Investigadores de la Universidad de Nueva Caledonia, en colaboración con profesionales de Francia, Italia y el Centro de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánica (ESMOI), midió la presencia de contaminantes orgánicos persistentes (COPs), como pesticidas y PCBs, y  compuestos metálicos, en peces de arrecifes de coral en 27 sitios de nueve islas situadas en el océano Pacífico.

El propósito fue graficar la distribución espacial de estas sustancias, con el fin de identificar posibles variables que demuestran cómo se despliegan a través del océano.

Los resultados establecieron niveles bajos a moderados de contaminantes en las islas del Pacífico, pero con una extensa distribución y variación entre diversas áreas.

Rapa Nui, uno de las zonas más lejanas del estudio, indicó concentraciones mínimas de contaminantes en contraste con otras islas, especialmente en dos compuestos: mercurio y glifosato (herbicida de amplio espectro).

Conforme a la investigación, la escasa actividad agrícola e industrial en la denominada Isla de Pascua podría argumentar estos resultados, a diferencia de otras como Tonga, Fiji, Islas Salomón y Nueva Caledonia, donde se hallaron las mayores concentraciones de glifosato en los peces de arrecifes de coral.

Peces de arrecife de coral

Estos peces representan un sustento clave para las comunidades costeras del Pacífico. En Rapa Nui, los arrecifes de coral y la pesca poseen gran valor cultural y económico, en este caso, los bajos niveles de contaminantes representan un escenario positivo para la vitalidad del ecosistema y la seguridad alimentaria de las personas.

Hasta ahora la isla que pertenece a la Región de Valparaíso mantiene su resiliencia, mientras que el estudio advierte que la contaminación por metales y pesticidas está sumamente extendida.

En territorios como Nueva Caledonia y Fiji estas especies exhibieron los niveles más elevados de mercurio y glifosato, hecho que hace hincapié en la necesidad de un monitoreo continuo y estrategias para moderar los efectos de la contaminación a escala regional.

Dichos hallazgos contribuyen a una mejor comprensión de la dinámica que influye en la aglomeración de contaminantes en los peces de los arrecifes de coral del Pacífico.

Conservación del ecosistema marino

La protección de los ecosistemas marinos y el control de las actividades humanas en Rapa Nui serán cruciales para conservar bajos niveles de contaminación en el futuro, al respecto, los investigadores especifican que puede ser apta como un ejemplo de resiliencia para otras islas.

Sin duda, los resultados son relevantes para preservar este frágil ambiente, lo que genera una alerta sobre las acciones humanas en el ecosistema marino, las cuales regresan a través del consumo de peces.