Miyawaki: El método que convierte suelos dañados de Chile en bosques nativos en menos de 10 años
Aunque fue inventado en Japón, el método Miyawaki de reforestación parecía perfecto para Chile. Logra acelerar en diez veces el crecimiento de un bosque, eligiendo especies nativas adaptadas para el lugar y restaurando el suelo antes de plantar.
Es eficaz en climas mediterráneos como el de Chile central, que ha perdido aceleradamente su bosque esclerófilo con especies que solo existen en el país, y que están adaptadas a un contexto seco, que cada vez es más común en el país.
Por esto, distintas organizaciones chilenas que se dedican a la restauración ecológica adoptaron el método y han plantado más de 30 bosques esclerófilos de rápido crecimiento en el centro de Chile. En solo dos años, los suelos que estaban pelados muestran una frondosa vegetación con plantas más altas que una persona.
Tras acumular varias experiencias exitosas, la técnica Miyawaki ha sido adoptada y promovida por gobiernos regionales e instituciones públicas como Conaf por su eficiencia hídrica, bajo costo de mantención y capacidad para crecer en áreas urbanas ofreciendo espacios de educación ambiental para comunidades.
Además, son una solución hídrica. Según explica el agrónomo Jorge Núñez a la Fundación Chile, los árboles captan agua, que sube por el sistema vascular de la planta y es liberada al ambiente por medio de intercambio gaseoso, además de generar materia orgánica que retiene la humedad en el suelo y establece condiciones para que las aguas que caen logren infiltrarlo y rellenar los acuíferos subterráneos.
¿Cómo funciona?
Según explica el director de la fundación Symbiotica, Gabriel Orrego, el primer paso es descompactar el suelo, airearlo y agregarle materia orgánica, para que quede poroso, rico en nutrientes y oxígeno.
Luego, se planta en gran densidad: cerca de tres individuos por metro cuadrado, eligiendo especies nativas que estén adaptadas al clima local, variando entre árboles, arbustos y herbáceas trepadoras.
Se varía entre 25 o más especies por bosque, logrando cubrir el suelo de una alta biodiversidad y dejándolo menos expuesto a la radiación solar. La competencia y colaboración que se da entre las distintas especies en un espacio acotado, y la adaptabilidad de éstas al clima local, hace que los bosques crezcan más rápido. Así, se pueden obtener bosques adultos en menos de 10 años.
Bosques Miyawaki en Chile
Un bosque Miyawaki emblemático se plantó en un área verde que era usada como basural en el Hospital Sótero del Río y ahora es una zona de cuidados paliativos y distención entre pacientes. Fueron niños y niñas del área de pediatría del hospital quienes le pusieron el nombre al bosque: Trapa Trapa. El bosque fue ideado por Symbiotica.
Otro pequeño bosque crece en pleno Santiago Centro, dentro del Museo Taller en el barrio Yungay. Fue diseñado por Bosko y plantado junto a voluntarias y voluntarios de la zona. Ahora, personas que viven en medio del área urbana pueden conocer una pequeña muestra del bosque esclerófilo, con especies altamente amenazadas y que solo existen en Chile.
Bosques con esta técnica están creciendo dentro de recintos universitarios, parcelas particulares, parques nacionales, escuelas y hospitales, en regiones como Valparaíso, Santiago, O’Higgins o incluso Los Lagos.
Foto: Bosko