Científica anticipa que habrá desierto florido en primavera, tras lluvias de invierno
Bajo el suelo árido del desierto, en zonas costeras e interiores de las regiones de Coquimbo y Atacama, duermen cientos de plantas en estado latente, esperando las lluvias de invierno para poder florecer en primavera, dando paso al desierto florido.
Este año, tras las inusuales lluvias en mayo, se pudieron ver, y en algunas zonas se siguen viendo, floraciones en ambas regiones. Especialistas hablaron de una floración invernal anómala y quedó planteada la pregunta de si habría desierto florido esta primavera.
Ahora, la doctora Alejandra Stoll del centro científico CEAZA de Coquimbo, anticipa que tras las lluvias que se dieron en invierno al menos en la región de Coquimbo habría desierto florido en primavera.
Según la especialista ya se han comenzado a ver brotes tempranos, lo que coincide con recuentos en redes sociales donde se registra el florecimiento en cerros de Vicuña en el Valle del Elqui durante los primeros días de septiembre.
Lo que no es fácil de anticipar es la intensidad, extensión y ubicación del fenómeno ni su duración. La científica explica que en las zonas costeras es común ver una gran diversidad de flores en espacios reducidos, mientras que hacia el interior se suelen dar mantos extensos de un solo color.
¿Floración o desierto florido?
Según explican profesionales de Conaf, el desierto florido tiene como característica que ocurre en primavera, entre septiembre y noviembre. Las floraciones de invierno, por tanto, no serían una manifestación del desierto florido como tal.
Además, las floraciones actuales son aisladas y de algunas especies en específico, mientras que el desierto florido manifiesta una gran variedad de especies y activa una cadena trófica de invertebrados, reptiles, polinizadores nativos, aves y mamíferos, lo que aún no estaría ocurriendo.
Parque y monitoreo
El desierto florido está protegido desde julio de 2023 dentro de un Parque Nacional de 57mil hectáreas en la comuna de Copiapó en Atacama, creado específicamente para resguardar las especies de flores del desierto y también la fauna que prolifera cuando ocurre el fenómeno, entre las que se encuentra la mariposa de Monroy, la vaquita del desierto, el insecto joya o el caracol de arena.
Además, en agosto se inauguró una estación meteorológica en pleno parque, para medir las condiciones de humedad y temperatura en tiempo real, entregando datos a fin del invierno que permitan anticipar con más precisión si el desierto florido va a llegar en primavera o no.
Foto: Agencia UNO.