Este 1 de agosto es el Día Mundial de la Alegría y la académica de la Escuela de Psicología de la UNAB, Miriam Pardo, sugiere celebrarlo junto a personas agradables, escuchando al otro, haciendo ejercicio, y recibiendo y entregando cariño y abrazos.

Los responsables de provocar esta emoción a nivel químico son hormonas y neurotransmisores, a través de la liberación de dopamina, oxitocina, serotonina y endorfinas.

Si bien, existen muchos factores que pueden provocar felicidad en nosotros, la académica enfatiza en la existencia de la subjetividad humana.

Es decir, para una persona que sufre de depresión, es muy probable que ciertas situaciones o eventos placenteros no le generen alegría, debido a su estado constante de sumisión a pensamientos negativos.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), Chile cuenta con un alto índice de deterioro de la salud mental, y es justamente, la depresión la enfermedad más común en la población.

Este menoscabo a la psiquis de los chilenos y chilenas es propiciado, por una parte, por los medios de comunicación y el contenido de carácter violento que exponen.

"Basta con mirar los noticieros para ver y escuchar, durante un tiempo bastante prolongado, noticias que aluden a comportamientos agresivos, tales como portonazos, encerronas, y distintas formas de delinquir, transmitiendo a los televidentes el rostro más siniestro de nuestra sociedad chilena", explica Pardo.

Otro punto que influye en el deterioro mental es la condición de aislamiento, el estar sucumbido a aparatos tecnológicos "sin mirar al semejante", indica la experta.

Para mejorar nuestro estado mental, la docente recomienda escuchar al otro, no agredir ni activa ni pasivamente, respetar las discordancias con el otro, intercambiar abrazos, palabras de alientos y propiciar momentos de socialización.

Asegura la académica que, al implementar estas actitudes se reduciría la violencia física, psicológica, económica, sexual, social, comunitaria, familiar y de género.

Desde una mirada de políticas públicas, la experta sugiere "mejorar el diseño de las ciudades, las áreas verdes, el cuidado del medio ambiente, los espacios de recreación, así como promover el encuentro de las personas".

Todas estas medidas generarán sensaciones placenteras en la ciudadanía, emociones que progresivamente se irán naturalizando.