Francisco Huenchumilla: "En la DC tenemos que preguntarnos cómo fue que nos descapitalizamos siendo que fuimos tan grandes con Frei Montalva y Aylwin"
Sentado en su escritorio ubicado en la oficina parlamentaria de la DC en el piso 13 del Senado, el senador Francisco Huenchumilla recibe a El Desconcierto. Mientras escucha música navideña, se levanta de forma pausada y con una sonrisa comienza a hablar sobre su afición a la música. Asegura que siempre ha sido un fanático de el jazz y el tango, aunque también de los artistas de la Nueva Ola Chilena. Y aunque asegura no conocer mucho la “nueva música” -en referencia a la música urbana-, se muestra de acuerdo con que los artistas de ese género “algo importante tienen que decir” sobre la sociedad chilena.
Cuenta que está pronto a lanzar un nuevo libro. “Pido la palabra”, será el título del ejemplar en que relatará su experiencia en la Cámara y el Senado interviniendo en las discusiones que han marcado la política durante las últimas décadas. “Yo no preparo mis discursos, a diferencia de otros colegas. Yo me preocupo de estudiar los proyectos y materias en los que pido la palabra, y de ahí lanzarme”, dice el senador sobre su método.
Entrando a la arena política, Huenchumilla se explaya en el análisis del magro momento que atraviesa la DC, partido en el que ha militado por 60 años. Se pregunta: “¿qué nos pasó?”. La respuesta no la tiene del todo clara, asegura, ya que apunta a que es algo que el partido debe resolver a través de un nuevo congreso ideológico; algo pendiente desde hace bastante tiempo.
Y aunque valora la conducción de Alberto Undurraga y cómo éste ha logrado dar estabilidad al partido luego de la escisión de la DC y los malos resultados que han registrado en las últimas elecciones, el senador es sincero en señalar en que la tienda fundada por Eduardo Frei Montalva está en riesgo de desaparecer.
—¿Ha extraviado su identidad la Democracia Cristiana?
Yo creo que la pregunta que tiene que hacerse la Democracia Cristiana es cómo fue que fuimos tan grandes con Frei Montalva y con Aylwin cuando recuperamos la democracia, y nos descapitalizamos en los últimos 30 años. Hoy día estamos en la parte más baja de la tabla, porque estamos apenas sobre el 5% de representación. ¿Qué nos pasó? ¿Qué es lo que falló? ¿Acaso nos transformamos en una máquina de poder interna, donde lo que importaba era simplemente el control del partido? ¿Sucedió que no nos dimos cuenta que el mundo cambió dramáticamente, y hoy impera una nueva cultura con la revolución de las tecnologías? Yo creo que ese es un ejercicio que todavía está pendiente en la Democracia Cristiana y una demostración de eso es que no hemos logrado hacer un congreso en que podamos repensar nuestro papel en la política chilena. Creo que esa es la razón por la cuál hemos perdido identidad frente a la gente que se pregunta, ¿qué es la DC? ¿Cuál es su identidad? Entonces yo creo que esa es una tarea pendiente y ciertamente es un desafío si es que no queremos desaparecer.
-¿Hoy la DC está en condiciones de ofrecerle un proyecto país a la ciudadanía?
Lo primero que tiene que ofrecer la Democracia Cristiana al país es claridad sobre qué piensa sobre los distintos temas que dificultan la vida de la gente. Tiene que tener una respuesta actualizada respecto de cuáles son los temas de hoy. Evidentemente que hoy día el gran tema en Chile es el tema de la seguridad, pero también en otros grandes temas como lo son la salud donde tenemos hoy día grandes problemas. En ese sentido creo que más allá del partido, deberíamos todos estar de acuerdo con que la salud primaria es muy importante y, a la vez, una bandera de lucha para la Democracia Cristiana, es decir, vamos a fortalecer el Estado desde abajo.
