Marcas outdoor transforman sus modelos para fabricar ropa más duradera y fácil de reparar
Mientras el fast fashion y la acumulación de residuos textiles intensifican la crisis ambiental, crece el impulso de marcas de ropa por transitar desde modelos de producción y consumo lineales, hacia un modelo sostenible.
En ese contexto, se ha puesto de moda que las marcas llamen a sus clientes a reparar o “enchular” su ropa en vez de tirarla. Pero el verdadero cambio hacia un modelo de negocio circular no solo implica reciclar la ropa, sino una transformación profunda en la forma de producir ropa, para hacerla más duradera y fácil de reparar.
Ropa circular en Chile
Este es el proceso que están transitando marcas de ropa como Patagonia, especializada en la vestimenta outdoor.
“Como parte del negocio textil, entendemos la calidad como una problemática medioambiental, y enfocamos nuestros esfuerzos en mejorar los procesos: desde pensar un producto, su durabilidad, versatilidad, reparabilidad, intercambio y venta como ropa usada”, explica Macarena Sánchez, gerenta de medioambiente de Patagonia Chile.
Este cambio en la forma de producir ropa, va de la mano con el compromiso que le pide la marca a sus clientes: “es el de entender que pueden minimizar sus impactos gracias a sus hábitos de consumo, de cuidado y de saber reparar”, agrega Sánchez.
Dicha estrategia no solo responde a una tendencia del mercado. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la circularidad se basa en varios principios: el primero, que se logra a partir del diseño de la ropa, es el de Reducir. Otros apuntan a procesos para mantener el valor de la ropa en el tiempo: Reutilizar, Reparar, Reacondicionar, Remanufacturar, Reconvertir y Reciclar.
En base a estos lineamientos, durante el 2023 el 85 por ciento de las empresas a nivel mundial aumentaron sus inversiones en mejorar la sostenibilidad de sus modelos de negocio.
Hacer durar la ropa
Desde Patagonia llaman a derribar el mito de que la ropa outdoor debe mantenerse lejos de lavadoras y secadoras. Por el contrario, explican que para obtener el máximo rendimiento es necesario lavar y secar a máquina, acción esencial para reactivar la repelencia al agua o la durabilidad de la pluma.
“Es importante el cuidado de los productos, ya que sin ellos sería difícil el reparar, revender o intercambiar. Pequeñas acciones son un acto radical. Promovemos la autonomía de los clientes, y que sepan reparar o parchar su ropa mientras están al aire libre. Mientras, mantenemos el servicio de reparación en todas nuestras tiendas y promovemos el intercambio y si hay que reparar, que sea usado. Ese es el ciclo completo de nuestra colección”, destacó Paula Vial, directora de procesos y nuevos negocios de Patagonia Chile.
La marca outdoor tiene disponible guías de reparación para realizar en terreno o en casa, ya sea para prendas técnicas como un wader o un traje de surf, como también para esas rasgaduras en terreno.
Apuesta por la ropa usada
Patagonia habilitó su colección de ropa usada. Diversos estudios han demostrado que aumentar la venta de ropa de segunda mano puede reducir significativamente las emisiones de dióxido de carbono, que aceleran el calentamiento global.
Para marcas textiles líderes en iniciativas medioambientales, las claves para reducir el impacto ambiental son extender la vida útil de los productos, minimizar los residuos, ofrecer servicios de reparación, reciclaje y reutilización de ropa. Así se puede fomentar el consumo responsable y logar un modelo de negocio circular que sea sostenible.