Bolivia, sus contradicciones y proyección hacia Chile
EVISMO v/s ARCISMO es el clivaje masista que determina la política boliviana por estos días (o por lo menos uno de los más relevantes). El mismo tiene una serie de coberturas interconectadas que como indica García Linera, no es más que un déficit de combinación virtuosa entre la mirada estratégica v/s la táctica, enmarcada dentro del proceso que comenzó hace unos años cuando el MAS se instaló en la primera magistratura del país (también, en sus primeras articulaciones) y, que hoy, estaría culminando ese ciclo.
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La simpleza enunciada, reconoce García Linera, tiene el riesgo de ralentizar el proceso en marcha, inclusive, generar condiciones de desmantelamiento del Estado Plurinacional, si es que el 2025 no se mantiene el MAS en el poder. Y en esa situación posible, tanto Evo Morales como Luis Arce Catacora (lucho) tendrían una responsabilidad capital, mientras no logren un acuerdo estratégico vía ‘acuerdo’, o bien vía ‘primarias’, instrumento contemplado en la institucionalidad electoral del país.
Esta pugna entre Evo y Arce (Lucho)… entre el líder político v/s el líder burocrático que implica un desangre masista y proyecto político del mismo (indican algunos analistas que el referéndum del 21 de febrero del año 2016, que preguntó por la continuidad de Evo Morales, es el principio del fin del ciclo), enfrenta, además dificultades económicas, no sólo por las cuestiones del crecimiento por el crecimiento económico (dinámicas financieras que junto con activar más o menos procesos inflacionarios desincentivarían inversiones nacionales e internacionales en la pugna de la gestión entre estado y mercado), sino que por la gestión de sus recursos naturales representados por los hidrocarburos y, ahora por la gestión del Litio.
Para Bolivia, esta cuestión es estratégica, pero no sólo por la problemática económica pura, sino porque es el sostén el proyecto masista.
Desde esa perspectiva, Bolivia, junto con enfrentar la imposibilidad de que Evo Morales se transforme en Candidato a Presidente dentro de su colectividad, por definiciones institucionales electorales (estaría agotada la posibilidad de ser candidato, por haber sido dos veces presidente); enfrenta, por otra parte la renovación de mandatos judiciales, encontrándose a la espera de una elección popular no realizada de los mismos y demandada por el evismo, donde nuevos jueces podrían retrotraer la norma para darle viabilidad a su candidatura-elegibilidad (ver más aquí y/o aquí).
Ante la posibilidad de organizar una elección primaria masista, tensionadas en cuanto mecanismo de selección de candidatos, en un contexto de sistema de partido hegemónico – dominante (ver aquí), presentándose, eventualmente el presidente del Senado boliviano, que, pareciera, representaría al evismo profundo, esto es, el joven Andrónico Rodríguez (36 años), prestigioso, prudente y tolerante representante que busca ampliarse en adherentes (así se le caracteriza), agregaría un factor de incertidumbre por la renovación generacional de dirigentes.
Sin embargo, en este contexto, Evo Morales igualmente insiste en desafiar a Luis Arce al ejercicio electoral consignado para lograr la unidad del MAS. Cabe indicar que, en clave de teoría de partidos (El MAS, es y no es partido, consignándosele como instrumento-movimiento), la organización de grupos internos del mismo en sus conflictividades estaría viviendo uno de sus momentos más intensos, si es que no el más intenso de su vida política, arriesgando una división-fragmentación y con ello, entregando una oportunidad gratuita a la oposición que aún no es capaz de cristalizar como opción para asumir las responsabilidades de conducción de un país y proyecto político asociado.
En esa línea, Bolivia, encuentra en el liderazgo de Carlos Mesa (ex presidente y ex candidato presidencial) con su conglomerado Comunidad Ciudadana, un escenario desafiante, más cuando el otro liderazgo boliviano como es Luis Fernando Camacho, oriundo de Santa Cruz que, por medio del Comité Cívico de Santa Cruz y CREEMOS, quien logró transformase en Gobernador de Santa Cruz (desde el comité cívico) y candidato presidencial el año 2019, con ambas (hoy privado de libertad producto de los hechos caracterizados como intento de Golpe de Estado en la crisis de 2019).
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Se suma Manfred Reyes Villa, actual alcalde de Cochabamaba quien ha ido proyectando una posibilidad electoral presidencial (ex candidato presidencial), caracterizada su trayectoria, en parte, por la resistencia a Evo Morales, cuando fue la máxima autoridad de la República Purinacional.
Interesa consignar que la fragmentación opositora se explica, desde una línea, por la falta de un proyecto nacional que, si bien está lo representado por CREEMOS, en cuanto plataforma de diversos comités cívicos logrados desde Santa Cruz, o lo de Comunidad Ciudadana, que propone una mirada más transversal, aún no logran la idea integral-nacional, que sí logró-logra (con todas sus contradicciones), el MAS.
A lo anterior, se agrega la materialización de un instrumento de ‘política pública-estado’ como es el Censo realizado el reciente 23 de marzo 2024, el cual, en cuanto instrumento de ‘política pública-estado’ permitió la validez del estado plurinacional sobre el que se sostiene el proyecto nacional del MAS, formalizando la existencia de 36 etnias, gracias a los realizados entre los años 2001-2012 (Ver en Galindo, Mario (2013) Debate sobre el autoreconocimiento: análisis de censo 2012 // Perspectivas políticas y económicas de los resultados del Censo 2012, en Revista Análisis e investigaciones ed. UMSA y fundación Hanns Seidel).
Esto ha prospectado consecuencias políticas con sus resultados en cuanto número y distribución de población (impacto en la geografía política interior):
- a.- Implicaría reasignaciones en la representación política por departamentos al interior de la Asamblea Legislativa (Cámara de diputados)
- b.- En el financiamiento de los gobiernos subnacionales, llevándose Santa Cruz un porcentaje adicional, en el entendido que este departamento ha crecido en población más que las expresiones altiplánicas-coyas bolivianas (ver aquí ; aquí y/o aquí)
¿A Chile le interesa la situación interna de Bolivia?, debería interesarle y mucho. Desde la perspectiva de los acercamientos binacionales en clave de cooperación traducido en las políticas migratorias, de narcotráfico (ilícitos en general), intercambios económicos diversos, encuentros académicos y otros, son de interés evidente.
Es fundamental para acercar posiciones v/s la conflictividad conocida entre ambos Estados, que sólo ha impedido beneficiarse de las posibilidades de más intensas y buenas relaciones. Ello se condice cuando Luis Arce Catacora, en el 133° aniversario de reapertura del colegio del Ejército en la Paz, hizo alusión a un país vecino que incumpliría el tratado de 1904 a propósito de la explotación del litio, indicando que el mismo país estaría obstaculizando de manera estratégica la gestión de sus recursos naturales:
“Sin referirse al nombre de la nación vecina, Arce dijo que pretende “subordinar” al Estado boliviano mediante planes estratégicos para sacar a Bolivia del “Plan Maestro Regional de Integración y Desarrollo del Corredor Bioceánico de Capricornio”, donde están comprometidos países de la región como Chile, Brasil, Argentina y Paraguay” (ver aquí).
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Así, Bolivia en sus contradicciones internas y en sus proyecciones internacionales, organizadas bajo su interés plurinacional, obliga al Estado chileno desde el sentido de cooperación y buena vecindad, a comprender integralmente la realidad boliviana, funcional a sus propios intereses.