-¿Cómo ve el presente de la militancia en la DC? Hace dos años hubo un momento muy duro cuando un grupo importante se fue del partido..
La DC ha tenido varios quiebres desde los tiempos de los años 60 de Frei Montalva cuando se fue el MAPU y la Izquierda Cristiana, un grupo que estaba más a la izquierda que trabajó con la Unidad Popular. Ahora ocurrió lo contrario: grupos que tenían una cierta concepción de centro derecha. Yo creo que a ellos les sucedió que, vislumbrando el triunfó del capitalismo en todas partes del mundo, pensaron “¿por qué no dejamos de pensar en la sociedad comunitaria y entramos derechamente a este sistema?".
Yo creo que por ahí pasó este quiebre, porque la DC históricamente nunca ha sido un partido de derecha. Nació yéndose de la derecha en el año 38, con Frei Montalva y otros, se fueron de la derecha. Nunca hemos sido gobierno con la derecha. Durante nuestros años de gloria con Frei Montalva tuvimos una oposición total de la derecha. Y cuando vino después vino la dictadura, lo mismo.
Históricamente, la DC siempre ha sido un partido más bien de centro, centro-izquierda. Y en ese entendido, evidente, cuando surgen estos grupos más cargados a la derecha, tarde o temprano se va a producir una escisión como la que se produjo. Súmale a eso el control del partido para llevarlo hacia ideas de derecha lo cuál no funcionó. Al final ese grupo terminó con la oposición. Eso significa que ellos tenían un problema ideológico de dónde estar.
-¿Se depuró el partido de alguna manera?
Estas cosas siempre tienen un trasfondo de otra naturaleza. Porque con la gente que se fue, éramos amigos de siempre. Nos conocimos por muchos años. Entonces siempre los quiebres son dolorosos. Es como un matrimonio que tú dices, está muy justificado, racionalmente está bien, pero siempre hay un dolor por dentro de decir por qué estuvimos tantos años juntos y qué nos pasó que hoy día estamos separados. Entonces siempre los quiebres llevan ese tipo de dimensión humana, porque con la mayoría de todos sus dirigentes nosotros estuvimos muchos años de caminar juntos en un proyecto que en este caso era el partido.
Yo creo que ellos se equivocaron. Su proyecto de centro-centro no ha logrado cuajar, porque se fueron bajo el alero de la derecha, están fagocitados por la derecha, y el nivel de movimiento que tienen es bastante reducido. Pero creo que podrían haber hecho las cosas mucho mejor si se hubieran quedado adentro.
-¿Cómo evalúa la conducción de Alberto Undurraga, considerando que asumió después de periodos convulsionados?
Yo creo que Alberto ha tenido el mérito de tranquilizar las aguas en la DC. Él tomó un partido con todas las crisis y ha logrado tener hoy día un partido dialogante interiormente, tener una cierta unidad para enfrentar lo que viene y esa no es una tarea sencilla cuando un partido está cruzado por fugas, decepciones, escisiones en el partido. Evidentemente que no vas a tener nunca la unanimidad pero hoy día el partido está mucho más tranquilo, mucho más reflexivo internamente que lo que fue antes que estuviera Alberto. Entonces él tiene ese mérito más convocante, más tranquilo, es muy importante la tranquilidad para enfrentar estos temas. Y por eso ahora la tarea es de qué manera podemos entrar de nuevo a iniciar un proceso de cambio y de recuperación de la Democracia Cristiana.
-¿Confía en que Alberto Undurraga pueda liderar el proceso de reposicionamiento de la DC?
Bueno, estamos en eso, yo lo estoy ayudando junto con la directiva. He hecho algunas contribuciones públicas, y también he elaborado algunas minutas estratégicas de carácter privado, para que iniciemos un proceso distinto con miras a las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales, y en la definición de coaliciones.
-Alberto fue criticado por algunos sectores de la DC por pactar con el PC en las pasadas elecciones, ¿cómo ve esa situación?
