Estado se lanza contra otra minera por daño ambiental en salar y por afectar a flamencos
Representando legalmente al Estado chileno, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) demandó a la minera Quiborax por daño ambiental en el salar de Surire en el extremo norte del país. Entre los impactos denunciados, menciona el daño al hábitat para tres de las seis especies de flamenco que existen en el mundo.
La minera opera hace casi cuatro décadas en el salar, que además es un monumento natural y está dentro de la Reserva de la Biósfera Lauca. De allí, extrae ulexita, un mineral que produce ácido bórico usado como fertilizante.
La demanda del CDE habla de un daño "continuo, acumulativo, permanente e irreparable" en el salar, por alterar la escorrentía superficial de agua y el patrón de inundación, desequilibrando el régimen hídrico del ecosistema.
Esta afectación a las aguas del lugar, según la demanda, generó reducciones significativas y cambios de comportamiento en la población de las tres especies de flamenco que tienen al salar de Surire como uno de sus principales lugares de nidificación.
Estos son el flamenco de James, el andino y el chileno, y las tres especies están categorizadas bajo amenaza de extinción. Según monitoreos de Conaf, la actividad minera tuvo un impacto en la tasa de reproducción de flamencos que abandonaron zonas de nidificación al no encontrar condiciones óptimas.
Polémica con Conaf
Una investigación periodística de los medios Ciper y Mongabay Latam, reveló en marzo a través de correos filtrados, que la empresa minera Quiborax trabajó con ex funcionarios de Conaf en Arica para flexibilizar las normas ambientales y poder extraer mineral en zonas restringidas del salar.
“Con Conaf hemos llegado a ciertos acuerdos que viabilizan la extracción en las pertenencias de Quiborax que se encuentran autorizadas y con restricciones”, se puede leer en uno de los miles de correos filtrados por el grupo de hackers Guacamaya.
Los correos dan cuenta de un diálogo y trabajo permanente en que titulares de la empresa lograron que Conaf flexibilizara su posición, para que la minera pudiese extraer en zonas cercanas a lugares de nidificación de flamencos.
Ante la consulta de los medios de investigación, desde la dirección regional de Conaf en Arica confirmaron la existencia de una investigación interna para determinar la relación entre los directivos de la empresa y de la administración anterior de la oficina regional. Uno de los funcionarios involucrados aún tiene un cargo en la institución.
CDE y daño en salares
El CDE ya tiene una demanda contra las mineras Escondida (BHP), Zaldívar (Antofagasta Minerals) y Albemarle de causar un “daño ambiental irreparable” en el Salar de Atacama.
El hecho que se acusa es la extracción continua e ilegal de agua del acuífero Montuarqui-Negrillar-Tilopozo, afectando la biodiversidad y la capacidad de regeneración del ecosistema, además de las vegas altoandinas de Tilopozo y los ecosistemas acuáticos de las lagunas La Punta y La Brava, que albergan organismos extremófilos escasos y únicos en el mundo.
También se toma en cuenta el impacto relevante a los modos de vida y costumbres ancestrales de comunidades indígenas que habitan el sector. Ya en los últimos años, la SMA había formulado cargos por afectación a la cuenca contra las cuatro mineras que funcionan allí: Escondida, Zaldívar, Albemarle y SQM.
La situación genera alerta en el mundo ambiental debido al renovado interés minero por explotar los salares del norte de Chile en busca de litio, utilizando un método de extracción directa que prometen será más amigable con el medio ambiente, pero que según académicos no ha sido probado nunca a escala industrial.
Foto: Conaf