Cuenta pública: Polémica por el “antigabrielismo” distancia a las "dos almas" del gobierno
Las expectativas para esta cuenta pública 2024 son altas, sobre todo en el oficialismo. El momento, dicen voces de partidos de gobierno, no puede ser más crucial: restan menos de dos años de gobierno, el Ejecutivo sigue complicado con las reformas que no ha logrado sacar adelante y las diferencias entre el bloque PC-FA y Socialismo Democrático se hacen cada vez más evidentes.
Por lo mismo, lo que pueda decir el presidente Gabriel Boric en la instancia toma especial relevancia tomando en cuenta las diferentes peticiones que se le han hecho desde su mismo sector.
“El presidente tiene la oportunidad de unir a las coaliciones y dotar de un nuevo relato su administración frente a las bajas expectativas”, dice un personero del oficialismo a El Desconcierto respecto a los que se espera de la alocución del mandatario.
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Expectativas de las “dos almas”
Esa posibilidad de unir a las “dos almas” que sustentan al gobierno se ve lejana por el momento. Esto, por dos razones. La primera, el disímil diagnóstico que hace cada bloque sobre lo que debe ser la hoja de ruta de aquí al término del gobierno en 2025.
Por una parte, el PC y el Frente Amplio abogan para que se retome la “agenda transformadora” con la que Boric llegó al poder. Tener la capacidad de dar la “batalla cultural” e “imponer” una agenda de reformas que transforme el sistema de salud, pensiones y mejore la educación, es lo que se le exige al mandatario en su coalición de base.
Todo lo contrario pide Socialismo Democrático. Frases como “impulsar una agenda realista” y “reordenar las prioridades” se repiten entre personeros de la exconcertación.
Asimismo, a diferencia de lo que pide el bloque que fue conocido como “Apruebo Dignidad” en un comienzo del gobierno, en el Socialismo Democrático abogan para que el mandatario decida ir por una agenda mucho más enfocada en seguridad, crecimiento económico y empleo.
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Esta diferencia entre ambas coaliciones se ha dejado ver de forma más nítida en el tema de la condonación del CAE. Si bien desde el gobierno ya se aclaró que no será una “condonación universal”, personeros de SD han llamado al presidente a aclarar el tema en la cuenta pública.
El diputado Raúl Soto (PPD), por ejemplo, llamó al presidente a “aclarar que es imposible una condonación” entendiendo que una política pública en esa dirección costaría el 4% del PIB.
Polémica por el “antigabrielismo”
Sumada a la tensión generada por los diferentes diagnósticos respecto a lo que debe ser el discurso presidencial en la cuenta pública, los dichos del diputado y presidente de Convergencia Social, Diego Ibáñez, generaron polémica al interior de las fuerzas de gobierno.
“Tenemos un Parlamento que se ha quedado paralizado porque yo creo que la derecha ha inaugurado una nueva especie de ideología que es antigabrielismo”, dijo Ibáñez.
La réplica, que vino incluso de sus vecinos del sector, fue dura. El mismo Soto acusó a Ibañez de demostrar “su torpeza política de la cual ya nos ha acostumbrado, y da cuenta de que no está a la altura de liderar el partido del Presidente de la República”.
Asimismo, Soto apuntó contra la ministra del Interior, Carolina Tohá, por responder a la polémica. “La ministra Carolina Tohá también se equivoca porque, en definitiva, contesta y polemiza con el presidente de un partido oficialista a días de la cuenta pública, abriendo una controversia y polémica innecesaria, y que le hace un flaco favor al gobierno y al Presidente”.
El jefe de bancada de diputados PS, Daniel Melo, también cuestionó la tesis planteada por Ibáñez asegurando que “la oposición y la extrema derecha republicana se oponen a las reformas porque defienden los interese de las AFP y los grandes grupos económicos. Es un tema político, no personal con el Presidente Boric. Este tipo de caricaturas no permiten entender el problema de fondo”.