
Desaparición de Julia Chuñil: La confrontación de dos hipótesis
El miércoles 5 de marzo de 2025, en el sitio web de Meganoticias se publicó el reportaje A 4 meses de su desaparición: Detectan sangre de Julia Chuñil en su casa e investigación apuntaría a núcleo familiar, dando cuenta de los pormenores tras la apertura del secreto de la investigación decretada por la Fiscalía, escrito por los periodistas Rodrigo Verdejo y Juan Carlos Araya.
El reportaje se sostiene en la confrontación de dos hipótesis: por un lado, la señalada por la familia y cercanos que indica como principal sospechoso al empresario forestal local, Juan Carlos Morstadt Anwandter, y, por el otro lado, la versión que surge desde fiscalía tras los hallazgos de las pericias del 30 de enero del 2025.
A días de esta publicación, no existen mayores antecedentes que respalden la información otorgada por Meganoticias, en particular, sobre el enunciado de su titular que explicita la correspondencia del material genético de Julia Chuñil con la sangre encontrada en su hogar.
Es recurrente encontrar en los medios de comunicación masivos el uso de falacias retóricas para persuadir a la audiencia, pero en este caso lo que llama la atención es lo determinante que resulta la participación de la fuente reservada para legitimar la versión de Mega Investiga.
Dada la gravedad del caso de la desaparición de la ñaña Julia Chuñil, es importante develar el trasfondo de esta práctica periodística, pues, tal como sostienen otros medios, efectivamente se encontró sangre durante las pericias en el hogar, sin embargo, su procedencia aún está en estudio.
La noticia se difundió por las redes sociales y usuarios de plataformas digitales comentaron y dieron figura a la contraposición de fuerzas que se requiere para darle continuidad al conflicto, pues alguien estaría mintiendo, sino tergiversando los hechos, ¿será la familia Chuñil o la Fiscalía? Pero, ¿por qué ha de mentir la familia Chuñil? ¿por qué ha de hacerlo la Fiscalía?
En este contexto, también resulta oportuno preguntarse por las razones que hacen posible que los periodistas de Meganoticias obtengan información que la defensa de la familia Chuñil no posee.
Han pasado los días y la familia Chuñil ha divulgado información sobre el hostigamiento que está efectuando Fiscalía en sus hogares, desconociéndose la versión que apunta como sospechoso al empresario forestal local. En este sentido, permítase la duda sobre la veracidad de las fuentes reservadas.
Es decir, dejando de lado la información que emerge de este ente anónimo, parece más oportuno preguntarse por lo útil que resulta su versión para la instalación de una narrativa que justifica las sospechas contra la familia de la dirigenta mapuche desaparecida.
Con todo, el abordaje de los hechos que conforman la investigación sobre la desaparición de Julia Chuñil responden a la lógica del conflicto central, que, según Raúl Ruiz, además de producir una “ficción deportiva”, propicia o nos dirige hacia una presunción de hostilidad, esto es, “se nos obliga a tomar partido. Ejercer este tipo de ficción conduce muy a menudo a una forma de vacío ontológico [...] Toda nuestra atención es desviada hacia el combate entre los protagonistas” (Poéticas del cine (2013). Raúl Ruiz).
Valga preguntarse, entonces, hasta qué punto la figura de la fuente reservada otorga espacio para que la ficción jurídica se sitúe y opere, sobre todo cuando los principales sospechosos de esta versión -la familia Chuñil- denuncian los obstáculos que han tenido que enfrentar para acceder a la información que, la misma Fiscalía, ha decidido mantener en reserva.
La urgencia del caso de Julia Chuñil exige ampliar la mirada y reconocer las repercusiones sociales -y de convivencia- que genera la narrativa del 'conflicto central' cuando en vez de una historia ficticia, se está aludiendo a la vida de una mujer mapuche desaparecida en las inmediaciones de su hogar.
Meganoticias debe pedir disculpas públicas a la familia Chuñil.