En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados, convirtiéndose en una herramienta poderosa y presente en nuestra vida diaria. Estos progresos no han estado ajenos de polémica como la ocurrida recientemente, cuando ante la consulta a Chat GTP sobre cuál es la carrera más fácil en Chile, la respuesta fue Pedagogía en Educación Física (ejercicio realizado por un portal de noticias nacional). Para entender el trasfondo de esta controversia, es esencial explorar cómo las IA se alimentan de las publicaciones en redes sociales y sus sesgos.

Las inteligencias artificiales, en su forma más básica, son sistemas que aprenden de grandes cantidades de datos. Estos provienen de diversas fuentes, incluyendo libros, artículos científicos, y cada vez más, de las redes sociales. Un espacio donde las personas expresan libremente sus opiniones, comparten experiencias y, en general, reflejan sus puntos de vista sobre una variedad de temas.

Sin embargo, este proceso no es perfecto ni imparcial. Las opiniones expresadas en redes sociales no son necesariamente representativas de la totalidad de la sociedad y están cargadas de los prejuicios y sesgos de las personas usuarias que las publican.

Pero, aún entendiendo que estas opiniones pudieran tener algún grado de sesgo, la idea subyacente a esa respuesta obtenida por Chat GTP es que la sociedad nos percibe como una carrera fácil en sus publicaciones en la red. Y pese a no estar de acuerdo con esa percepción, la intentaré explicar.

La presencia de ciertos deportes como contenido hegemónico podría derivar en la sensación que solo enseñamos cuatro o cinco deportes. Y si bien el deporte debería ser utilizado como un medio para el desarrollo motriz, sin embargo, se ha convertido en un fin en sí mismo, con foco en el desarrollo técnico de su ejecución.

Y si bien es una actividad con múltiples y relevantes beneficios en la formación de las personas, también posee algunas características que no son favorables en el espacio de la educación física, como la discriminación, el foco en el rendimiento físico y un reduccionismo de la experiencia motriz.

Solo enseñar deportes podría hacer parecer que fuera un trabajo sencillo. Pero al preguntarle a la IA cuáles son los conceptos más relacionados con educación física menciona salud en primer lugar y los deportes en segundo lugar, sin hacer mención a la actividad física, que es un concepto clave.

Por otro lado, lo cierto es que hacer clases no es fácil. Los docentes enfrentan a diario escenarios inciertos, de numerosos grupos de niños, niñas y adolescentes. El motivar tampoco lo es, ni menos enseñar hábitos.

No es como el conocimiento puro y duro que eventualmente se podría aprender de forma mecánica y muy rápida con algunas habilidades superiores. El hábito requiere práctica, constancia, perseverancia y disciplina, y en el caso de la actividad física solo se aprende en su realización, en el hacer. Un hacer que al mantenerse en el tiempo genera importantes beneficios a las personas. Y eso no es fácil de enseñar.

Lejos de ofendernos y sentirnos pasados a llevar, debemos escuchar el mensaje y tomarlo como una oportunidad para mejorar la percepción sobre nuestra profesión, realizando clases que impacten positivamente en las vidas de nuestros estudiantes.

Para ello debemos recurrir a una amplia y variada gama de expresiones motrices que les permita a nuestros estudiantes encontrar su lugar en el mundo de la actividad física. Este es el verdadero sentido de la educación física.

Circo, yoga, pilates, meditación, parkour, colpbol, los juegos cooperativos y distintas expresiones de la danza como k-pop, breaking, danza afro o moderna deben ser parte del repertorio de nuestra maravillosa asignatura. Utilicemos esta desafortunada polémica como una oportunidad de cambio, para mejorar la percepción sobre nuestra profesión.

Crédito de la fotografía: Agencia Uno