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Aisén Etcheverry, vocera de Gobierno:
Foto: Andrea Robles

Aisén Etcheverry, vocera de Gobierno: "No estamos ni cerca de pensar en el legado, nos queda un cuarto de periodo para seguir trabajando"

Por: Daniel Lillo | 09.02.2025
En conversación con El Desconcierto, la biministra de Ciencia y vocera de Gobierno aborda el rol de Chile en el desarrollo de la inteligencia artificial, la aprobación de la reforma de pensiones y las prioridades del Ejecutivo para el último año de mandato. Etcheverry destaca que la reforma de pensiones beneficiará a 2,8 millones de personas con aumentos de entre 16% y 36% en sus jubilaciones. Además, enfatiza que el no tener mayoría en el Congreso no ha impedido avanzar en transformaciones clave como el Ministerio de Seguridad, la deuda histórica de los profesores y la reforma previsional. Sobre el legado del Presidente Boric, la ministra señala que aún no es momento de esa evaluación: “Los legados se construyen después de que pasan los gobiernos. Es imposible adelantarse a esa discusión, porque tiene que ver con evaluaciones históricas, con los resultados posteriores, con cómo las personas empiezan a percibir los cambios que sufrió su vida una vez que el gobierno pasa”, asegura.

Es jueves 6 de febrero y La Moneda está prácticamente vacía. Muchos funcionarios ya comenzaron su periodo de vacaciones aprovechando el receso legislativo y la reorganización de los ministerios de cara al último año de gobierno. Pero la ministra Aisén Etcheverry no se detiene. Cruza rauda el Palacio de Gobierno desde el Ministerio de Ciencia hasta el despacho de la Segegob para otorgar esta entrevista luego de una ronda de reuniones. 

El calendario es ajetreado, el sábado -dos días después de esta entrevista- viajó a París, Francia, para participar de la Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial, evento al que Chile fue invitado a participar como organizador. Por otro lado, están las funciones de la vocería; dar los puntos de prensa, cubrir los flancos comunicacionales y dar continuidad al trabajo de la ministra Camila Vallejo quien entró a su periodo de pre y postnatal el pasado 26 de diciembre. 

Sobre este proceso de asentamiento en la vocería, los desafíos en materia de IA para Chile, la proyección del último año de gobierno y el legado que dejará el Presidente Gabriel Boric habla la ministra de Ciencia y vocera de Gobierno, Aisén Etcheverry

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 -¿Cómo ha sido este proceso de asumir la vocería y compaginarlo con su trabajo en Ciencia?

Ha sido un precioso desafío. Ciencia y la vocería funcionan en velocidades radicalmente opuestas: ciencia está en el mundo de la creación de conocimiento que por lo general necesita tiempos de maduración y reflexión; la vocería es el día a día. Esa diferencia de velocidad ha sido muy enriquecedora. Creo que estamos acelerando ciencia y en la vocería tratando de traer temas nuevos, a veces más vinculados a ese mundo científico-tecnológico.

Además, he tenido el privilegio de poder contar y explicar noticias muy positivas. Hemos concluido procesos que llevaban muchos años, como la reforma de pensiones, el Ministerio de Seguridad Pública, la deuda de los profesores y los resultados económicos. Para el presidente Boric es muy importante cómo las personas ven el trabajo que estamos haciendo, cómo impacta directamente en sus vidas y cómo contribuimos a que estemos orgullosos del país que hemos construido entre todos.

-¿Por qué cree que el presidente confió esta responsabilidad en usted? Porque si uno miraba el gabinete, no tenía tanto perfil político como por ejemplo la ministra Vallejo.

Yo creo que habría que preguntarle a él. Toma las decisiones mirando al equipo completo.

-¿Usted se lo imaginaba?

No, uno nunca se lo imagina hasta que llega la llamada. Pero ha sido muy útil que los equipos de Ciencia y de Segegob nos conocíamos muy bien. Habíamos trabajado juntos en la comisión para la desinformación y por lo tanto ha sido una integración muy fluida. Eso nos permitió subirnos al carro rápidamente, que era uno de los principales desafíos.

-Usted representará a Chile en la Cumbre de Acción sobre la IA en París. ¿Por qué es importante que Chile participe y qué puede traer a territorio nacional desde estas instancias multilaterales?

