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Nicolás Cataldo: “El gobierno ya tiene un gran legado en educación con el pago de la deuda histórica”

Nicolás Cataldo: “El gobierno ya tiene un gran legado en educación con el pago de la deuda histórica”

Por: Daniel Lillo | 26.01.2025
En entrevista con El Desconcierto, el ministro de Educación destaca el proyecto para saldar la deuda docente que fue aprobado esta semana en el Senado calificando el hito como un “paso histórico”. Además, defiende el proyecto que pondrá fin al CAE y afirma que sería dañino impulsar una nueva reforma educacional ante la arremetida de la oposición para reponer la selección. “No tengo ninguna duda de que sería muy dañino entrar en un nuevo ciclo de reforma. Creo que hoy día lo que hay que hacer es estabilizar el sistema, darle certeza, eso es lo que quieren las comunidades, permitir que las reformas que se iniciaron concluyan, evaluarlas, ponerle cariño a la educación pública”, sostiene Cataldo.

En medio de las intensas gestiones del gobierno para sacar adelante la reforma de pensiones este mes de enero, pasó desapercibido que el el ministro de Educación, Nicolás Cataldo, cumplió uno de los principales objetivos trazados en el inicio del gobierno del Presidente Gabriel Boric: saldar con los profesores la deuda histórica generada en dictadura

La propuesta del gobierno, que implica un pago de $4,5 millones a 57 mil docentes, concitó un respaldo transversal tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado

En conversación con El Desconcierto, Cataldo destaca que se haya aprobado el proyecto asegurando que el hito “es un paso significativo e histórico” en materia de educación y pone en el acento en que el gobierno consiguió “un gran legado en educación con el pago de la deuda histórica”.

-¿Qué alcance tiene el proyecto de deuda histórica docente despachado por el Senado?

Estamos muy contentos y agradecidos por la disposición que tuvo el Parlamento y los profesores para realizar un acuerdo que fue esquivo durante el retorno a la democracia. Sin la voluntad del presidente de llevar este tema hasta el final, tampoco habría sido posible. Formulamos un acuerdo importante para el fisco, considerando lo que significa en la presión fiscal actual. Para los profesores, más allá de la reparación económica, por primera vez un gobierno puso una propuesta sobre la mesa y hay un reconocimiento al daño que esto ha significado. Desde estos dos puntos de vista, por supuesto que es un paso significativo e histórico.

-¿Por qué esta propuesta generó un respaldo transversal poco común en el Parlamento?

Por supuesto, eso tuvo que ver con el trabajo previo que hicimos también, porque fuimos conversando esto durante un par de años, desde 2022, con los profesores. Su directiva decidió hacer un plebiscito a los afectados por la deuda histórica. Ese plebiscito contó con una participación muy masiva: más de 27.000 profesores participaron de la consulta y más de 22.000 aprobaron la consulta. Ir con ese respaldo al Parlamento era obviamente algo que no se podía desconocer.

El Congreso ha discutido este tema probablemente mucho más veces que los propios gobiernos. A lo largo de los años ha habido comisiones investigadoras, comisiones de trabajo, propuestas que han surgido del Parlamento, ha sido materia de discusión en muchas líneas de presupuesto. Por lo tanto, este es un momento en el que transversalmente estábamos preparados para poder llevar adelante esta discusión y así fue. Contamos con un respaldo grande, se aprobó en la Cámara de Diputados con más de 120 votos, una propuesta muy alta, y en el Senado con 44, solo hubo una abstención, es decir, con una aprobación casi unánime que da cuenta de la indefinidad de este trabajo tan brutal que se ha hecho.

-¿El gobierno quedó satisfecho con el resultado final del proyecto?

El proyecto que ingresó el Ejecutivo no tuvo modificación en la tramitación. Eso es lo primero y, por tanto, estamos también contentos de que la propuesta nuestra, con todos los espacios de mejora que quizás pudo haber tenido, finalmente tuvo sentido para los parlamentarios y los profesores, que eran lo más importante. No hay referencia posible porque no ha habido nunca un proyecto sobre la materia, entonces evidentemente el único punto de comparación que tiene esto es respecto a sí mismo y en ese plano obviamente estamos conformes con lo que se presentó porque fue el acuerdo posible al que fuimos a llegar al interior del gobierno y luego con los profesores.

-El Colegio de Profesores lo calificó como "un pedacito de justicia". ¿Por qué deja esa sensación?

Son muchos más recursos de los que estamos hablando. Por profesor, la cifra podría estar en torno a los 100 millones de pesos, el monto total por parte del Estado superaría por largo los 45 millones de millones de pesos. Evidentemente es un pedacito de justicia, una justicia que se veía esquiva, que probablemente para muchos no iba a llegar nunca. En ese plano, siempre dijimos que esto iba a ser una reparación que tiene dos componentes: un valor en dinero, que para muchos es importante pero quizás ni siquiera es lo más significativo, y una reparación que tiene que ver con el reconocimiento político y simbólico a los hechos. Y eso para muchos es lo más importante inclusive.

