De acuerdo con un estudio publicado en la revista Circulation, los chilenos consumen tres veces más bebidas azucaradas que el promedio mundial, provocando la muerte de 459 muertes por año asociadas a estos líquidos en el país.

El consumo de estos productos tienden a potenciar las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer.

Otra de los problemas relacionados al consumo de bebidas azucaradas tiene que ver con la generación de un mayor riesgo de fibrilación auricular.

Esto es, un tipo de latido cardíaco irregular que puede provocar graves consecuencias para la salud.

Sin embargo, consumir este tipo de líquidos también puede afectar el presupuesto familiar, ya que tienen un valor más elevado que las botellas de agua, por ejemplo.

De hecho, los hogares en el país destinan 10,38% de sus ingresos solo en bebidas y jugos, según constató la VII Encuesta de Presupuestos Familiares del INE.

Cifra que ha aumentando considerablemente al compararla con décadas anteriores, agregó Claudio Brinkmann, Co Fundador y CEO Maihue.

Pero esto no significa que el agua, por ejemplo, sea más barata en el mercado. De hecho, productores de agua embotellada han percibido una falta de políticas públicas para garantizar el acceso a este líquido potable.

"El hecho de tomar un recurso tan fundamental como el agua y venderlo a precios exorbitantes, siendo vendido mil veces más caro que su valor, generando un gasto per cápita, por lo menos en Chile, superior a los 130 mil pesos anuales. Es preocupante", indica Brinkmann.

Desde la otra vereda, si bien el consumo de agua ha aumentando durante los últimos año evidenciando una mayor conciencia sobre lo importante que es mantenerse hidratado, es la forma en cómo se produce lo que genera cuestionamientos.

Y es que la presencia de microplásticos en las botellas de agua también tienen efectos dañinos para la salud humana y el medioambiente.

Está demás agregar que se acumulan numerosas botellas en la basura que solo incrementan la crisis global de residuos plásticos.