Gael Yeomans: “El horizonte del Frente Amplio sigue siendo la superación del neoliberalismo”
Sonó como posible carta a disputar la Directiva Nacional del nuevo Frente Amplio. Sin embargo, la diputada Gael Yeomans, decidió respaldar la lista encabezada por la ex delegada presidencial Constanza Martínez y, en cambio, optó por liderar la lista “Con Fuerza y Esperanza” para competir por el Comité Central.
Yeomans, quien fue la primera presidenta de Convergencia Social —partido base del nuevo FA— asoma como uno de los liderazgos fuertes dentro del partido único. Por lo mismo, marca de inmediato los desafíos más próximos que debe enfrentar la tienda con más militantes en Chile: crecer en representación en las elecciones municipales y regionales, y llevar adelante un congreso ideológico que permita aunar a la militancia.
Además, en conversación con El Desconcierto, reafirma que “el horizonte del Frente Amplio sigue siendo la superación del neoliberalismo”.
—¿Por qué decidió bajar su postulación a la Directiva Nacional y, en cambio, presentar una lista para el Comité Central?
Estas son las primeras elecciones que tenemos como partido único, por lo que creo que el espíritu de unidad debe prevalecer. Y eso fue lo que conversamos también con los compañeros y compañeras que estamos levantando la lista para el Comité Central, en donde tomamos la decisión colectiva de ponernos a disposición de construir esa unidad y por ende no levantar una lista aparte. El resultado fue positivo porque finalmente logramos tener solo una lista de unidad a la dirección nacional.
En ese sentido, era importante el gesto que podíamos hacer al menos desde nuestra colectividad, pero también por otro lado sabemos que es importante dar el debate de ideas dentro del partido, abrir espacios de discusión. Hay muchos desafíos para que el Frente Amplio se parezca lo máximo posible al Chile de hoy y por eso es importante que aparezcan nuevos liderazgos y ese es el propósito de la lista que estamos levantando al Comité Central.
—En el periodo de negociaciones para definir la lista que terminó siendo de unidad hubo varias discrepancias entre los llamados “lotes” que componen las distintas fuerzas al interior del FA, ¿cree que la lista de la ex delegada Martínez une y representa la variedad de ideas que hay en el Frente Amplio?
La unidad no es por decreto, se alcanza en la medida que vayamos construyendo nuestro partido. Los tiempos nos dieron para que empezáramos con las elecciones internas. Pero hay un debate que a mi y a la militancia le importa muchísimo, que tiene que ver con la unidad en lo estratégico y en lo ideológico. Y creo que eso se alcanza mediante un congreso ideológico, a lo que se comprometieron las directivas anteriores de los partidos del Frente Amplio y que también es parte de nuestra propuesta. Luego de eso uno podrá decir ‘a mí esta sensibilidad dentro del partido me parece más coincidente con las mías que otras’. Pero hasta el momento ese espacio no se ha dado y me parece que es responsabilidad de todos avanzar en ese camino.
—¿Teme que este espacio del Comité Central termine siendo un espacio de disputa política más que de construcción del nuevo Frente Amplio? Se lo pregunto porque en las listas que se presentaron se ve a cada lote compitiendo por sí mismo.
Lo entiendo, pero nuestra lista es una que apostó por la diversidad. De hecho, está compuesta el 50% por liderazgos que vienen de las regiones y también por liderazgos que expresan distintas sensibilidades dentro del Frente Amplio; desde la Revolución Democrática, hasta Convergencia. Y me parece que el desafío que tenemos dentro del Comité Central es que la discusión sea política, no de qué tendencia se proviene. Si entramos en esa lógica de conversación, el partido se termina transformando en algo que creo nadie quiere. Nosotros estamos militando por convicciones políticas y debemos velar porque nuestro partido se parezca lo más posible a nuestra militancia social; no solo desde el mundo estudiantil, también a aquella que proviene desde la ruralidad y que llegue a los lugares más urbanos. Creo que falta que el Frente Amplio también muestre esa diversidad y para eso hay que hacer un trabajo colectivo.
