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“La palabra es incertidumbre”: Alejandro Sepúlveda no descarta devastadora DANA en Chile
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“La palabra es incertidumbre”: Alejandro Sepúlveda no descarta devastadora DANA en Chile

Por: Carolina Ceballos | 11.11.2024
Según el experto de Mega, dada la nueva realidad climática que enfrentamos, todo puede suceder. “No se puede decir que va a pasar, tampoco descartar, aquí incertidumbre es la palabra que resume todo lo que estamos viviendo”, recalca.

Mientras España hace noticia por el impacto de DANA, evento metereológico que ha causado estragos en algunas zonas del país europeo seriamente afectadas por este fenómeno que se empezó a presentar durante la primera semana de noviembre, quisimos indagar en este, considerando además las posibilidades de que en Chile podamos enfrentarnos a él.

“DANA, Depresión Aislada en Niveles Altos, es el fenómeno que acá en nuestro país lo conocemos como baja segregada o núcleo frío en altura, es lo mismo, sólo que los españoles lo bautizaron como DANA o Gota fría”, recalca el periodista experto en meteorología, Alejandro Sepúlveda.

¿En qué consiste? “Es una verdadera burbuja de aire frío que ante el bloqueo de las altas presiones que no permiten las lluvias, se eleva más allá de los cinco mil metros, y pasa por arriba (de) las altas presiones, por eso se llama depresión aislada, porque es como una burbuja que se desprende de una masa de fría o de un sistema frontal frío, y se va sola”, detalla el también rostro de Mega.

Es “como que se le sale una burbuja al sistema frontal al que estamos acostumbrados en Chile”, ilustra.

“Y esa se va por arriba, es de lento desplazamiento, de desplazamiento errático, de repente se puede quedar una semana sobre un lugar o avanzar rápido sobre un lugar y no dejar absolutamente nada… dejar la tormenta que hubo en Valencia o pasar sin pena ni gloria”, explica.

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“La nube se desploma”

Su comportamiento, sostiene, “es muy incierto y de difícil pronóstico, es muy difícil de pronosticar, no es como los sistemas frontales que (tenemos) en Chile, donde tú sabes que está lloviendo en Puerto Montt, mañana va a estar lloviendo en Concepción... Lo típico que dicen, van a caer entre 20/30 milímetros, es lo más fácil de pronosticar, es una situación de la superficie, casi a ras de suelo… por eso sentimos el viento norte, uno dice ‘el aire está tibio’, aquí puede estar el día despejado”.

En el caso de una DANA, comenta, para el desarrollo de sus nubes, “las cumulonimbos”, que son las nubes de tormentas que tienen gran desarrollo vertical, que no solamente crecen para los lados, sino para arriba, siguen creciendo hacia arriba, tocan el cielo de la tropósfera, 12,14 kilómetros y empiezan a desparramarse para los lados, porque ya se acaba la tropósfera, ya no pueden seguir subiendo”.

“Y se alimentan de calor y del vapor de agua disponible en el ambiente, en este caso tiene al mar Mediterráneo sobrecalentado, que en el verano superó los 30 grados, aún le queda mucho de esa energía que capturó en el verano del hemisferio norte, entonces se está evaporando mucho, al evaporarse ese aire caliente, que es más liviano que el aire frío, ese aire caliente sube, al subir se va enfriando, se va condensando y pasa de vapor a agua y va nutriendo las nubes, las van engordando”, agrega detallando la génesis del fenómeno.

Y cuando las nubes “van ganando densidad”, complementa aludiendo a lo sucedido en España, “en algún momento ya la nube se desploma, no caen gotitas, o sea cayeron a tasa de 70 milímetros por hora, es mucha agua, más de un milímetro por minuto”.

Cayeron “70 milímetros por hora”

“Fueron 70 milímetros por hora, y el tema es que fue de lento desplazamiento, entonces quedó sobre gran parte de España rotando, descargaba la lluvia en el sudeste de España, en Cataluña, Valencia, y también cerca del límite con Portugal, en el mediterráneo español, por eso hubo también inundaciones en Lorca, Huelva”, dice.

Como comenta Sepúlveda, y de acuerdo a lo constatado a través de la información que llega desde el 'Viejo continente', el fenómeno “suma varios días, aunque lo fulminante fue de martes a miércoles de la semana (antes) pasada”.

“La DANA se alimenta, pero no alcanza a fortalecerse como para que llueva en toda España, entonces hay que ir viendo el pronóstico momento a momento, porque habitualmente esto se alimenta en las tardes-noche, el desastre fue como las siete de la tarde”, recalca.

“Y deja lluvias muy potentes, y sectorizadas además, no es que llueva en toda España, en toda la comunidad valenciana, incluso hay sectores en que ni siquiera cayó agua, pero recibieron el aluvión, se desbordó el río y se fue toda el agua abajo, fue el aluvión el que dejó la escoba, los estacionamientos se transformaron en trampas mortales”, complementa.