Es una cumbre donde más de 50 países discutirán hacia dónde avanzan las políticas públicas en materia de inteligencia artificial. Es relevante por varias razones. La primera es que parte del sello que le ha dado el presidente Boric a esta gestión es traer al presente los temas del futuro. El futuro no son promesas de cosas que vienen, sino un presente que estamos construyendo hoy. Y lo construimos día a día en temas que por muchos años dijimos son los desafíos de lo que viene: el cambio climático, la revolución tecnológica. Eso ya no viene, está acá.

Frente a eso había dos opciones: esperar a que pasen las cosas y luego tratar de subirse a un carro en marcha, o hacer lo que el presidente nos mandató: subirnos a esa ola y ver, trabajar y construir las políticas públicas que nos permitan no ser pasivos frente a la tecnología, sino ser agentes y empoderarnos frente a ella.

El presidente ha sido muy claro en lo que espera en materia de inteligencia artificial: que se utilice con criterio ético y responsable, poniendo a las personas al centro. Además, que desde los países del sur global tengamos una incidencia no solo como usuarios, sino como desarrolladores de esta tecnología. Esa visión de que esto tiene que ser con justicia, equitativo, haciéndose cargo de la brecha digital, es la que ha movilizado al gobierno con inversiones, proyectos, centros y un motor de lenguaje que lanzaremos pronto.

-Chile ha logrado posicionarse internacionalmente en temas tecnológicos. ¿Cómo visualiza el rol del país en este contexto global?

Chile ha construido una red impresionante de acuerdos comerciales y participación en foros multilaterales, junto con políticas tecnológicas que nos permiten trabajar fluidamente con todos nuestros socios comerciales. Esa posición y ese balance nos dan hoy una resiliencia que es una tremenda ventaja competitiva. Tenemos inversiones en infraestructura de todos nuestros socios comerciales, conectividad hacia todos los rincones del mundo y talento en todos los ámbitos tecnológicos.

Cuando decimos que queremos ser agentes en inteligencia artificial, tenemos la capacidad de crear un modelo de lenguaje hecho en Chile con la sintaxis y el contexto chileno. Esta posición única en el mundo nos permite levantar banderas de equidad en los foros internacionales. La voz de Chile en estas materias es muy escuchada precisamente por esta construcción de muchos años.

También observamos el contexto mundial y accionamos en torno a él, robusteciendo nuestra resiliencia pero asegurándonos de tener capacidades propias. El Plan Nacional de Data Center, por ejemplo, que contempla inversiones estatales de 7 millones de dólares para construcción de capacidades de computación, tiene que ver con agregar soberanía y control sobre cierta infraestructura y capacidades para poder seguir construyendo desde ahí independiente de lo que pase en el resto del mundo.

-En otra entrevista mencionó que la inteligencia artificial está en el corazón del gobierno. ¿A qué se refería?

Me refería a que hoy más de 100 casos donde se están utilizando algoritmos de decisión automatizada o inteligencia artificial en materia de seguridad, en materia de salud, para mejorar servicios sociales, para acelerar los procesos de atención, para la construcción de mejores políticas públicas. En hospitales, en la fiscalía donde se implementó un fiscal virtual con inteligencia artificial.

Nos subimos a esa ola, pero sin ingenuidad. El gobierno de Chile es uno de los primeros gobiernos en el mundo en contar con directrices de uso ético y responsable de la inteligencia artificial al interior del Estado. Tenemos la guía hace un poco más de un año, la lanzamos los primeros días de enero del 2023. Fuimos uno de los primeros países en incorporar guías para los profesores para el uso de inteligencia artificial en el aula, que lanzamos en mayo del 2023.

La tecnología no es algo que ocurre en las empresas o en los laboratorios o en las universidades fuera, sino que es algo que trajimos a la gestión y que hoy día nos está ayudando a gestionar de mejor manera, sin por eso transar los valores sobre los cuales tiene que desarrollarse.

Aisén Etcheverry, en modo vocera: "El gobierno no está interesado en construir políticas públicas con calculadora electoral en mano"

-La reforma de pensiones se aprobó hace unas semanas. ¿El gobierno queda conforme considerando que cedió en aspectos como la separación de la industria y el porcentaje de cotización extra que iba a solidaridad?

