Las reciente lluvias, una de las más copiosas de la última década, puso la necesidad de repensar la relación con el entorno urbano y como se canalizan las aguas. Si hace 50 años -o más- las precipitaciones que caían era absorbidas por la tierra o seguían su curso natural, en la actualidad con la expansión del cemento esta escurre por la ciudad avanzando con todo a su paso.

Es por esto que para Claudio Magrini, académico de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Diego Portales, propone repensar la ciudad bajo una visión holística que integra infraestructura gris -tuberías, cisternas, plantas de tratamiento– con verde -árboles, humedales, cursos de agua- y azul -estanques, lagos, arroyos, ríos-.

"El conjunto de infraestructuras verdes como parques, jardines y humedales ayudan a mitigar los efectos de las inundaciones urbanas, en cuanto representan áreas de almacenamiento e infiltración de las aguas, evitando que esas mismas aguas escurran por superficies impermeables o inunden nuestras calles y casas", asegura Magrini

Aunque, "las solas infraestructuras verdes no son suficientes, si esas no se piensan como un sistema interconectado y además acoplado a las infraestructuras azules", agrega. La solución radicaría en la implementación de infraestructuras tradicionales, sino en la adopción de un modelo de “ciudad esponja” que permita al agua filtrarse y distribuirse de manera eficiente.

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Parque Inundable Víctor Jara

El Parque Inundable Víctor Jara, que actualmente se encuentra en su cuarta etapa de construcción, es un ejemplo de cómo la infraestructura verde puede mitigar los efectos de las inundaciones.

Este "atraviesa varias comunas y que debería hacerse cargo de las aguas de la Quebrada de Macul. Es un proyecto que empezó a construirse en 2012 y cuyo término está programado para el 2027. De las cinco etapas proyectadas a la fecha se han realizado cuatro, lo que le otorga una capacidad de recepción de 200 m3 por segundo".

“El parque inundable Víctor Jara es un proyecto que está siendo desarrollado desde el año 2012 y que va a terminar el año 2027. Son cinco etapas, ya hemos terminado cuatro de ellas, la quinta se debe iniciar pronto porque está llamada ya licitación, con un total de recursos de más de $100.000 millones en toda la infraestructura.”, anunció la ministra de Obras Públicas, Jessica López, durante un punto de prensa en el lugar el pasado miércoles 12 de junio.

Desigualdad socioterritorial

La desigualdad socioterritorial en Santiago también juega un papel en la capacidad de la ciudad para manejar las aguas pluviales. "Influye en cuanto hay una menor superficie útil para ser destinada a obras de mitigación, como por ejemplo el despliegue de áreas verdes y parques inundables. Hay que considerar que las áreas urbanas a menudo reciben las aguas de partes geográficas más altas y a menudo extensas", asegura.

Water Squares

Es así que, Magrini destaca la importancia de pensar en infraestructuras azules, especialmente en áreas densamente pobladas.

"Los Water Squares que se desarrollan en los Países Bajos. Son infraestructuras que bajo la superficie disponen grandes contenedores donde se capta y se almacena el superávit de agua y los acoplan a espacios públicos inundables, canchas deportivas", cierra como una posible solución innovadora para ciudades densamente pobladas.

Estas plazas funcionan como espacios públicos multifuncionales que, en condiciones normales, se utilizan para actividades recreativas como el baloncesto, eventos culturales o skate. Sin embargo, durante episodios de lluvias intensas, estas áreas están diseñadas para inundarse temporalmente, actuando como depósitos de retención de agua.

El agua recolectada se dirige a piscinas de retención y se infiltra gradualmente en el suelo a través de un sistema especialmente diseñado, evitando así la sobrecarga del sistema de alcantarillado y reduciendo las descargas de aguas residuales en vías fluviales.

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