Chile ha estado en las noticias a nivel internacional en los últimos años por la magnitud y letalidad de sus incendios forestales. A las malas prácticas forestales y de crecimiento urbano sin planificación, se le suma un escenario climático de sequía y calor que propicia estos eventos aún más a futuro. Para enfrentar el escenario, el país ha acudido a nuevas tecnologías.

Inteligencia artificial

Una de ellas es la inteligencia artificial, que ha irrumpido en la vida cotidiana durante los últimos años con cada vez más fuerza, entregando posibilidades de análisis y predicción de datos e imágenes antes impensadas.

Para aprovechar estas posibilidades, se instaló este año una cámara con inteligencia artificial en la cima del Costanera Center en Santiago, que monitorea 18 mil hectáreas de Lo Barnechea, Vitacura, Providencia, Las Condes, Ñuñoa, La Reina, Peñalolén y La Florida.

Otra cámara igual fue instalada en la comuna de San Pedro de Melipilla, y ambas monitorean las áreas vegetales de la Región Metropolitana detectando de forma temprana columnas de humo y alertando a las autoridades de CONAF.

Estas tecnologías también se orientan a prevenir y fiscalizar las quemas agrícolas ilegales, que aunque en la región no han significado un riesgo de incendio, sí incrementan la grave contaminación atmosférica.

En la misma línea, el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (que agrupa a 12 universidades) está instalando un sistema piloto de detección temprana de humo y fuego a través de torres de vigilancia con cámaras inteligentes en la región del Maule. El sistema permite monitorear hasta 700 km2 y sería más económico que las alternativas que se han explorado hasta la fecha.

Causas de incendios

En el último mes, un investigador chileno hizo noticia a escala global por inventar e implementar un sistema de pequeñas “cajas” inteligentes equipadas con sensores, que se instalan dentro de un bosque y están interconectadas.

Estas recopilan información analizada con inteligencia artificial, para identificar y advertir causas de un incendio. Por ejemplo, pueden detectar el ingreso de personas en terrenos no habilitados, cigarros mal apagados, botellas de vidrio que estén haciendo efecto lupa o la caída de una torre eléctrica.

Tecnologías integradas

Sensores, cámaras panorámicas de espectro visible y espectro infrarrojo y un sistema de comunicaciones por satélite son parte de la nueva red de alerta y detección de incendios que se está instalando en la Reserva Lago Peñuelas en la región de Valparaíso; justo donde inició el mega incendio que cobró decenas de vidas en verano de 2024.

Se trata de un proyecto piloto pionero en Latinoamérica que surge de un convenio entre CONAF y empresas de satélites y tecnología internacionales. Cubre un área de 6 mil hectáreas y monitorea variables como la temperatura, humedad, CO2 y velocidad y dirección del viento.

Esta información se combina con imágenes de videocámaras y las imágenes satelitales de zonas aledañas para procesar en un mapa de riesgo que se actualiza en tiempo real y para los diez días siguientes, con notificaciones para CONAF.