El gobierno tenía y tiene un objetivo claro: mejorar la calidad de vida de las personas. Esta reforma beneficia a 2,8 millones de personas con aumentos en las pensiones de entre 16% y 36% a partir de los próximos 6 meses. Incorpora un elemento que no existía, que era la cotización del empleador, crea un seguro social y establece regulaciones en las AFP que hace que ya no sean lo que eran, sino que tienen mayor competencia, mayores regulaciones y mecanismos específicos para bajar las comisiones.

Como todo acuerdo, no es la propuesta inicial que hicimos, pero uno no puede entrar a una negociación pensando que su propuesta inicial será el resultado final. Sin perder de vista el objetivo de mejorar las pensiones, se trabajó de manera seria, con generosidad y altura de mira con la oposición, sabiendo que no teníamos mayoría en el Congreso. Los resultados hablan por sí mismos: 2,8 millones de personas van a tener más plata a final de mes para cumplir con sus necesidades.

-¿Lo siente el gobierno como un éxito propio? La oposición se atribuyó el triunfo.

Es un éxito del gobierno, de la oposición y de los chilenos y chilenas. Claramente no es un triunfo para la ultraderecha y republicanos que nunca fueron parte ni siquiera de la conversación porque no quisieron. Cuando se trata de cambios así de profundos, hay que mirar el resultado final. Los que ganan son los que se ven beneficiados: esos 2,8 millones de personas.

Ganó el sistema político porque fuimos capaces de demostrar que en un gobierno con minoría en el Congreso es posible avanzar en mayor justicia social. Ganó el gobierno porque fue posible incorporar elementos como el seguro social que permiten hacernos cargo de las diferencias estructurales entre hombres y mujeres. Me quedo con las palabras del presidente: aquí el sistema político dio cuenta de que era posible avanzar.

-¿Las AFP no ganaron? Van a recibir un mayor porcentaje de la cotización.

Las AFP van a tener mecanismos de licitación de la cartera de afiliados, regulaciones específicas a la hora de establecer comisiones, se introduce un mecanismo de premios y castigos para que las comisiones se mantengan a raya y se vayan en beneficio de las personas. También se genera mayor competencia con incentivos para la tercerización de algunas actividades. El IPS empieza a tener un rol mucho más preponderante en la administración de las carteras.

Las AFP se opusieron a esta reforma durante todo el proceso. No hubo ni una etapa en que estuvieran de acuerdo. Invirtieron millones de pesos en generar campañas en contra. Son un actor con ciertos intereses y los hicieron valer. La reforma no tiene nada que ver con la postura de las AFP. La reforma viene a corregir problemas sustantivos que tenía ese modelo, donde la naturaleza del negocio de las AFP era una de las principales razones de por qué el sistema no funcionaba. Lo que queda post-reforma no son las AFP como las conocíamos.

-¿Cuáles serán las prioridades del gobierno en 2025?

Primero viene la implementación de la reforma de pensiones: crear el seguro social, fortalecer las instituciones involucradas y redactar muchos reglamentos. Esa será la primera prioridad del ministro Marcel y la ministra Jara.

Junto con eso quedan agendas legislativas esenciales como la reforma de permisos que lleva el ministro Grau, que promueve lo que hemos hecho en materia de crecimiento económico y conformación de la inversión. Esta reforma permitirá agilizar procesos y dinamizar nuestra economía. También está el fin al CAE, el proyecto del FES que busca aliviar la carga con la que muchos entran al mundo laboral, la ley de sala cuna y el proyecto de eutanasia.

-¿Cuál es la estrategia para abordar todos estos frentes? Hay varios proyectos andando y poco tiempo.

El último año es el 25% del gobierno, no es poca cosa. Estamos en receso legislativo definiendo énfasis, prioridades y urgencias. Este trabajo se terminará antes del inicio del año legislativo. Este gobierno trabaja en transformaciones y va a seguir haciéndolo mientras existan necesidades para el país. Eso se expresa a través de una cadena de proyectos, iniciativas y políticas públicas que tiene que proyectarse en el tiempo.

-Sobre la reforma electoral, ¿por qué el gobierno decidió limitar el voto migrante?

