
Bebidas energéticas: La mezcla de cafeína y azúcar que preocupa a especialistas por consumo de estudiantes en regreso a clases
El regreso a clases marca un nuevo ciclo de esfuerzos académicos y largas jornadas de estudio, lo que ha llevado a muchos estudiantes a recurrir a bebidas energéticas para mantenerse despiertos. Sin embargo, esta solución rápida podría esconder graves riesgos para la salud, según alertan especialistas.
La doctora Ana Claudia Villarroel, diabetóloga y nutrióloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH), y el doctor Alfredo Parra, médico internista, advierten sobre las consecuencias de este consumo.
¿Por qué las energéticas son perjudiciales para la salud?
Las bebidas energéticas contienen cafeína, azúcar y otros estimulantes como guaraná, taurina y ginseng.
Por poner un ejemplo, la Dra. Villarroel explica que la cafeína que contienen equivale a cuatro shots de espresso, lo que inactiva los neurotransmisores encargados de inducir la relajación.
“Es decir, el cuerpo ya había comenzado a prepararse para descansar, pero la bebida lo obliga a seguir en un estado de alerta artificial”, señala.
Por otro lado, el azúcar además de aportar en calorías también afecta el sistema dopaminérgico, afectando al cerebro.
“Esto genera una sensación de bienestar momentáneo, pero también contribuye a la dependencia. Al final, el cuerpo se acostumbra a la estimulación artificial y cada vez se necesita más para obtener el mismo efecto”, agrega la especialista.
En la misma línea, el consumo de estas bebidas puede liberar adrenalina y noradrenalina, hormonas que al aumentar generan un estado de alerta que altera la respuesta natural al estrés.
La Dra. Villarroel aclara que los efectos iniciales pueden incluir palpitaciones, nerviosismo e incluso despersonalización, dejando a la persona hiperalerta a todos los estímulos.
Aumento de enfermedades cariovasculares
El Dr. Parra destaca que el consumo excesivo de bebidas energéticas puede generar graves complicaciones sobre todo en personas con antecedentes de enfermedades cardiovasculares.
"Puede aumentar el riesgo de arritmias, dolor torácico y mareos, que requieren atención médica”, advierte el especialista. Además, el consumo de estas bebidas en situaciones de actividad física puede provocar deshidratación.
El Dr. Parra agrega que también pueden ocasionar molestias digestivas como dolor abdominal y diarrea, especialmente en personas con problemas gastrointestinales preexistentes.
¿Cómo afectan en la salud mental?
No solo se limitan a lo físico. Las bebidas energéticas también se han asociado con problemas de salud mental, sobre todo en adolescentes. "En mentes susceptibles, como las de los jóvenes, estas bebidas pueden inducir síntomas depresivos, crisis de pánico e incluso ideación suicida", advierte la Dra. Villarroel.
La bomba energéticas + alcohol
Se ha vuelto una moda que jóvenes mezclen bebidas energéticas con alcohol cuando salen de fiesta. Incluso algunas marcas venden el producto con ambos líquidos juntos.
Sin embargo, al ser sustancias opuestas repercute en una serie de consecuencias en la salud: el alcohol es un depresor del sistema nervioso central, mientras que las bebidas energéticas son estimulantes.
Esto puede llevar a un enmascaramiento de los efectos del alcohol, haciendo que los jóvenes consuman más de lo que creen, explica el Dr. Parra.
En consecuencia, esta combinación puede generar un aumento en las conductas de riesgo, como el manejo en estado de ebriedad, y potenciar los efectos cardiovasculares y hepáticos.
"Se pueden generar más arritmias, intoxicación hepática y deshidratación”, alerta el médico internista.