Experto proyecta a Bachelet candidata: "Le causa problema al proyecto hegemónico de la derecha"
Cuando apenas faltan cinco meses para las municipales de octubre, luego de lo cual la carrera presidencial entra en tierra derecha, considerando que las elecciones para definir al sucesor de Gabriel Boric en La Moneda están agendadas para noviembre del año próximo, los nombres de aspirantes al más alto cargo del país empiezan a surgir.
Algunos se perfilan desde su entorno, o incluso en respuesta al clamor popular, o indirectamente desde la ciudadanía a través de encustas de opinión pública, caso de Michelle Bachelet (PS). Otros, en tanto, desde su propia aspiración personal, como es el anhelo de larga data de la actual alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI).
Sobre la expresidenta, el historiador Cristián Pérez comenta recalca que "ella ha dicho en todos los tonos que no va a ser candidata, es probable que tenga decidido eso, pero Arturo Alessandri decía 'no quiero, no puedo, no quiero, pero ya...', entonces dejaría esto en (suspenso), porque también ella ha dicho que siente como un deber de estar en el momento que la historia le pide que esté".
"Dejaría eso abierto y me centraría en lo importante, que es la revalorización del legado de la doctora, y de la Concertación, al menos parte de ese legado, creo que eso es lo que las personas están mirando y que tiene que ver también con los problemas que ha enfrentado este gobierno", complementa.
Según su opinión, estamos asistiendo a un momento en Chile donde "hay revalorización, se empieza a mirar el pasado como algo más virtuoso que lo que uno vivió en ese momento".
Tracendiendo a esta mirada, en lo personal Pérez sincera su opinión de Bachelet. "Creo que ella fue una buena presidenta de Chile, dentro de las opciones que tenía de gobernar, hizo buena labor, y sobre todo, mantuvo el país ordenado, que es lo que importa hoy, esa creo que es la clave".
"Pediría unidad absoluta"
"Este es un país que se crió en la matriz portaliana del orden, la seguridad, el respeto a la ley. Por lo tanto, pasado el estallido social y los eventos que cuestionan esto, la gente vuelve a querer seguridad, ley y certeza. Este es un país mucho más autoritario que lo que uno cree", recalca Pérez.
Considerando todas estas valoraciones de Bachelet, consultado si ella se allanara a ser candidata, de qué manera podría interponerse en las aspiraciones de Matthei, nuestro entrevistado asume que "la doctora pediría unidad absoluta, un proyecto unitario de gobierno que vaya desde el Partido Comunista (PC) hasta la Democracia Cristiana (DC)".
"Esa sería una condición que de cumplirse, de darse hipotéticamente, sería una tremenda candidata, se transformaría en una candidata potente”, complementa.
Eso sí, el historiador advierte algunos escollos en una eventual tercera canditadura presidencial. “Sería muy atacada por los sectores de derecha, a los sectores pero podría mostrarle al país algo. Y eso es importante”, advierte.
“Diría que ella le causa problema al proyecto hegemónico de la derecha, de los grupos empresariales, si yo estuviera en la derecha, podría temer en términos electorales, porque se puede convertir en una candidata potente, con una izquierda y centroizquierda que siempre están en el orden del 33%-35% de la población", agrega Pérez.
Proyecto común, fundamental
"Y de ahí tendría opciones de crecer, ella ofrecería cambios con certeza, no una apuesta al vacío. Podría ser una buena oferta, pero depende de muchos factores, depende de ella, de su ánimo, de su salud, y de que la izquierda y la centroizquierda entiendan de que si no tienen un proyecto común, no tienen muchas posibilidades de obtener buenos resultados”, sostiene a renglón seguido.
Siguiendo con su análisis, Pérez recuerda que “los proyectos unitarios en coaliciones de gobierno entre la izquierda y la centroizquierda se han dado en múltiples oportunidades en la historia. El Frente pupular en los años 40’, y después a partir de los años 90, con la reserva de que el PC estaba fuera, pero a partir del 2000 se recreó esta unión entre en centro y la izquierda".
"Por lo tanto, no sin dificultades, creo que es posible armar un proyecto que sea caudillado, entre otros, por la doctora Bachelet", agrega.
Eso sí, recalca que "no sin dificultades, porque hay visiones distintas del pasado y también algunas visiones distintas de lo que debería ser el futuro, pero me parece que la centroizquierda y la izquierda en algún momento vuelvan a ser pragmáticas y se unan para enfrentar a un adversario común".
“Sentido común tiene que primar"
“El sentido común tiene que primar porque las bases se lo hacen ver después, porque quienes se restan a los proyectos unitarios, a un proyecto como el que hablamos, son castigados después por su propia gente”, asegura
De hecho, advierte que “los ultrismos en este instante no tienen cabida. Hoy es el momento en que la izquierda y la centroizquierda deben generar un proyecto común para enfrentar las parlamentarias, las municiplaes y las presidenciales del próximo año".
"Y eso tiene que ser sin egoísmos, eso significa ceder. Porque no todos los puntos y las visiones que tienen el PC (Partido Comunista) van a estar ahí, y no todas las visiones del Partido Socialista (PS) van a estar ahí”, releva Pérez.
Poniendo un ejemplo, el historiador asegura que “esto es como los boxeadores, antes de la pelea, cuando están en el pesaje hablan mucho, pero después combaten poco, así que esta idea de que no voy a formar parte con este u otro, al final se cae y forman parte”
"El mejor ejemplo de esto es cuando el año 99 cuando Marín Gladys fue candidata por el Partido Comunista y después, Ricardo Lagos le ganó a (Joaquín) Lavín por ocho mil votos. Y en una segunda vuelta, siendo Lagos candidato, el Partido Comunista y Gladys Marín lo apoyaron", recuerda.
Eso sí, rememora, "no estuvieron en el gobierno, quizás no les gustó mucho, pero lo apoyaron".
En consecuencia, concluye Pérez, "si no actúan quedan muy castigados por su propia base, por la historia”.