Limitar el voto extranjero a personas residentes que no hayan cometido delitos o que no estén siendo perseguidas por la comisión de delitos es de sentido común. Nos sorprende la posición de la derecha: por un lado se dice que los hijos de inmigrantes no debieran ir al colegio, pero por otro queremos que decidan quién es el presidente de nuestro país.

En ese sentido, hay una discusión que tiene que darse sobre quienes tienen un vínculo permanente con nuestro país, porque llevan mucho tiempo viviendo, porque tienen residencia permanente, porque son chilenos, es quienes debieran escoger a quienes gobiernan el país.

-¿No hay motivos electorales? Estudios muestran que el voto extranjero tiende hacia la derecha.

El gobierno no está interesado en construir políticas públicas con calculadora electoral en mano. En el caso del voto de los extranjeros, nuestra posición es que quienes tienen antecedentes penales o están siendo buscados con la justicia, no deberían votar.

Aquí se trata de tomar decisiones basadas en evidencia, de mirar sistemas políticos que han funcionado, de entender cuáles son los derechos que existen y cómo se resguardan, cómo el sistema político refleja la sociedad que somos y queremos ser. Estamos en una situación bastante excepcional respecto al resto del mundo. Por eso digo que esto no lo vemos desde la perspectiva del cálculo electoral, sino sobre cómo vamos robusteciendo nuestra democracia.

-¿Cómo visualiza el debate por la ley de aborto sin causales? Hoy no hay mayorías parlamentarias.

La discusión en torno al aborto es una decisión de salud pública que tiene que darse en el Congreso. Al terminar la tramitación del reglamento de las tres causales vamos a poder avanzar en esa dirección. No tener mayoría en el Congreso no impide avanzar en las transformaciones necesarias, como demostró la reforma de pensiones.

Nuestro deber como gobierno es plantear estos debates y llevarlos adelante con altura de miras, evidencia y capacidad técnica, tratando de encontrar acuerdos que nos permitan avanzar. Eso es algo que hemos hecho durante todo este periodo y no lo vamos a dejar de hacer en el último año de gobierno.

-En su momento se dijo que este gobierno no iba a dejar ningún legado, pero en el último tramo han conseguido sacar adelante proyectos clave, ¿siente que el gobierno tomó un nuevo aire pensando en el legado del Presidente Boric y que es la recta final de esta administración?

Las transformaciones que requieren los países, que se materializan en políticas públicas, tienen tiempo de maduración. En algunos casos se demoran demasiado, como los 43 años que tomó saldar la deuda de los profesores. En ese sentido, lo que un gobierno tiene que hacer es tomar iniciativas que venían, mejorarlas, intentar aprobarlas y proyectarlas hacia el futuro y dejar también iniciativas para los gobiernos que vienen después, como es el caso del Ministerio de Seguridad. Y eso lo que permite es que vayamos avanzando pieza por pieza. El mandato que nos ha dado el presidente es que tenemos que trabajar hasta el último día para mejorar la calidad de vida de las personas con las transformaciones que el país requiere.

El proyecto de solucionar la deuda de profesores, pensiones y el Ministerio de Seguridad, se suman a lo que se hizo con Copago Cero, con pensiones de alimentos, sueldo mínimo, que son hitos que van marcando una gestión que tiene una dirección determinada y que esperamos sea una proyección hacia el futuro. Y el trabajo que viene durante este año, en este 25% que nos queda, es seguir avanzando con esos proyectos, presentar esos otros que se requieran para que el país siga avanzando en una dirección, trabajar en la implementación de los proyectos ya logrados, porque eso también es parte de la gestión y le hemos puesto mucha energía a una gestión que sea eficiente, seria y que se plasme en estos beneficios concretos.

-¿Ya se visualiza un legado de este gobierno?

Los legados se construyen después de que pasan los gobiernos. Es imposible adelantarse a esa discusión, porque tiene que ver con evaluaciones históricas, con los resultados posteriores, con cómo las personas empiezan a percibir los cambios que sufrió su vida una vez que el gobierno pasa. Ese es el momento de construcción del legado. Nosotros estamos todavía trabajando, nos queda un cuarto de periodo, y en eso estamos enfocados. Todavía no estamos ni cerca de pensar en el legado. Nos queda mucho trabajo por hacer.