—Al Comité Central también se postuló el ex ministro Giorgio Jackson, que es una figura que no solo provoca anticuerpos en la oposición, sino que también en sus socios del Socialismo Democrático, ¿ve de forma positiva que vuelva a tener un rol relevante en la estructura del FA?
Creo que no hay duda que para el Frente Amplio, como colectividad, el liderazgo de Giorgio Jackson es importante. Es importante en su historia, en la historia de la Revolución Democrática y lógicamente debe tener un rol relevante también ahora que somos un partido único. Y por lo que entiendo, eso no es solo una posición individual, es una posición colectiva de nuestro partido. Por otro lado, es importante hacer hincapié en que nosotros no tenemos por qué responder ni a los requerimientos de la derecha, ni tampoco al Socialismo Democrático respecto a nuestras elecciones internas. Y me parece bien cuestionable que se realicen ciertas críticas respecto a cuáles son los liderazgos que nosotros decidamos levantar internamente. Lo siento, pero ¿qué se vienen a meter en nuestro partido? Cada uno tiene su dinámica y cada uno elegirá, y acá es la militancia la que va a decidir cuáles son los liderazgos que quiere para su partido.
—El ex ministro está en España, ¿debería volver para ejercer una eventual participación en el Comité Central?
Nosotros tenemos militancia que está en territorio internacional y hay un espacio para eso. Así que será decisión de él, no me voy a meter en eso. Tampoco me voy a meter en la decisión que tome la militancia.
—Pero eventualmente si él sale electo, ¿no le molestaría que siguiera en España y ejerciera esa influencia desde fuera del país?
Me parece que los liderazgos nos debemos al partido, sobre todo si vamos a asumir un rol siendo electos, y creo que debemos tener inserción real en nuestro espacio de base. Yo milito en mi comunal de San Miguel, así otros liderazgos militarán en sus lugares correspondientes. Acá en el Frente Amplio hay un espacio de militancia internacional donde Giorgio Jackson o cualquier otro militante puede participar.
—¿Ha existido un proceso de maduración al ser gobierno en lo político?
Ha sido muy desafiante para todos nosotros el poder congeniar levantar un partido único a la vez de encabezar el gobierno con toda la responsabilidad que eso implica. Me refiero a que estamos levantando reformas, estamos dando disputas acá en el Congreso, en temas que son muy relevantes. Eso ha implicado, a mi juicio, dentro de la militancia del Frente Amplio, la necesidad de enfrentar esos desafíos de forma colectiva. Porque para llevar adelante las reformas no solo bastan los votos que tenemos en el Congreso, que sabemos que no los tenemos. También hay que la fuerza de impulsar las transformaciones, que no son sólo parte de nuestro programa de gobierno, sino que el impulso clave para realizarla, es un compromiso político que tenemos desde nuestro partido. En ese sentido, creemos que para poder llevar a cabo ese plan de acción la militancia debe estar abocada a su inserción social, a levantar el tejido social.
—Pero en este proceso de maduración del que hablamos también ha implicado cambiar o moderar algunas posturas, no solo desde el gobierno, sino que también acá en el Congreso, ¿cómo se internalizan esos cambios en el ideario del partido? Sobre todo porque han sido más bien forzados.
Una cosa es cuál es la posición que uno tiene en un momento, en un contexto determinado y con la fuerza que uno tiene, y otra cosa es las ideas que sigue manteniendo y sosteniendo. Yo veo que hay algunos que nos critican por las ideas que tenemos y no por las posturas que estamos disponibles a tener en un contexto para que las cosas avancen. La propuesta que presentó el gobierno en materia de pensiones, por ejemplo, no es nuestra idea original para el país. Sin embargo, sabemos que para que el país avance en mejores jubilaciones tenemos que presentar una propuesta que sea posible de generar un acuerdo social y político. Ahora, eso tampoco implica que nosotros renunciemos a nuestras ideas. Y hay algunos que quieren que renunciemos a nuestras ideas, que renunciemos a decir que tenemos un proyecto socialista; que no nos sintamos orgullosas por decir que somos feministas. O incluso quieren que renunciemos a la posibilidad de contar con un modelo de desarrollo que diversifique la producción en nuestro país. Y la verdad es que nosotros no tenemos porqué renunciar a nuestro proyecto político. Seguiremos intentando cruzar el charco y correr el cerco. Pero para eso hay que tener una posición que nos permita congeniar y articular esa fuerza.