Yo siento que hay un anticomunismo trasnochado de la derecha.
-¿Sólo de la derecha? ¿No ve cierto anticomunismo en la DC?
Pero no como partido sino que hay algunos sectores. Hay que entender el proceso mundial del comunismo. El comunismo como modelo fracasó frente al capitalismo. Fue el único modelo que desafió al capitalismo en el año 1917 con la revolución bolchevique. Y ese modelo fracasó con la disolución de la Unión Soviética. Tanto fracasó que un país se convirtió en otro país. La Federación Rusa sustituyó a la URSS. Pero hoy día el comunismo se expresa de una manera distinta, se expresa en el modelo chino.
Por eso digo que la derecha es anticomunista aquí. Pero cuando le tocan a China, cuando están los negocios por medio, no son anticomunistas. Entonces, Chile y los grandes empresarios y los medianos y todos comercian mucho con China, pero no tienen ningún inconveniente que sea un país comunista desde el punto de vista político, desde el punto de vista de la democracia interna. Entonces, ¿cómo voy a creer yo en un anticomunismo así? Simplemente creo que ese anticomunismo es un caballito de batalla para llevar más agua a su molino.
-¿Por qué entonces hay sectores de la DC que resienten pactar con el PC?
La explicación es porque este permanente ataque anticomunista en las redes sociales, en sectores extremos de la derecha y de la derecha en general contra el comunismo hace mella en mucha gente. Entonces la pregunta no es si somos o no anticomunistas, sino que la pregunta es ¿cómo nos afecta el ir en coalición con el Partido Comunista? Tiene un efecto en nuestro electorado, porque nuestro electorado no es el mismo electorado del Partido Comunista, es un electorado más de centro, más moderado. Por lo tanto, se produce un efecto cuando la gente nos ve unidos con el Partido Comunista y mucha gente se retracta de apoyarnos.
Pero nosotros no somos anticomunistas, porque entendemos perfectamente ese rol que ha jugado el Partido Comunista en el mundo, y en Chile además también. No es un problema de anticomunismo, sino que es un problema de cómo es más eficiente una coalición.
Senador Huenchumilla: “No está en mis planes una candidatura presidencial”
-La DC ya notificó que sólo buscará una alianza con el Socialismo Democrático, ¿hay un riesgo de que el PS se vaya con toda la coalición oficialista y la DC quede sola?
Claro, existe ese riesgo. Por supuesto que el Partido Socialista nos diga, mire, nosotros nos vamos con toda la coalición, con el Frente Amplio, con el Partido Comunista. La respuesta nuestra es que nosotros no tenemos nada contra el Frente Amplio ni el Partido Comunista. Lo que estamos viendo es cuál es nuestro interés en materia electoral. Si pensamos que una coalición es más eficiente, vamos a ir por ahí. Entonces que a mí me digan simplemente la unidad por la unidad, quizá lo más eficiente para muchos es eso, pero no para la DC.
-¿Y respecto a la presidencial?
Nosotros tenemos que llevar un candidato más allá de las primarias totales del oficialismo. Nosotros queremos dos primarias. Naturalmente esperamos medirnos y queremos abarcar ese mundo de centro pensando nuevamente en la eficiencia del rendimiento del partido. Hay algunas cosas que pueden ser buenas para otros partidos, pero no necesariamente para nosotros. En ese sentido, creo que es muy importante lo que puede hacer la DC con el Partido Radical. A mí me parece que el humanismo laico y el humanismo cristiano deberían ir juntos. Deberían trabajar más cercanamente. Y si tú le sumas a los verdes y le sumas a los liberales, nosotros hacemos el 20%, lo que no es poco.
-¿Y usted estaría dispuesto a una candidatura? Se le menciona como posible candidato presidencial...
