Puja para que países ricos paguen por curar el daño a la naturaleza se toma la COP 16 en Cali
La “COP de los pueblos”, la “COP de la aplicación”, la “COP de la paz con la naturaleza”: la próxima cumbre de las Naciones Unidas sobre biodiversidad, la COP16, ya se ha ganado varias etiquetas. Pero independientemente de estos nombres, cuando gobiernos, expertos en conservación y empresas se reúnan en Colombia este mes, tendrán una agenda repleta para convertir la retórica sobre la protección y restauración de la naturaleza en acciones concretas.
COP 16
La COP16 es la 16ª Conferencia de las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas, un tratado creado en 1992 para impulsar una acción mundial común en favor de la conservación de la biodiversidad, el uso sostenible de sus componentes y el reparto equitativo de los beneficios derivados de los recursos genéticos. En la actualidad, el CDB cuenta con 193 países miembros, y solo cuatro Estados miembros de la ONU aún no son parte: Andorra, Sudán del Sur, Estados Unidos y el Vaticano.
La ciudad colombiana de Cali acogerá la COP16 después de que el anfitrión original, Turquía, se retirara tras un devastador terremoto en febrero de 2023. Las negociaciones comenzarán el 21 de octubre y finalizarán el 1 de noviembre.
Objetivos de la COP16
La COP16 se centrará en la aplicación del pacto mundial sobre la naturaleza acordado en la última cumbre de diciembre de 2022. Los cuatro objetivos a largo plazo y las 23 metas específicas del Marco Global para la Biodiversidad (GBF, por sus siglas en inglés) de Kunming-Montreal tienen como misión general detener e invertir la pérdida de biodiversidad para 2030.
Entre los principales objetivos figuran la conservación del 30% de la superficie terrestre y del 30% de los océanos del planeta para 2030, el aumento significativo de la financiación para la protección y restauración de la naturaleza, la reducción del impacto de las especies invasoras, la disminución de la contaminación por pesticidas y plásticos, la gestión sostenible de la agricultura y la priorización de la participación de los pueblos indígenas y las comunidades locales.
Cuando comience la COP16, se espera que los países hayan presentado las actualizaciones de sus Estrategias y Planes de Acción Nacionales sobre Biodiversidad (EPANB) para alinearlas con los objetivos del GBF. Si no pueden completarlos a tiempo, pueden presentar objetivos nacionales. A finales de septiembre, 24 países habían presentado sus EPANB al CDB, mientras que 72 solo habían presentado objetivos.
En la reunión se identificarán los obstáculos y oportunidades relacionados con las EPANB, y se debatirá cómo supervisar, informar y revisar los avances, incluido el uso de indicadores específicos.
También se espera que la COP concluya las negociaciones sobre el reparto de los beneficios derivados del uso de la Información de Secuencia Digital (DSI, por sus siglas en inglés) sobre recursos genéticos vegetales y animales, incluida la creación de un nuevo fondo mundial que ayude a cubrir el déficit de financiación de las iniciativas de protección y restauración de la naturaleza.
Los negociadores de este tema se reunieron en agosto para acordar un proyecto de acuerdo. Aún quedan muchos elementos por decidir, entre ellos quién contribuirá al fondo, cómo se gestionará y quién recibirá la financiación.
Otros temas son la creación de un órgano permanente en el marco del CDB para mejorar la participación de los pueblos indígenas y las comunidades locales; un plan de acción mundial para integrar las políticas sobre naturaleza y salud; orientaciones voluntarias sobre la gestión de especies exóticas invasoras, una de las principales causas de pérdida de biodiversidad; y una actualización de la Estrategia Mundial para la Conservación de las Especies Vegetales.
Personas clave en la COP
Susana Muhamad, ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia desde 2022, dirigirá las negociaciones como presidenta de la COP. Exsecretaria de Ambiente de Bogotá, la capital de Colombia, ha ganado reconocimiento por su dedicación a las causas ecológicas y su firme defensa del proceso de paz del país, y ha dirigido programas de asistencia técnica sobre cambio climático y conservación.
La COP16 será la primera gran negociación de Astrid Schomaker en su nuevo cargo de Secretaria Ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica de la ONU. La ex diplomática alemana de la Comisión Europea asumió el cargo a principios de este año.
Países con un rol clave
Colombia, el país con mayor biodiversidad del mundo por kilómetro cuadrado, ha organizado el evento bajo el lema “Paz con la naturaleza”, lo que refleja su deseo de iniciar un movimiento de masas para cambiar la relación de la humanidad con la naturaleza de explotadora a cooperativa. Sin embargo, Colombia también encabezó por segundo año consecutivo un ranking mundial sobre asesinatos de defensores del medioambiente, con 79 asesinatos solo en 2023.
Junto con Alemania, Colombia ha puesto en marcha el acelerador de las EPANB, que proporciona acceso a apoyo financiero y técnico a los países que están desarrollando sus planes nacionales de biodiversidad. Costa Rica, Francia y el Reino Unido promueven la Coalición de Alta Ambición para las Personas y la Naturaleza.