—Y por ejemplo en el tema de la condonación del CAE, ¿se va a insistir desde el Frente Amplio como partido que sea universal? Se lo pregunto porque ha sido una de las banderas históricas del partido y el gobierno ya anunció que no sería universal.
Nosotros no vamos a emitir un juicio crítico de una propuesta que no conocemos…
—Perdón que la interrumpa, es cierto que no se conoce la propuesta, pero sí hay algunos aspectos que adelantó el gobierno, como la responsabilidad fiscal o que no va a ser universal, que son aspectos que dan para analizar ciertas cosas…
Con los aspectos que al menos se nos han comunicado a nosotros en lo formal, es difícil aventurarse a dar un juicio que pueda trabar la posibilidad de lograr el objetivo. Porque una cosa es lo que se diga hacia afuera, y se ha generado toda una polémica respecto a esto, pero mientras no se sepan más detalles es complejo.
—Pero la condonación, a su juicio, ¿debería ser de carácter universal?
Nuestro objetivo es terminar con la deuda en la educación, y también terminar con un sistema de financiamiento que solamente ha implicado el lucro para los bancos y que ha endeudado a quienes necesitan el financiamiento. Actualmente tenemos un mecanismo ineficiente de financiamiento de la educación, que termina dilapidando recursos del Estado, porque el Estado le termina pagando intereses a la banca. De eso estamos hablando. Entonces, lógicamente necesitamos una forma de financiamiento que sea responsable fiscalmente, que termine con la deuda, y esos objetivos son los que esperamos ver. Así que vamos a juzgar y criticar la propuesta que nos llegue.
—También se ha criticado que se priorice la condonación del CAE por sobre, por ejemplo, atender el alza de las tarifas eléctricas, ¿no hay un tema de prioridades que quizás se debe ajustar?
No veo que sea contradictorio. Nosotros hemos puesto prioridad en el tema del subsidio eléctrico. Hemos trabajado en conjunto con distintos parlamentarios para que se aumente el subsidio y también para que se evalúen otras medidas que hagan que las empresas generadoras eléctricas también contribuyan. Estamos trabajando en ello. Empresas generadoras eléctricas también contribuyen, estamos trabajando en ello. Y es más, fuimos la bancada que presentó una propuesta escrita con contenido hacia el gobierno para aumentar el subsidio por vía de nuevos financiamientos, y que no le quite ciertos recursos a otras necesidades, sino que más bien amplíe los recursos fiscales para poder ir en apoyo de las familias chilenas. Por lo que nadie puede decir que no le hemos dado absoluta prioridad. Pero también el tema del endeudamiento por la educación creemos que es un tema que hay que resolver. Y para eso la salida que planteamos es que el mecanismo de financiamiento sea autosuficiente, es decir, no sacar recursos de otra parte para, sino más bien utilizar los recursos que están destinados actualmente para la educación de buena forma, con un mecanismo eficiente y que cumpla el objetivo que es terminar con la deuda.
—¿El Frente Amplio es capaz de hablarle a las grandes mayorías del país? Algunos plantean que le hablan a minorías y a grupos identitarios.