Sí, ese tema yo lo tomo con tranquilidad porque efectivamente mucha gente hace tiempo me dice que podría ser una opción. Pero siempre me he restado porque miro la vida con cierta tranquilidad a lo largo de los años. No hay lugar en el Estado donde no haya estado: estuve en La Moneda como ministro, alcalde, diputado, intendente. Entonces no tengo ansiedad, no están en mis planes una candidatura presidencial. Incluso no están mis planes si voy o no a la reelección, es una cosa que tengo que resolver aún, porque a esta altura de la vida veo un poco con más calma el acontecer político. Voy tranquilo por la vida y ligero equipaje. Así que no estoy pensando en eso, creo que hay que buscar por otro lado.
Huenchumilla sobre el gobierno: “El déficit de gestión política es total y parte desde el Presidente”
-En relación al gobierno, ¿ve alguna posibilidad de revertir el mal momento que atraviesa con casos como el de Monsalve y las reformas estancadas
Mira, yo tuve la experiencia de trabajar en el Comité Político del presidente Ricardo Lagos y trabajamos también en la presidencia de la Democracia Cristiana con don Patricio Aylwin. Yo siempre he pensado que los gobiernos, la mayoría de los gobiernos, pasó la Nueva Mayoría y después pasó con Piñera, siempre hay un déficit de gestión política.
Yo creo que el talón de Aquiles viene por el manejo de los intangibles, las crisis, el manejo de la toma de decisiones; cuando se bifurcan dos o tres caminos, tomes el camino correcto de cómo hacer las cosas bien. Pero en La Moneda y en el comité político no se maneja construir una casa o un camino, se maneja lo intangible y esa es la política más difícil. ¿Cómo reaccionar frente a lo que pasó con Monsalve? No hay un manual de cortapalo en La Moneda, en algún escritorio donde se diga mire, ‘usted frente a esto va a reaccionar de esta manera’.
Pero en este gobierno, que generó tantas expectativas porque una nueva generación de chilenas y chilenos, de jóvenes, se hizo cargo del Estado, con toda la esperanza que eso significó, de la nueva política, como decían ellos, bueno, el principal problema que tienen ellos es ese. Este es un problema de déficit de gestión política total, que va desde todos los sectores, y que parte por el Presidente.
-En el caso Monsalve, ¿cree que todo el mal diseño que se vio se debe a la falta de experiencia? El gobierno se autocatalogó como feminista…
Lo femenino no está en la decisión, lo femenino está en la reacción porque la pregunta es ¿qué hace un Presidente de la República cuando se entera que el jefe de la seguridad en el país, resulta que andaba en la parte baja de la tierra, cometiendo lo que cometió, desde el punto de vista político? ¿Qué debería hacer el Presidente? Esa respuesta fue una respuesta mal hecha, mal diseñada, y generó otras reacciones después
El Presidente no se equivocó en la toma de decisiones, se equivocó la importancia del personaje y lo que afectaba al gobierno en circunstancias que debían mantener su principio, porque eso te da credibilidad, el ‘caiga quien caiga’ cualquiera que sea.
-¿Cree que esta crisis afecta a la imagen a largo plazo del presidente Boric?
Yo creo que en la política en Chile y en el mundo pasan un par de años y las cosas rápidamente se olvidan. El Presidente y el Frente Amplio son un fenómeno político nuevo. Y no es un partido chico, que es un partido que tiene su bancada importante y hay un sector en Chile que cree en ese proyecto y por eso que el Presidente nunca ha bajado en las encuestas de un porcentaje interesante, cómo es estar siempre entre el 25 y el 30 y eso entonces le da una base de apoyo que es incondicional.
Además, Boric va a terminar su periodo con 40 años. Tenemos Boric para otros 40 años más. Yo creo que el presidente se va a reciclar y es un hombre inteligente. Va a ser más experto y experimentado. No me extrañaría que años más tarde volviera de nuevo y ya esto va a ser un episodio olvidado. No es un personaje que nosotros podamos decir, mire con esto se termina y lo veremos en el olvido.