Representantes del Reino Unido y Malawi copresiden las conversaciones sobre reparto de beneficios y DSI. El Reino Unido, Ecuador, Gabón y Maldivas piden a los gobiernos que respalden el plan “Visión política: Un plan de 10 puntos para financiar la biodiversidad” con el fin de apoyar su protección, conservación, restauración y uso sostenible. Mientras tanto, un grupo de países en desarrollo liderados por Nigeria ha formado una Alianza Ministerial para la Financiación de la Naturaleza.
La financiación
Los países acordaron en el marco de Kunming-Montreal que se necesitaban al menos 200.000 millones de dólares anuales para financiar la protección y restauración de la biodiversidad. Esta cantidad procederá de diversas fuentes, como fondos públicos para proyectos nacionales y donaciones internacionales, contribuciones del sector privado y mecanismos de financiación innovadores como pagos por servicios ecosistémicos, bonos verdes, compensaciones y créditos por biodiversidad y mecanismos de reparto de beneficios.
Desde la COP15, el CDB ha creado el Fondo Marco Mundial para la Biodiversidad. Este fondo ya está operando y se han tomado medidas para garantizar un desembolso rápido y flexible de los fondos. Sin embargo, hasta la fecha solo siete países han aportado, por un total de 243.86 millones de dólares, según el Fondo para el Medioambiente Mundial de la ONU.
Esta cifra es muy inferior al mínimo de 20.000 millones de dólares anuales que los países desarrollados se comprometieron a proporcionar a las naciones más pobres para 2025, y que aumentará hasta al menos 30.000 millones de dólares anuales para 2030.
Los activistas sostienen que los avances en la promesa de 20.000 millones de dólares son fundamentales para fomentar la confianza entre las naciones más ricas y las más pobres en la COP16. Gran parte de la biodiversidad que queda en el mundo se encuentra en países en vías de desarrollo, lo que significa que tendrán una parte desproporcionada de la responsabilidad y los costos de salvarla. En junio, un grupo de organizaciones lanzó una campaña mundial para alcanzar el objetivo de 20.000 millones de dólares para 2025.
De cara a la COP16, el CDB ha estado hablando con los gobiernos para que aumenten las contribuciones al fondo.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente organizará una jornada sobre finanzas en la COP16 para empujar a los ministros de finanzas, directores ejecutivos y otros líderes de la biodiversidad y las finanzas a debatir y colaborar en este tema.
Se espera que China lance la primera convocatoria de propuestas para su fondo de biodiversidad de 1.500 millones de yuanes (233 millones de dólares) destinado a apoyar proyectos en países en desarrollo. El fondo se anunció originalmente en octubre de 2021.
El fondo DSI, cuya creación está prevista para la COP16, también podría desempeñar un papel importante a la hora de abordar el déficit de financiación. Las estimaciones facilitadas al CDB antes de las negociaciones de agosto sugerían que el fondo podría generar entre 1.000 y 10.000 millones de dólares al año.
Los países también se comprometieron a reformar las subvenciones que perjudican a la naturaleza. Sin embargo, estas aumentaron un 55% hasta los 1,7 billones de dólares entre 2022 y 2023, impulsadas en gran medida por la duplicación de las ayudas al consumo de combustibles fósiles, según el último informe anual del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente sobre la financiación de la naturaleza. Schomaker ha admitido que la cuestión de las subvenciones es “muy, muy delicada”.
¿Quiénes asistirán a la COP16?
La secretaría del CDB espera más de 14.000 asistentes a la COP16, incluidos delegados de países signatarios del CDB y de otros que no lo son (como EE.UU. y el Vaticano), al menos 12 jefes de Estado, entre ellos los de Brasil, México, Honduras y Guinea-Bissau, y 100 ministros y representantes de las carteras de medioambiente, finanzas y agricultura.
También estarán presentes representantes de pueblos indígenas y comunidades locales, gobiernos subnacionales, sociedad civil, grupos de mujeres, jóvenes, empresas y el mundo académico.
¿Cómo se medirá el éxito de la COP16?
Según Muhamad, que intervino en una conferencia de prensa en septiembre, la presidencia colombiana aspira a obtener tres resultados principales en la COP16. En primer lugar, quieren que todos los sectores de la sociedad se comprometan con la COP; en segundo lugar, quieren que los gobiernos y las sociedades consideren que la protección y la restauración de la naturaleza son igual de importantes que la descarbonización; y, por último, esperan llegar a un acuerdo sobre el fondo DSI.
Organizaciones como WWF apuntan a que se finalicen las EPANB, que se acuerde un marco de seguimiento sólido, una mayor confianza en los compromisos financieros, medidas concretas para hacer frente a las causas de la pérdida de biodiversidad, una mejor integración con la política climática mundial y un acuerdo sobre el fondo DSI.
Las empresas alineadas con la coalición Business for Nature han pedido a los gobiernos que adopten y refuercen políticas y normativas sobre la naturaleza, incluidas prohibiciones estrictas de la conversión del uso comercial o industrial del suelo o de la extracción de recursos en las zonas más protegidas, y obligaciones de restauración a nivel de proyecto cuando los impactos sean inevitables.