-¿Se pudo haber hecho más, considerando que el Colegio de Profesores pidió acortar plazos y aumentar montos?

Siempre se puede hacer más en el contexto fiscal en el que estamos. A lo largo de la vida cuenta la voluntad política del ejecutivo en otras épocas. En otros periodos de gobierno quizás hemos tenido más holguras presupuestarias que pudieran haber permitido una reparación mayor, pero se careció de la voluntad de realización. Hoy converge esta disposición en un escenario de restricción fiscal que todos conocemos, a propósito de cómo ha sido el debate que hemos tenido en el Parlamento sobre la ley de presupuestos, sobre reformas tributarias, sobre todas las discusiones que ha habido respecto a temas presupuestarios y tributarios. Y en este esquema se construye este acuerdo. El acuerdo ocurre en un tiempo y en un espacio concreto.

-¿Cómo proyecta la discusión del proyecto FES que pone fin al CAE durante 2025?

Probablemente va a ser el proyecto más relevante con el que vamos a estar trabajando en 2025. Yo diría que hay dos: la reforma a la nueva educación pública que está en desarrollo y el FES, seguido muy de cerca obviamente por el debate sobre el sistema de admisión escolar. El FES va a ser uno de los temas relevantes y ojo, es relevante no solamente por la importancia política que tiene para el gobierno, también es relevante por la relevancia que tiene socialmente y desde el punto de vista fiscal.

Acá hay que cuidar esto con mucha responsabilidad sobre lo que viene hacia adelante porque el problema que estamos tratando de abordar ahora es un problema que ya existe, que implica altos recursos que significan hoy día un 22% del presupuesto total de la cartera, que es la cartera que tiene el presupuesto más grande del Estado, junto con salud. Si no lo abordamos ahora, lo va a tener que abordar el siguiente o los subsiguientes gobiernos, generando una mayor presión fiscal cada vez que nos demoremos en seguir avanzando en este debate. Por lo tanto, creo que tiene razones sociales, razones políticas, también tiene razones presupuestarias del Estado que obligan a todos los sectores políticos a tener la disposición de dialogar sobre la materia.

-¿Confía en que el proyecto será aprobado durante el gobierno de Gabriel Boric?

Lo que espero es que el proyecto salga en este periodo. Creo que eso es lo responsable política y socialmente. Ahora, sabemos que un proyecto de ley siempre tiene que estar en una fase de negociación, de discusión, porque es parte del proceso democrático de legislar un proyecto. Estamos en ese proceso y tenemos toda la disposición a que eso ocurra. Lo que tenemos que mirar ahora es cuánta disposición existe en la oposición para que eso pase.

-¿Cómo responde a las críticas de que el fin del CAE no debería ser prioridad con otros temas educativos pendientes?

Educación es una cartera enorme que tiene siempre múltiples dificultades y problemas que enfrentar. Por lo tanto, si uno solo se concentra en algún aspecto de los problemas de educación, hay otros que quedan abandonados y que evidentemente son una problemática que luego se acumula y que genera mayores problemas que van creciendo en el tiempo y que hacen más difícil resolverlos.

Por eso es que yo siempre he sido de la tesis de que tenemos que trabajar en múltiples frentes, no en uno solo. Nosotros estamos encima de los temas de aprendizaje, de hecho, hemos ido mejorando los resultados de aprendizaje en los últimos años, estamos encima de los temas de convivencia, estamos modernizando el acceso a la educación parvularia como parte del inicio de un proceso de modernización mucho mayor del sector.

Si yo miro el presupuesto de educación, el 70% va a educación escolar, lo que es natural, producto de la maturidad del sistema, el tamaño del sistema, son más de 100.000 establecimientos educacionales, casi 3.300.000 estudiantes que están en el sistema escolar. Pero luego, si miro educación superior y educación inicial, la falta de recursos es muy grande. Educación superior concentra cerca de un 22% del presupuesto de la cartera y educación inicial solo un 8%.

Nicolás Cataldo: "No tengo duda que sería muy dañino entrar en un nuevo ciclo de reforma educacional"

-¿Cómo se trabajará para reducir la brecha entre establecimientos públicos y privados?

Nosotros estamos trabajando muy fuertemente en el diseño de un plan sobre establecimientos emblemáticos que comprometimos en la ley de presupuesto. En segundo lugar, estamos trabajando ya en una mesa con expertos de todo el espectro político para proponer mejoras al sistema de admisión escolar, que también es parte de la agenda que tenemos 2025 en el plano legislativo.

El sistema de admisión, como sistema de admisión, cumple su rol y lo hace bien. Comparativamente, en los países serios, hay sistemas de admisión, y los sistemas de admisión tienen resultados que incluso no son tan eficientes como los que tiene el SAE. Otra cosa es que en algunos territorios, producto de la falta de planificación que ha habido en décadas anteriores, no tengamos oferta educativa suficiente para los estudiantes que llegan desde afuera.

