Siguen los coletazos después de las polémicas votaciones que ratificaron a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, aún cuando siete países latinoamericanos no reconocen su victoria en virtud de diversas irregularidades que se denunciaron en la jornada.

Y es que el gobierno reelecto no solo no ha transparentado las actas del proceso todavía, sino que además, ante el rechazo de la comunidad internacional, ha retirado su personal diplomático de dichas naciones en un hecho que preocupa a las autoridades de la región.

No obstante, en Chile no ha sido transversal la negativa a aceptar la poca transparencia de los comicios venezolanos. El Partido Comunista nacional, por medio de una declaración, felicitó al mandatario caribeño y aseguró que espera la pronta publicación de las actas electorales.

Esto, ante todo pronóstico, choca con la postura del PC de Venezuela, que este lunes se sumó a los cuestionamientos de distintos actores que ponen en duda la victoria del predecesor de Hugo Chávez.

También en una misiva, los comunistas venezolanos alertaron a la opinión pública internacional que "así como el gobierno de Nicolás Maduro ha despojado al pueblo venezolano de sus derechos sociales y económicos, hoy pretende privarlo de sus derechos democráticos".

"Lejos de brindar las garantías necesarias al proceso, profundizan las dudas sobre los resultados presentados al país. En tal sentido, exigimos al CNE la publicación de la totalidad de las actas de votación -tal y como lo establece el reglamento electoral- así como la máxima transparencia en el escrutinio de los resultados", se leyó.

"La proclamación de Nicolás Maduro como presidente reelecto bajo este escenario de incertidumbre, en el que los resultados presentados por Amoroso contrastan abiertamente con el ánimo que imperó durante la jornada electoral, no es más que una provocación que abre paso a la configuración de situaciones de violencia", complementaron.

Unidad del PC latinoamericano al desnudo

Para el analista político de la Universidad de Valparaíso, Guillermo Holzmann, los puntos de contacto entre los partidos comunistas del mundo son más pragmáticos que ideológicos, pero que en Chile su doctrina se mantiene anquilosada en el pasado.

"El Partido Comunista chileno mantiene un apego, yo diría, hasta religioso a lo que son sus bases de principios del siglo XX y que se inspiran claramente en el marxismo leninismo", afirma.

El experto plantea que sus diferencias siempre fueron respecto a lo que era el leninismo en su proyección, pero que siempre definieron una vía ideológica pura, por ejemplo, con la revolución.

"El PC abrazó la lucha armada para derrocar a Pinochet, cuestión que mantuvieron incluso al regreso a la democracia. Esa fue una de las razones por las cuales no fueron parte de la Concertación, y solamente cuando bajaron a lucha armada pasaron a ser parte de la Nueva Mayoría con Bachelet", sostiene.

Contextos diferentes

Con todo, dice, habría que hacer la diferencia entre los sistemas políticos de Chile y Venezuela. "Allá no es la lucha entre derecha o izquierda. Parte importante del sistema político venezolano es de centro y particularmente de centro izquierda, y es ahí donde está la razón por la cual el Partido Comunista venezolano no está de acuerdo con el manejo que ha hecho Maduro", argumenta.

"Tiene que ver con los niveles de corrupción del régimen de Maduro", agrega Holzmann. "Es un país donde los partidos políticos tienden más hacia la izquierda que a la derecha, y por eso empiezan a aparecer los socialdemócratas a defender la democracia", añade.

El analista detalla que la administración caribeña funcionaría como un instrumento funcional para diversos intereses ideológicos asociados y la instalación de ciertas materias. "Para el PC es importante el lenguaje revolucionario que sale de ahí, y hace que hoy día el PC tenga una una lealtad que se ha cultivado por años con el socialismo bolivariano".

Tendencias y facciones

"El comunismo en América Latina no transita por la por la misma ruta, sino que por rutas paralelas o distintas (...) La evolución del Partido Comunista venezolano, dada su realidad, ha sido distinta a la del chileno. El hecho que deje de existir el gobierno de Nicolás Maduro constituye una pérdida en términos estratégicos para lo que acá siempre se ha planteado", comenta.

De la misma forma, Holzmann recuerda que el partido está en un proceso de definir su directiva, pero sugiere que no será fácil: con facciones internas importantes no solamente por nuevas generaciones, sino que por cómo se ve el marxismo leninismo en el siglo XXI.

"Hay un tema que más profundo y que probablemente acá en Chile se va a discutir en la interna, van a evitar la discusión pública. Primero, al interior de las facciones del Partido Comunista chileno y segundo, respecto a cómo resolver la relación entre el PC, el Presidente Boric y los otros partidos de su Gobierno. Esto significa también una fisura dentro de la coalición", proyecta el experto.