Uruguay: El regreso del Frente Amplio al gobierno
Hagamos un poco de historia
El Frente Amplio (FA) nace en febrero de 1971 con una figura política histórica, Liber Seregnic como uno de sus principales fundadores. Es un frente integrado por partidos de izquierda y centro izquierda, el Partido Socialista del Uruguay (PSU), el Partido Comunista de Uruguay (PCU), la Democracia Cristiana, años después se integraría el Movimiento de Participación Popular (MPP), otras fuerzas políticas y sociales como del ámbito sindical (PIT-CNT), y del espectro progresista y de la izquierda, como Alianza Progresista, Vertiente Artiguista y Nuevo Espacio.
El FA gobernó por tres periodos: del 2005 al 2010 con Tabaré Vázquez, médico y miembro del Partido Socialista Uruguayo fue el primer presidente de la nación; luego José Mujica, del Movimiento de Participación Popular y ex militante del movimiento guerrillero Tupamaros, el cual ejerció la presidencia de 2010 al 2015 ; y, de 2015 al 2020, nuevamente, Tabaré Vázquez estuvo al mando de la nación, 15 años de administración del Estado Uruguayo.
Esto culminó en el balotaje del 2019, cuando el candidato de la derecha unida, con el apoyo de la derecha extrema de Cabildo Abierto, Luis Lacalle Pou, logró imponerse por un estrecho 1,6% de diferencia al candidato del FA, Daniel Martínez.
La primera vuelta y el balotaje
Habría que recordar los resultados de la primera vuelta presidencial del 27 de octubre pasado, en donde el FA con la dupla Yamandú Orsi y su candidata a vicepresidenta Carolina Cosse logran el 43,93% de los votos, los partidos de la derecha tradicional como el Partido Nacional con Álvaro Delgado queda con el 26,79% y el candidato del Partido Colorado, Andrés Ojeda alcanza el 16,02%. La Corte Electoral informó que el 89,1% acudió a las urnas a emitir su sufragio.
Gran participación electoral en estos comicios. Un hecho político importante en esta elección es que la extrema derecha representada por Cabildo Abierto sufrió una gran pérdida de sufragios quedando fuera del Senado. Además, al no haber alcanzado ninguno de los candidatos que postulaban a la presidencia el 50%+1, se hizo necesario una segunda vuelta convocada para el pasado domingo 24 de noviembre.
Los resultados presidenciales del balotaje dieron como ganador al representante del FA, Yamandú Orsi, profesor de historia, ex intendente de Canelones, miembro del MPP y considerado el delfín del ex presidente Pepe Mujica.
El FA se impuso con casi 50% de los sufragios por sobre el candidato de la derecha conservadora unificada del Partido Nacional y Partido Colorado, y con el apoyo de la extrema derecha, Cabildo Abierto, Álvaro Delgado, que logró un 45,7%, y con el 4,3% de votos blancos/anulados. En esta elección, el padrón electoral fue de 2.727.120 habilitados para sufragar, y hubo con una participación ciudadana electoral del 89% en esta segunda vuelta.
Luego de cinco años en la oposición el FA alcanza nuevamente la presidencia de este país de tres millones y medio de habitantes con un sólido sistema de partidos, y con un sistema democrático robusto. En la intervención de Orsi durante los festejos tras el triunfo del FA, éste enfatizaba: “Así se construye una república democrática. Larga vida a los partidos políticos y a nuestro sistema democrático. No hay futuro si el ponemos un muro a las ideas”.
El FA tendrá mayoría en el Senado, no así en la Cámara de Diputados. Los desafíos en el plano interno son enormes, partiendo por asumir seriamente el tema de la inseguridad y el combate al narcotráfico, una política de mayor inclusión social, mejoras en educación, salud y previsión social, políticas de crecimiento económico con una mejor distribución de los ingresos, serían algunos de los puntos iniciales en el primer periodo de gobierno.
Colofón
¿Qué significa el triunfo del FA en el plano externo, es decir para la región de América Latina y el Caribe (ALyC)?
El triunfo del FA del Uruguay en un país quizás el más pequeño de nuestra región significa un gran aliciente para la política exterior. En política internacional, el retorno del FA al gobierno implica también un balón de oxígeno para el mundo progresista y de izquierda en ALyC. En el reciente encuentro del G-20, en Río de Janeiro, cuatro presidentes latinoamericanos, Lula, Petro, Sheinbaum y Boric, fueron fotografiados.
Es una imagen significativa que podría reflejar posibles alianzas continentales frente a intereses y necesidades mutuas. En un futuro cercano, podrían unirse a este grupo el flamante presidente uruguayo Yamandú Orsi, junto con el presidente Arce de Bolivia, fortaleciendo de este modo una visión progresista y democrática en la región.
De este modo, se podría enfrentar de manera mancomunada los enormes desafíos globales y regionales que afectan a ALyC, como los temas de la seguridad, el narco tráfico, el crimen organizado, el cambio climático, la sustentabilidad económica, la lucha contra la pobreza -por nombrar algunos-, los cuales afectan severamente a las naciones latinoamericanas. Y en definitiva, Uruguay, con el presidente Orsi, será un aliado de Lula en el Mercosur con el objetivo de contener las extravagancias políticas del presidente argentino, Javier Milei.