La subgerente de salud ocupacional y calidad de vida de la empresa de salud laboral Workmed, Paz Pérez, entrega cuatro estrategias que permitirán a los trabajadores reducir su estrés laboral al mismo tiempo que potencian su productividad.

Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 22% de los trabajadores chilenos padecen niveles de estrés laboral alto.

En ese contexto, cuando los empleados establecen límites claros entre el trabajo y el tiempo de descanso, resultan ser hasta un 30% más productivos, de acuerdo con un estudio de la Universidad de Stanford.

Delimitar estos tiempos y reducir el estrés laboral puede resultar una tarea complicada. Sin embargo, Paz Pérez entrega cuatro herramientas orientadas a mejorar la calidad de vida y la productividad.

En primer lugar, la meditación y el mindfulness resultan estrategias que pueden reducir los niveles de cortisol en el cuerpo, también conocida como la hormona del estrés.

“Para aquellos que no pueden tomarse vacaciones, hay varios hábitos que emplear para despejar la mente del empleo", manifiesta.

Una segunda estrategia es realizar ejercicio regularmente, ya que también se libera el estrés acumulado y mejora el ánimo.

De hecho, según la OMS practicar 150 minutos de actividad física a la semana genera consecuencias positivas en la salud mental.

Otro punto clave es limitar el uso de dispositivos móviles y redes sociales durante el horario laboral. Esto ayuda a reducir la ansiedad y mejorar la calidad de descanso.

En ese sentido, la recomendación es suplantar el uso del teléfono por otro tipo de actividades recreativas como leer, pintar, cocinar o practicar deportes, indica la especialista.

Por último, es importante pasar tiempo con amigos y familiares ya que "proporciona un alivio emocional y mejorar el bienestar general", destaca.

De no hacer un cambio ni delimitar los tiempos de descanso y trabajo, los empleados se exponen a sufrir un burnout, es decir, un síndrome de agotamiento emocional, despersonalización y disminución del rendimiento.

Lo que a su vez conlleva problemas de sueño, ansiedad y depresión, dolores de cabeza, tensión muscular, problemas digestivos, explicó Pérez.