La jornada inaugural de Lollapalooza Chile 2025, celebrada en el Parque Bicentenario de Cerrillos, estuvo marcada por una progresión que fue de menos a más, culminando en actuaciones que encendieron al público presente.

A pesar de un inicio algo tibio, la tarde avanzó hacia momentos de alta energía y conexión con los asistentes.

Como es tradición en festivales de esta magnitud, las primeras presentaciones suelen tener una asistencia moderada, ya que el público generalmente reserva energías para los actos principales programados al final del día.

Sin embargo, estos espacios iniciales ofrecen una plataforma invaluable para artistas emergentes que buscan ampliar su audiencia y demostrar su talento en escenarios de gran envergadura.

Soulfía: Versatilidad y carisma en escena

La chilena Soulfía, cuyo nombre real es Sofía Walker, tomó el escenario principal con una propuesta que fusiona diversos géneros bajo la influencia del urbano.

Acompañada de una banda sólida y un cuerpo de baile enérgico, la artista desplegó un repertorio que transitó por el bossa nova, la electrónica y el soul, siempre manteniendo una base urbana que le otorga coherencia a su propuesta.

La sorpresa de la tarde fue la aparición de Kidd Voodoo, con quien interpretó "Bye bye", desatando la euforia del público.

La conexión de Soulfía con la audiencia fue evidente, demostrando que su versatilidad y carisma la posicionan como una de las figuras destacadas de la escena nacional.

Polimá Westcoast: Evolución hacia el hip hop tradicional

En el Perry’s Stage, Polimá Westcoast presentó un espectáculo que evidencia su transición hacia el hip hop más clásico, sin desprenderse de sus raíces urbanas.

Aunque su desempeño escénico ha mostrado mejoras, ciertos recursos repetitivos, como el clásico "¿qué lado canta más fuerte?", restaron frescura a su presentación.

No obstante, su energía y entrega lograron mantener al público conectado, reflejando su evolución artística y su búsqueda por consolidarse en el género.

Benson Boone: Una promesa del pop que deslumbra

Con el sol ocultándose en el horizonte, el estadounidense Benson Boone, de tan solo 22 años, subió al escenario demostrando por qué es considerado una de las promesas del pop mundial.

Con una estética que recuerda a épocas pasadas —chaqueta roja, torso desnudo, bigote y cabello rizado— Boone combinó su potente rango vocal con una presencia escénica arrolladora.

Desde el inicio, sorprendió al público con un salto mortal desde el piano, marcando el tono de un show lleno de energía y emotividad.

Su capacidad para alcanzar notas altas y su habilidad para conectar con la audiencia auguran un futuro brillante en la industria musical.

Olivia Rodrigo: Un cierre magistral con guitarras afiladas y talento

El plato fuerte de la noche fue, sin duda, la presentación de Olivia Rodrigo. Sin embargo, el show se vio interrumpido a los 15 minutos debido a problemas de seguridad, ya que la multitud se agolpaba peligrosamente contra las barreras.

La organización solicitó al público que retrocediera para evitar accidentes, petición que fue acompañada de humor por parte de los asistentes, quienes respondieron con un chilenismo al unísono, generando risas y distendiendo el ambiente.

Una vez resuelto el inconveniente, Olivia Rodrigo retomó su actuación con la fuerza y el carisma que la caracterizan.

A sus 22 años, la californiana demostró por qué es una de las artistas más relevantes del momento.

Con una voz potente, dominio de instrumentos como la guitarra y el piano, y una presencia escénica que mezcla dramatismo y frescura, conquistó al público desde el primer acorde de "Obsessed".

Su setlist incluyó homenajes a referentes femeninas del pop rock, como "We got the beat" de The Go-Go’s y "Don’t speak" de No Doubt, evidenciando sus influencias y su respeto por la tradición musical.

A pesar de problemas técnicos con las torres de amplificación en la mitad del terreno, su voz se mantuvo clara y potente, respaldada por una banda femenina que aportó solidez al espectáculo.

El futuro de Olivia Rodrigo se vislumbra lleno de éxitos y reconocimientos, consolidándose como una artista integral y comprometida con su arte.

Sombra y pantallas: los reclamos que persisten en Cerrillos

La histórica crítica a la falta de sombra en el Parque Bicentenario de Cerrillos volvió a hacerse sentir en esta edición 2025.

Con temperaturas cercanas a los 30 grados, los asistentes buscaron desesperadamente refugio, encontrándolo solo en contados puestos comerciales.

El stand de Cenco Malls, irónicamente ubicado frente al escenario principal del mismo nombre, ofrecía sombra mediante sus banderas, convirtiéndose en un improvisado oasis.

La carencia de zonas de resguardo solar alejó a muchos de los escenarios, y los puntos de hidratación se saturaron durante la tarde.

A esto se sumó otro problema recurrente: la visibilidad de las pantallas del escenario Cenco Malls.

Debido a un nivel de transparencia en su estructura, durante los shows diurnos como los de Indios o Joe Vasconcellos, los asistentes apenas podían distinguir lo que ocurría en escena.

“Se ve más la estructura de atrás que la transmisión”, reclamó un fan en redes sociales, reflejando un malestar compartido por muchos.