Tras semanas de debate y tramitación (y dilatación), el Congreso finalmente despachó el proyecto de reforma electoral.

La iniciativa, que fue solicitada en un principio por el Servel para que se desarrollaren las elecciones municipales y regionales en dos días; y que luego incorporó otros elementos como la regulación de la propaganda electoral o la reducción del monto de la multa por no votar, fue visada por la Cámara de Diputados que aprobó el veto presidencial ingresado por el Presidente Gabriel Boric. 

“La tramitación de esta iniciativa no fue fácil”, reconoció el ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Álvaro Elizalde, luego de que la Cámara aprobara la reforma por 138 votos a favor y solo dos en contra.   

La odisea por una reforma electoral

Como lo dijo Elizalde, la tramitación del proyecto —por variadas razones— fue particularmente problemática. Por lo mismo, el tema debió ser zanjado mediante veto presidencial luego de que en el Senado se cayera el corazón del proyecto al no aprobarse el informe de la Comisión Mixta de Gobierno que acordó correcciones al articulado original del proyecto.  

El punto más álgido del debate se dio cuando en la comisión mixta el ministro Elizalde  (a última hora), advirtió que, constitucionalmente, no se podía asociar multa a los extranjeros que no voten. 

Esto generó una ola de cuestionamientos de la oposición que acusó al Ejecutivo de “legislar con la calculadora en mano” y provocó que en el Senado el oficialismo se descolgara de la iniciativa quedando rechazada y en el limbo de la incertidumbre.

Ante ese escenario fue que el Presidente Boric ingresó el veto aditivo —acordado con la oposición— en el que se repuso la multa a todos los electores ya sean chilenos o extranjeros, aunque con menor monto; el recorte al reembolso fiscal por concepto de voto a candidatos y partidos; y el feriado irrenunciable para el domingo y normal para el sábado. 

Elizalde dio cuenta de la dificultad que existió para que el proyecto viera la luz recordando que “la votación de la idea legislar fue bastante estrecha respecto a lo exigido por la norma constitucional en el Senado; posteriormente hubo aspectos que fueron rechazados por la Cámara de Diputados; el informe de la Comisión Mixta también fue rechazado en el Senado, y finalmente el Presidente de la República debió ejercer esta atribución (el veto) que le confiere la Constitución para que se aplique este marco normativo en las elecciones de este año”. 

Ahora, con la aprobación de los vetos, el Senado deberá recepcionar el proyecto y remitirlo al Tribunal Constitucional (TC) que hará revisión del texto puesto que modifica cinco leyes orgánicas constitucionales. Luego de ese trámite, recién el Presidente Boric podrá promulgar la ley que regulará las elecciones de 2024.

Nuevas disposiciones para municipales y regionales 

Además de extenderse a dos días el plazo de votación para las elecciones de alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales, y otras disposiciones menores como la consagración del lápiz pasta azul como instrumento de sufragio, la reforma electoral contempla otros cambios relevantes a cómo se desarrollan los comicios. 

Uno de los más importantes es el recorte por concepto de reembolso de votos. La nueva legislación contempla rebajar el pago del voto de los $1.500 actuales a $970. Mientras tanto, el reembolso a los partidos por voto a sus candidatas descenderá de $560 a $375. En total, según cálculos de la Dipres, el Fisco se ahorrará cerca de $30 mil millones tomando en cuenta que el gasto fiscal hubiese sufrido un fuerte incremento por el concepto del voto obligatorio. 

Respecto a la obligatoriedad del sufragio, la reforma estableció que la multa será aplicable a todos los electores que no concurran a votar y por un monto de 0,5 UTM, es decir, cerca de $33 mil. 

En materia de campaña, se dispuso una norma para “igualar la cancha” entre candidatos en redes sociales y radios regionales. Según quedó estipulado en el proyecto, los medios deberán igualar las tarifas para los candidatos sin hacer distinción por sector político. 

Por último, como últimos aspectos que considera la ley, se determinó suprimir la llamada “ley seca” y se consagró el feriado irrenunciable para el comercio en el segundo día de votación.