Súmate a nuestro canal en: WhatsApp
Golpe Blando en EE.UU.: Trump y Musk avanzan en la agenda oligárquica
Ideogram.ia

Golpe Blando en EE.UU.: Trump y Musk avanzan en la agenda oligárquica

Por: Nelson Soza | 24.02.2025
Hasta aquí las cortes menores han tratado de evitar el colapso total, pero la imperfecta estructura democrática que por casi 250 años ha sostenido el ascenso del país más poderoso de la historia, se tambalea. Con una inexorable crisis constitucional en el horizonte cercano, una nueva era de temor e incertidumbre se cierne sobre EE.UU. y el resto del planeta.

Con solo un par de semanas de vuelta en la Casa Blanca, lo que el retornado Presidente Donald Trump ha desplegado en Washington no ha sido otra cosa que un mini golpe de estado, un “power grab”, pero al estilo Trump: en forma de circo.

Ahora con el hombre más rico del planeta como un piloto con plenos poderes del nuevo gobierno, Trump confirma que, a pesar de todo el populismo televisivo, el golpe que lidera es el golpe de los superricos

[Te puede interesar] Aires de paz en Europa: Ucrania pide liberación de todos los prisioneros de guerra como primer paso hacia la paz

Gobernando por decreto y con las cámaras amplificando su ignorancia y falta de humanidad a todas horas del día, Trump no solo se siente reivindicado, sino que todopoderoso. Para usufructuar al máximo de sus próximos cuatro años en el poder, Trump volvió a Washington con un plan, el Project 2025.

Un programa de gobierno paralelo auspiciado por los sectores más reaccionarios de la oligarquía norteamericana y calificado por voces más centristas, entre otras cosas, como “imperial”, el fin del “sistema de controles y equilibrios” y la “lista de deseos de la derecha”.

Project 2025 se ampara en una rebuscada interpretación constitucional nunca antes intentada, cuyo fin es aumentar el poder del presidente, usurpando atribuciones que la Constitución le otorga al Congreso.

El plan busca, entre otras cosas, imponer el traspaso de todas las agencias del gobierno, históricamente independientes, al control directo del presidente. Estas agencias incluyen la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), encargada de regular y fiscalizar bancos e instrumentos financieros, como las criptomonedas; la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que regula la contaminación; la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), que da patentes a comidas y medicinas; los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), tan controversiales durante la pandemia; y a lista continúa.

El “agarrón de poder” también incluye el Departamento de Justicia (DOJ), que acaba de abandonar la prosecución del corrupto alcalde de Nueva York por orden de Trump. 

Si bien se esperaba que Project 2025 fuera el mapa de ruta para esta especie de golpe blando y posterior gobierno refundacional de la oligarquía estadounidense, en los últimos metros de la campaña presidencial, saltó al ruedo con su propio plan cierto billonario sudafricano, que teniendo la billetera más grande del mundo, logró capturar toda la atención de Trump: Elon Musk.

Ahora con Musk en el círculo íntimo, Trump tenía dos planes para subvertir la ley, avanzar la agenda oligárquica y enriquecerse a sí mismo. Trump y Musk son personajes con intereses comunes, pero es difícil pensar que la relación entre ambos no está mediada por un transparente quid pro quo. A cambio de un aporte récord de más de U$280 millones, que es lo que se conoce públicamente, el dueño de SpaceX fue recompensado nada menos que con su propio “ministerio”, el “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, DOGE.

[Te puede interesar] VIDEO| Repenning lapidario con George Harris: “Ni los venezolanos se reían, esto no es xenofobia”

Bajo la manoseada excusa de reducir el abuso y los costos, DOGE ha sido dotado por Trump con el poder unilateral de reducir y recrear el gobierno a la medida de los intereses de Musk y el de otros oligarcas. Cabe recordar que parte de la riqueza de Musk proviene de lucrativos contratos que sus compañías mantienen con el gobierno, particularmente en las industrias militar y aeroespacial. Según PBS, las compañías de Musk han recibido más de U$13.000 millones en contratos del gobierno solo en los últimos cinco años. 

Según la Constitución, si bien el presidente gestiona la conducta de las oficinas del poder ejecutivo, incluidas las agencias federales, “es el Congreso, no el presidente, el que establece los departamentos y agencias y, en el grado que elija, la organización interna de las agencias". 

En otras palabras, tanto los unilaterales decretos presidenciales inspirados en Project 2025, así como la reducción del estado a machetazos a través de Musk y su arbitraria e inauditable DOGE, son ilegales, violan las leyes y sus precedentes históricos y ponen al estado en una situación de máxima fragilidad y volatilidad

Por ejemplo, el decreto en el que Trump le quita la ciudadanía a personas nacidas en EE.UU., bajo cualquier circunstancia, es un cambio que sólo puede hacerse a través de una enmienda a la Constitución. Así mismo, la Constitución estipula que sólo el Congreso puede determinar cómo se gasta el erario fiscal. Una vez aprobados los montos y sus destinatarios, sólo el Congreso puede deshacer dicho financiamiento. Por lo tanto, Musk no tiene ninguna facultad para eliminar ningún gasto y menos para eliminar agencias y personal de la noche a la mañana.  

Naturalmente, Trump y sus minions saben que están estirando la ley al máximo. La pregunta ahora es hasta donde se les dejará llegar con este asalto al corazón del sistema político estadounidense y quién los podrá detener.

Como suele ocurrir con Trump, la conciencia de sus delitos se manifiesta a través de redes sociales: “Quien salva a su Patria no viola ninguna Ley”, escribió el presidente en Truth Social. En la mayoría de los casos, las ilegalidades son tan obvias que el gobierno ha debido montar un verdadero circo mediático sin pausa para distraer a la prensa y confundir al público.

Como maestro de la confusión y el caos, Trump sacude el racismo, la crueldad y la banalidad con una mano, mientras con la otra él y su banda de alegres oligarcas se repletan los bolsillos y se hacen intocables.

Algunas de las medidas “populares” adoptadas por Trump, por ejemplo, incluyen temas tan intrascendentes, como ponerle fin a las bombillas de papel o cambiarle el nombre al Golfo de México.  

[Te puede interesar] Convivencia colegial ha mejorado tras prohibición del uso de celular: Tendencia que se tomó toda España

La asfixiante presencia de Musk en la contingencia política no ha hecho más que ratificar el enorme poder que ejerce sobre Trump, así como de acentuar el carácter autoritario, oligárquico e ilegal de esta "toma de poder” que la derecha estadounidense vino a ejecutar a Washington, incluida la flagrante puesta a la venta del gobierno del país más poderoso del mundo. 

Hasta aquí las cortes menores han tratado de evitar el colapso total, pero la imperfecta estructura democrática que por casi 250 años ha sostenido el ascenso del país más poderoso de la historia, se tambalea. Con una inexorable crisis constitucional en el horizonte cercano, una nueva era de temor e incertidumbre se cierne sobre EE.UU. y el resto del planeta