Exoficiales del Ejército condenados a 15 años por muerte de estudiante de U. de Atacama
Durante esta jornada, el ministro en visita extraordinaria para causas por violaciones a los derechos humanos de las jurisdicciones de Arica, Iquique, Antofagasta, Copiapó y La Serena, Vicente Hormazábal Abarzúa, condenó a dos exoficiales del Ejército por los delitos de homicidio en contra de un estudiante, y homicidio frustrado en contra de otros tres, de la Universidad de Atacama.
Los hechos datan del 5 de septiembre de 1984, día en que se realizaba la Décima Jornada de Protesta Nacional en contra de la dictadura de Augusto Pinochet, en la Universidad de Atacama en la ciudad de Copiapó.
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La víctima, Guillermo Vargas Gallardo de 21 años, estudiante de Ingeniería de Ejecución, se encontraba dentro del recinto estudiantil. En ese entonces, cerca de 30 oficiales militares acceden al campus acompañados de fusiles, perpetrando disparos al aire, a los inmuebles y a los estudiantes.
Guillermo Vargas intentó escapar hacia al cerro en compañía de su amigo, Jean Guido Lobos, una de las víctimas sobrevivientes.
Al intentar llegar los jóvenes a la cima del cerro, los oficiales militares Claudio Raggio Daneri y Guillermo Miguel Riveros Rojas, ejecutan disparos en contra de los estudiantes, impactando a Guillermo Vargas en su frente, provocándole la muerte de forma instantánea.
En tanto, su amigo, Jean Guido Lobos, recibe dos impactos de bala: uno en su escápula derecha y el otro en el glúteo derecho.
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Uno de los testigos afirma que, tras la muerte del joven Vargas, los oficiales militares querían "hacerlo pasar por terrorista", debido a que "todos los estudiantes vieron como intentaron colocarle dinamita al lado del cuerpo", corrobora otro de los atestiguantes, y el mismo Jean Guido Lobos.
Paralelamente al incidente, otros dos jóvenes estudiantes, Baltazar Marín García y Humberto Ahumada Robles, que también escapaban en dirección a la cima del cerro, fueron alcanzados por los fragmentos de las municiones que chocaban con las rocas, resultando heridos.
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Al día de hoy, los tres jóvenes sobrevivientes expresaron problemas de salud mental como angustia o depresión tras los hechos ocurridos en septiembre de 1984.
Debido a esto y otro antecedentes más, es que la madre y los hermanos de Guillermo Vargas serán indemnizados por concepto de daño moral, al igual que las otras tres víctimas de incidente.