“El fenómeno existe en Chile”

¿Qué posibilidades tenemos de que esto ocurra en nuestro país?, es otra consulta que le formulamos al experto, quien deja claro que “el fenómeno existe en Chile, son las bajas segregadas”.

Ahora, sostiene, “afortunadamente tenemos el océano Pacífico más frío”, en el caso de España, “estamos hablando del mar Mediterráneo, de casi 30 grados, acá el océano en verano llega con suerte a 18 grados, al menos en la zona central, entonces la tetera no hierve tanto…”.

“Y es la evaporación la que alimenta esta nube”, insiste.

Siguiendo con su análisis, es claro. “Hemos tenido situaciones severas en Chile, sí, el aluvión de Copiapó, de Atacama el 2015, fue por una baja segregada que se mezcló con otro fenómeno, no fue una DANA sola, también tuvo que ver con la influencia del aire húmedo”, comenta.

Y agrega que, en este caso, “desde la Amazonia, se mezclaron dos fenómenos ahí, pero si (se) quiere ejemplificar con algo catastrófico que haya sido parte de una baja segregada, son los aluviones de Copiapó del 2015”.

“No se puede asegurar ni descartar nada”

Atendiendo al cambio climático, al desarrollo de una DANA en nuestro territorio, y a otras variables a las que el planeta se encuentra afecto, Sepúlveda es claro.

“Con las nuevas condiciones, no se puede asegurar ni descartar nada, la palabra es incertidumbre, tuvimos ahora en agosto, vientos de 124 kilómetros por hora en Santiago que jamás los habíamos tenido, si preguntabas antes, habría posibilidades de vientos de 124 kilómetros en Santiago, en Pudahuel, por la estadística uno diría ‘es muy poco probable’, no ha pasado nunca, no debiera, y pasó…”, recalca apuntando al frágil escenario en que nos encontramos.

Ahora, complementa, “ante estas circunstancias no se puede decir que va a pasar, tampoco se puede descartar, sino que aquí incertidumbre es la palabra que resume todo lo que estamos viviendo”.

Paralelamente, comenta que, encima, “las DANAS son de (muy) difícil pronóstico, yo seguí la cronología y AEMET, que es la empresa estatal de meteorología, lanzó durante mañana la alerta roja para Valencia, ahora no sé cuán internalizado tenía la gente que ante una alerta roja preventiva, había que tomar resguardo".

A ello, se suma que, según explica Sepúlveda, “muchas veces con estos fenómenos se emite la alerta roja y no pasa nada, es muy cambiante este fenómeno, pero como ahora hay cada vez más (variables) disponibles, cada vez hay más calor, los mares, los océanos están sobrecalentados, es más probable que sí ocurra a que no ocurra”.

Puede ocurrir “en cualquier momento, en cualquier sector”

En Chile, de producirse un fenómeno así, ¿cuándo se podría evidenciar?, Sepúlveda es categórico. “En cualquier momento, en cualquier sector”, aclara al tiempo que ilustra respecto de que “en cuanto a este fenómeno de bajas segregadas, siempre las zonas en que más se producen en Chile son la Región de Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, O’Higgins”.

“Producto de los sistemas frontales que bajan por la Patagonia, se desprende esta burbuja que decía, y se viene para acá”, recalca proyectando una eventual contingencia como la ocurrida en España.

Es en la zona centro norte, complementa, “donde más se produce la baja segregada”.

Eso sí, recalca que “este tipo de fenómeno, es más de media estación, de otoño, primavera, a veces se presenta también en verano porque necesitan calor para activarse, en invierno se presentan sí, pero no se activa cuando corresponde, se da más cuando hace calor, por eso muchas veces acá podemos tener 30 grados y tener granizos, lo que está muchas veces asociado a estas bajas segregadas”.

Urge tener radares, pueden “salvar vidas”

Frente a esta amenaza, ¿qué se le puede solicitar a la autoridad? “Lo que necesitamos urgente son los radares metereológicos que ha pedido la Dirección Metereológica durante muchos años”.

“De hecho, con los tornados que hubo en Concepción el 2019, el presidente (Sebastián) Piñera se comprometió a hacer los estudios para traer radares, pero después vino el estallido y la pandemia, y se ha ido postergando siempre”, complementa.

Y se trata de una necesidad no menor. “Es fundamental, lo que permiten los radares es meterte dentro de la tormenta, y decir: ‘va a haber una tormenta en Santiago y va a ser específicamente en La Florida, pero en Puente Alto no. Avisa exactamente dónde puede ser la tormenta, con esa precisión de Estados Unidos que nosotros admiramos”.

“Es urgente tenerlo, puede salvar vidas”, concluye.

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