Cuando el reloj marcaba los 91 minutos en el ajustado empate 1-1 de Colo-Colo ante River Plate por la ida de los cuartos de final de Copa Libertadores, el chileno Paulo Díaz de los trasandinos y el zaguero Maximiliano Falcón de los albos se metieron en muchos problemas.

En un córner, se dieron pechazos, insultos y golpes, lo que derivó que el juez brasileño Raphael Claus decidió mostrarle amarilla a ambos. Lejos de aplacar los ánimos, siguieron dándose hasta que Díaz agredió con empujón y golpe en el pecho a Falcón.

Sin embargo, el árbitro resolvió con la segunda amarilla y consiguiente expulsión de ambos, provocando que ambos se lanzaran garabatos y amenazas en su salida a camarines.

Ante esto, el presidente de Blanco y Negro Aníbal Mosa dijo que “esto fue una vergüenza con todas sus letras. El pisotón de Enrique Borja sobre Emiliano (Amor) es una asquerosidad. Eso es tarjeta roja en cualquier parte. Después, la expulsión de Falcón fue injusta… Eso no se ve en ninguna parte. A pesar de haber tenido a este árbitro en contra, hicimos un muy buen partido”.

“Nosotros creemos que los árbitros no deben ser protagonistas, pero este señor jugó en contra de Colo-Colo”, añadió.

Para cerrar, Mosa dijo que “ojalá que Conmebol tome nota sobre esta situación. Este tipo de jueces no pueden dirigir por un buen tiempo. Lo único que hace es echar a perder el espectáculo (…) Hablaremos con nuestros abogados, conversaremos con ellos, quienes están estudiando las imágenes. Nosotros esperamos la posibilidad de apelar. Como habrán visto, eso no es expulsión. Falcón me contó que Paulo Díaz le dijo de todo, no sabemos por qué fue esa reacción del árbitro”.