-¿Qué aspectos del Sistema de Admisión Escolar (SAE) requieren mejoras?

Tengo una opinión, pero no me gustaría adelantarla porque precisamente el acuerdo que tomamos es que íbamos a conformar un espacio de trabajo técnico que está hoy día en pleno proceso de deliberación. A fin de mes tiene que concluir su trabajo y en febrero e inicios de marzo nos van a presentar sus propuestas. En abril presentaremos una indicación robusta a un proyecto de ley que está en trámite en el parlamento, particularmente en el Senado.

-¿Cómo evalúa la situación de los liceos emblemáticos y las críticas al fin de la selección?

Yo no creo que el tema pase por retroceder o meter más selección. Los problemas que tenemos hoy día en los liceos emblemáticos esencialmente tienen que ver con problemas de convivencia. Si uno mira los resultados de los liceos emblemáticos, aún tienen buenos resultados en general, a pesar de que han disminuido efectivamente en comparación a lo que tenían hace una década y media atrás.

El proceso de merma de sus resultados tiene data anterior. De hecho, empezaron a disminuir sus resultados mucho antes de que existiera el gobierno de la Nueva Mayoría y las reformas que derivaron, entre otras cosas, en el sistema de admisión escolar. Hay problemas de convivencia educativa, problemas de violencia escolar y también violencia que ocurre en esos contextos que lleva a que familias que antes podían ingresar a estas instituciones educacionales, hoy día no lo hacen porque buscan otra alternativa.

Por ejemplo, el año pasado se hicieron modificaciones a la infraestructura del Instituto Nacional que no se habían hecho en mucho tiempo. Todavía tenían salas de clases con pupitres empotrados en dinámica de auditorio que no permitía, por ejemplo, trabajo en grupo, obra muy frontal, cosas que son propias del siglo XIX, no del siglo XXI.

-¿La reforma educacional de 2016 está cumpliendo sus objetivos?

Toda reforma cuando es estructural requiere procesos de implementación, evaluación y corrección. Yo diría que la primera etapa de implementación fue deficiente y eso ocurrió en el anterior gobierno del presidente Piñera. Hay una responsabilidad de la actual oposición respecto a la fuerza que le puso a la implementación de iniciativas tan relevantes como la instalación de los servicios locales.

A nosotros nos correspondió evaluar y corregir. Estamos ya con las evaluaciones hechas y con las correcciones en proceso. De hecho, este gobierno es el que más servicios locales ha implementado y lo hemos hecho con calma, sin apurar el proceso. Los servicios locales que concentran poblaciones más vulnerables han ido cerrando esa brecha. Crecen más rápido que el resto del sistema en aprendizaje, mejoran los resultados de asistencia y retención escolar.

-¿Sería dañino impulsar una nueva reforma al sistema educativo?

No tengo ninguna duda de que sería muy dañino entrar en un nuevo ciclo de reforma. Creo que hoy día lo que hay que hacer es estabilizar el sistema, darle certeza, eso es lo que quieren las comunidades, permitir que las reformas que se iniciaron concluyan, evaluarlas, ponerle cariño a la educación pública.

El Estado requiere tener una fuerte presencia en materia educativa porque de esa forma es la única manera en que el derecho a la educación realmente se puede garantizar. Y yo creo que sería muy poco recomendable, por no decir nada recomendable, que hubiera un nuevo ciclo de reforma que venga a desmontar aquello que todavía no se ha concluido.

-¿Cuál es el balance de su gestión hasta ahora?

La evaluación la tendré que hacer con mi equipo una vez que terminemos el mandato. No estamos en momentos de evaluar aún, porque estamos en pleno proceso de trabajo. En un año y medio donde llegué con crisis, con conflicto, paros nacionales, huelga de profesores, el conflicto de Integra, hemos logrado ir estabilizando el sistema para poder poner en el centro los debates más relevantes. Todavía nos falta mucho para poder sacar conclusiones y las evaluaciones las haremos una vez que terminemos el mandato. No tengo duda que el presidente está evaluando nuestra gestión todos los días.

-¿El gobierno dejará un legado en educación?

Ya tenemos un gran legado en educación con el pago la deuda histórica, y esperamos dejar otros legados más, como dejar un proceso de implementación de los servicios locales adecuado, serio, rentable, un acuerdo en materia del sistema de admisión escolar que también estabilice este mecanismo, un legado en materia de financiamiento de la educación superior. Son esos los desafíos que tenemos hoy día y además otro legado importante es que este gobierno habrá iniciado la recuperación de aprendizaje en el contexto de la pandemia. Nos tocó asumir todos los efectos de la pandemia en materia educativa y eso ha sido una tarea muy importante que hemos estado desarrollando a lo largo de estos años.