Cuando el Frente Amplio propone el término de la deuda educativa no le está hablando a una minoría. Hay estudiantes en mi distrito —que es un distrito popular— que se me han acercado en las ferias para decirme que están ahogados con la deuda educativa. Cuando hablamos de hacer efectivo el pago de las pensiones de alimentos, que fue un tema que impulsó éste gobierno y que es una línea prioritaria del Frente Amplio; esa solución no vino a hablarle a una minoría en el país. Cuando hablamos del Sistema Nacional de Cuidado, eso es una política de mayorías. Por lo mismo creo que cuando se habla de que el feminismo, por ejemplo, es “identitario”, y sobre todo cuando esas críticas viene desde quienes son nuestros aliados, me parece compleja la situación. Porque lo que se busca es anular nuestra visión política. Y yo creo en el diálogo político, en la construcción desde la diversidad, hay que respetar al otro. Podemos ponernos de acuerdo en cuáles son las prioridades dentro del gobierno, siempre hemos estado disponibles para dar ese debate. Pero algunas personas de nuestra alianza de gobierno, porque no puedo decir que todas, han tratado de ponernos en un rincón, cuando saben que estas son demandas mayoritarias.
—¿Puede que haya cierto revanchismo de cierto sector de la ex Concertación? En su momento el Frente Amplio fue muy crítico de los gobierno concertacionistas…
Hace poco estaba leyendo un libro de Enrique Román sobre el neoliberalismo en Chile que plantea cómo se responde a la crítica hacia que se siga manteniendo un modelo neoliberal. Porque se dice que —o al menos es lo que he escuchado— que nosotros caemos en cuestionar la moderación política, y eso no es lo que planteamos nosotros. Más bien tiene que ver con cuál es el horizonte que debiéramos perseguir. Para el Frente Amplio el horizonte sigue siendo superar el neoliberalismo. Y hemos visto dentro del Socialismo Democrático, inclusive en las posiciones que se sostuvieron durante el gobierno de Michelle Bachelet, y también hoy por hoy, congruencias en ese horizonte con otros sectores dentro de la alianza de gobierno. Pero anular la expectativa de superar el neoliberalismo simplemente porque no te gusta cómo te trataron creo que es perder el juicio autocrítico que corresponde hacer, sobre todo por el futuro. El pasado, perfecto, nos podemos poner de acuerdo en cómo manejamos las dinámicas de diálogo político y en eso toda la disposición, pero que eso no merme el horizonte que debiera ser común, que es superar el neoliberalismo.
—¿Cuáles son los próximos desafíos que tiene el Frente Amplio ahora que ya son un partido?
Nuestro primer desafío, sin duda, son las elecciones municipales. Tenemos muchas expectativas de poder crecer, tanto en representación local, concejalía, ciertos cores, como también en las alcaldías. Y eso nuevamente tiene un sentido político, porque no es solo es llegar al poder, queremos poder defender los derechos sociales en Chile. Y por otro lado, está el hecho de poder llevar a cabo un congreso estratégico e ideológico que está pendiente y que además nos va a hacer muy bien como partido. Encontrarnos en la discusión política con los militantes luego de este torbellino de años que hemos tenido entre elecciones y ganar la presidencia de la República con nuestro compañero Gabriel Boric, es muy importante. Tenemos el desafío de sentarnos, de conversar, ponernos de acuerdo y poder realmente construir un partido unitario.
—¿Y mantener el gobierno, no es una prioridad?
Absolutamente, es parte de nuestros desafíos. A veces siento que nuestra misma gente, me refiero a la alianza de gobierno, se siente un poco derrotada. Yo no creo que la carrera esté terminada. Al contrario, nos queda harta fuerza por la cual seguir construyendo. Me pasa también que lo último que se ha hecho en la alianza me genera la expectativa de que se puede seguir construyendo. Y en ese sentido veo que tenemos un espacio y que hay que ir a jugar. Pero sí, lo más importante es jugar con nuestras ideas, porque también se valora eso. Y quienes nos han seguido durante todo este tiempo, lo que esperan es que no renunciemos a ellas. Por el contrario, que sigamos disputando los espacios de representación con una perspectiva mayoritaria, lógicamente, pero también desde la perspectiva de las transformaciones. Y estoy segura que en la medida que mejoremos las condiciones de vida de la ciudadanía en Chile, también vamos a tener mejores condiciones para seguir haciendo crecer nuestro proyecto político.