Aún se investigan todas las causas y responsables que generaron el apagón masivo en el sistema eléctrico nacional el pasado 25 de febrero, dejando a casi todo el país sin luz por varias horas. Mientras tanto, desde la academia ya están sacando conclusiones y aprendizajes en limpio.

Así ocurrió en la Universidad de Chile, donde expertos y técnicos del Centro de Energía de la Universidad de Chile se reunieron en un seminario a sala llena para ver qué recomendaciones pueden hacer desde la academia para evitar otros apagones como este, y mejorar la respuesta ante estas contingencias.

Plan de emergencia

La principal recomendación que surgió del seminario fue la necesidad de mejorar e implementar planes de emergencia y planes de respuesta más sólidos para el sector, además de desarrollar simulacros de cortes de luz, anticipando todos los riesgos posibles para poner a prueba esos planes y ajustarlos.

Este punto ha sido de especial controversia tras el apagón, al develarse que existe un Plan de Defensa de Contingencias Extremas que no ha sido implementado por algunas empresas que debían instalar cierto equipamiento para evitar apagones, y el Coordinador Eléctrico Nacional no denunció este retraso a la autoridad correspondiente.

A pesar de la irregularidad, especialistas e incluso las empresas han declarado que ese plan no estaba diseñado para prevenir un evento como el que ocurrió el 25F, por lo que los académicos también hacen un llamado a ajustar dichos planes con simulacros.

Sistemas de respaldo

Otros especialistas que se han citado a analizar el corte masivo de luz, han apuntado a la necesidad de que Chile tenga sistemas de respaldo que se puedan utilizar para estos casos. Existe la oportunidad, dado que Chile es uno de los países que más pierde energía eólica y solar, por falta de capacidad para almacenara o transmitirla.

En ese sentido, académicos del Centro Avanzado de Ingeniería Eléctrica y Electrónica (AC3E) hacen un llamado a aumentar la infraestructura de almacenamiento a través de baterías para guardar esa energía y usarla en emergencias. Solo en 2024, Chile perdió 20% de su energía eólica y solar generada, por no tener cómo guardarla o transmitirla.

Coordinación

Otro punto de mejora urgente identificado por los académicos es la coordinación entre los servicios públicos, las empresas y sobre todo la academia para generar respuestas con el saber experto disponible.

Ana Lía Rojas, directora de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA), declaró que el espacio que dan en el Congreso para que los expertos expongan cuando existen problemas es muy corto, y que se requiere de una mejor interacción entre expertos y políticos para no favorecer “la toma de decisiones desinformadas” ni las respuestas que se dan a la ciudadanía sin comprender en profundidad la falla.

Para Rodrigo Palma del Centro de Energía, Chile cuenta con ingenieros expertos en materia energética, pero es necesario un liderazgo que aúne las visiones y saberes de la academia, las empresas y el gobierno, y que estos saberes se apliquen en los planes de emergencia.