El 18 de septiembre de 1973, dos hombres fueron asesinados en plena calle en Santiago, en un brutal ataque cometido por carabineros.

Esa noche, un grupo de policías de la 8ª Comisaría de Santiago llegó a la calle Bascuñán Guerrero, donde, aprovechándose de que las víctimas estaban indefensas, les dispararon y luego intentaron ocultar el crimen lanzando sus cuerpos al río.

Más de 50 años después, la justicia ha condenado a dos de los responsables de estos terribles hechos. La ministra Paola Plaza González, quien está a cargo de investigar violaciones a los derechos humanos, decidió que Carlos Gastón Manterola Miranda, quien en ese entonces era subteniente de Carabineros, pasará 15 años y un día en prisión por ser uno de los que disparó y mató a las víctimas.

También condenó a José Alejandro Cabrera Tapia, otro carabinero involucrado, a 5 años de prisión, pero con la posibilidad de cumplir su pena bajo libertad vigilada, por haber ayudado a encubrir el crimen.

Cabrera confesó que esa noche condujo el furgón policial que llevó a los carabineros al lugar de los hechos y luego trasladó los cuerpos al puente Zanjón de la Aguada, donde los arrojaron al río para tratar de borrar las pruebas. Además, fue él quien limpió la sangre del vehículo cuando regresaron a la comisaría.