
En el año 2023 firmó la declaración Fiducia supplicans, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, la cual permite a sacerdotes bendecir uniones entre personas del mismo sexo.
En diciembre del 2019, puso a disposición de los tribunales laicos las denuncias, testimonios y documentos de los juicios internos de la Iglesia. De esta forma, las víctimas de abusos y pederastia veían una puerta de esperanza para hacer justicia.
En el 2021, la Iglesia católica actualizó su Código Penal por primera vez en casi cuatro décadas, para incluir una mención explícita a los abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra menores de edad y discapacitados.
Fue en la exhortación Amoris Laeticia, libro del papa Francisco, donde él instó por un cambio en la doctrina de la Iglesia hacia personas divorciadas (matrimonios terminados) y quienes se volvieran a casar por las leyes tradicionales, en otras palabras, los divorciados no estarían excomulgados, por lo que pueden optar a la comunión.
Tras el fallecimiento del Papa se abre un espacio a la continuidad -o no- que tendrá el próximo pontífice en materia de ecumenismo, renovación eclesial, preocupación por el medio ambiente, diálogo interreligioso, vocación misionera de la Iglesia, construcción de la paz y la sustentabilidad, por señalar solo algunos de los tópicos que se transforman en grandes desafíos para el nuevo líder que vendrá.
Cabe señalar que Francisco tuvo que “enfrentar” grandes problemáticas a nivel global, por ejemplo, una pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, el conflicto en Gaza, la crisis humanitaria de miles de migrantes, la incertidumbre de la economía mundial y la “caída de confianza” en la Iglesia Católica a causa de ciertos abusos sexuales. Sin duda, un Papa que rompió esquemas y propuso claves que pudieran suturar las heridas y dar esperanza a un mundo carente de paz.
Pero su partida también nos deja varias interrogantes, como ¿qué valor público y legado eclesiástico deja el pontífice para la sociedad actual? ¿La elección de un nuevo Papa tiene una impronta religiosa o política al interior del Vaticano? ¿Qué ideas llegaron para quedarse al interior del dogma católico?
Pensar la fe es buscar esperanza, paz y diálogo, categorías que de una u otra forma el Papa Francisco hilvanó sistemáticamente a lo largo de su trayectoria. Ha muerto un símbolo, un líder, un hombre que conmocionó al mundo y que será recordado eternamente por su impacto en el siglo XXI, por ahora, el mundo llora y la memoria de Francisco se transforma en fuente de fe y legado.