Tehani Staiger, FICValdivia: "Las multisalas le han dado la espalda al cine chileno"
El cine chileno enfrenta un desafío entre la producción y la distribución: mientras se realizan más de 40 películas al año, estas apenas llegan a las pantallas nacionales y, si lo hacen, muchas no pasan de la semana de exhibición. "Solo el 10% de las comunas de Chile tiene salas de cine", afirma Tehani Staiger, directora de Encuentros Australes del Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICValdivia), quien en entrevista con El Desconcierto aborda esta problemática y presenta una iniciativa para descentralizar la industria cinematográfica en Chile.
El programa MATCH, una convocatoria inédita de Encuentros Australes, busca potenciar las relaciones profesionales entre regiones y la industria del cine. La convocatoria, que cerró el 23 de agosto, recibió 61 postulaciones de empresas y profesionales de diversas regiones del país, seleccionando a 11 participantes que abarcan desde empresas de composición musical y animación hasta guionistas y montajistas.
En este contexto, Staiger comparte sus expectativas sobre la nueva política audiovisual que prepara el Ministerio de las Culturas, encabezado por Carolina Arredondo, y enfatiza la importancia de la descentralización en el desarrollo del sector cinematográfico nacional.
-¿Cuál es la importancia de Encuentros Australes del FICValdivia y cómo está impactando en las distintas comunidades fuera de Santiago?
Nuestro programa siempre ha tenido como objetivo descentralizar tanto la oferta cultural como las prácticas culturales. Estamos en Valdivia y constatamos que el 70% de los contenidos, por lo menos en el área audiovisual, se producen en la Región Metropolitana. Eso no tiene que ver con que no haya talentos audiovisuales en las regiones, sino con diversas barreras de acceso o de ejecución del audiovisual. Es por esto que este año abrimos un programa llamado MATCH donde pueden postular todas las regiones menos la Metropolitana.
-¿Cómo están abordando la concentración de la producción audiovisual en Santiago con el programa MATCH?
Lo que decidimos hacer es una especie de espacio que busca hacer que se encuentre la oferta con la demanda. Abrimos una convocatoria a todas las regiones del país, a personas que trabajan en el ámbito de la economía creativa. Esas personas van a poder ofrecer sus portafolios y sus servicios a los cineastas que participan en el festival y a los productores.
El cine es una industria absolutamente globalizada, no solamente en su circulación, sino también en sus modelos de producción. Esto significa que podemos hacer postproducción en Arica, tener una segunda unidad filmando en Magallanes, o escribir un guion desde cualquier lugar del país. Esta característica del cine contemporáneo nos ofrece una oportunidad única para combatir la concentración que existe en el desarrollo de los oficios culturales. Aprovechando esta naturaleza global de la producción cinematográfica, podemos fomentar la participación de talentos regionales en proyectos nacionales e internacionales, contribuyendo así a la descentralización del sector.
-¿Cuál es el estado en el que encontraron las industrias creativas en las distintas regiones?
Recibimos postulaciones de Arica a Magallanes y hay talento de primer nivel en todas las regiones; hay buenísimos diseñadores, animadores, fotógrafos, guionistas, postproductores, empresas de servicio. Lo que pasa es que esas empresas y esos profesionales tienen efectivamente menos oportunidades de desarrollo. No hay diferencia en los talentos. La diferencia está en los niveles de desarrollo de negocios, no de desarrollo de talento.
-El Ministerio de las Culturas está en proceso de diseñar la nueva Política Nacional Audiovisual para los próximos cinco años. En este contexto, ¿qué esperan ustedes de esta política y cómo están contribuyendo desde el FICValdivia a su elaboración?
Nos vamos a enfocar en los temas que nos resultan más pertinentes como festival. Principalmente, vamos a hablar sobre la difusión y circulación de las películas nacionales, que es uno de los problemas más serios que tiene nuestro sector. Es una paradoja: producimos muchas películas, pero no circulan. Estamos hablando de más de 40 películas al año que no logran llegar a su público.
En el marco de nuestro espacio de reflexión "Voces", vamos a tener una mesa de discusión sobre este tema que será crucial. Hemos invitado a representantes de todos los gremios del sector y a la institucionalidad para debatir estos desafíos.
Después de esta mesa, vamos a transformar esa conversación en un insumo concreto de propuestas que le entregaremos al Ministerio. Nuestra intención es que el FICValdivia, como espacio de encuentro y reflexión del sector, pueda contribuir de manera significativa al diseño de esta nueva política audiovisual. Queremos que las voces de las regiones y las necesidades específicas de la circulación del cine chileno sean escuchadas y consideradas en este proceso.
-En los últimos años, se ha generado un debate sobre la relación entre el cine chileno y su audiencia. Algunos críticos argumentan que el se le ha dado la espalda al público nacional, mientras que otros señalan problemas estructurales en la distribución. En este contexto, ¿cuál es su visión sobre esta problemática?
Te pongo un punto de vista distinto: ¿cómo es posible que nuestros públicos se conecten con nuestras películas si solo el 10% de las comunas de Chile tiene salas de cine? No tenemos las condiciones basales para decir si el cine chileno le da la espalda al público o viceversa. Lo que tenemos son unas condiciones muy malas para la exhibición y distribución.
Es importante entender que este no es solo un problema de preferencias del público, sino de acceso. La mayoría de los chilenos simplemente no tienen la oportunidad de ver cine nacional en una sala, aunque quisieran. Además, las multisalas, que son los principales espacios de exhibición en el país, después de la pandemia le han dado la espalda al cine chileno. Los horarios son malos, las permanencias son cortas y la promoción es mínima.
La situación ha llegado a tal punto que hoy día a muchas películas chilenas no les interesa estrenar en multisalas porque no ven en ellas un espacio pertinente. Prefieren buscar circuitos alternativos o plataformas de streaming, lo cual también limita el acceso de ciertos sectores de la población.
Este es un problema complejo que requiere soluciones multifacéticas. Necesitamos políticas públicas que fomenten la creación de más espacios de exhibición, especialmente en regiones. También es crucial repensar los modelos de distribución y explorar nuevas formas de llegar al público, ya sea a través de plataformas digitales, circuitos itinerantes o colaboraciones con centros culturales y municipalidades. Solo así podremos realmente evaluar la relación entre el cine chileno y su público potencial.
-¿Cómo evalúa el rol que ha cumplido el Ministerio de Cultura de la administración del Presidente Boric en relación a las industrias culturales?
El Presidente Boric ha dicho dos veces que le interesa financiar de una manera importante en términos de presupuesto al sector y al Ministerio de las Culturas. Las expectativas nuestras son altísimas y creemos que tiene que ver con, en el fondo, terminar de asumir que el FICValdivia, al igual que otros espacios, es un brazo ejecutor de la política pública. Tenemos la expectativa de que a partir del próximo año el centro cultural que acoge al festival sea visto por el ministerio como una organización colaboradora y sea financiada de manera no concursable.