Con una cifra récord de asistencia de casi 45.000 hinchas en el Estadio Nacional, la Universidad de Chile dio este domingo una muestra de su poderosa popularidad aunque en la cancha solo pudo empatar 1-1 ante Coquimbo Unido, resultado con el que se afianza en el liderato de la liga chilena con 20 puntos, a cuatro de su perseguidor Deportes Iquique.

Los azules registraron la mayor asistencia en un partido del fútbol chileno en los últimos cinco años, en la disputa de la octava fecha, que comenzó el sábado con la derrota de los dragones azules por 2-3 ante Universidad Católica para permanecer segundos, mientras que los cruzados están sextos hasta el cierre de la jornada este lunes con Colo Colo enfrentando a Cobreloa y Cobresal a Copiapó.

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Los dirigidos por Gustavo Álvarez no lograron sostener la ventaja que les dio el gol de Luciano Pons, en el minuto 52 del encuentro, ante unos ‘Piratas’ crecidos tras el triunfo en Copa Sudamericana el pasado jueves también con un tanto de Andrés Chávez, que este domingo igualó el marcador.

El cuadro aurinegro dirigido por Fernando Díaz es séptimo en la clasificación, peleando por mantenerse en los puestos de torneo internacional, mientras que en la Sudamericana también está peleando por avanzar de fase.

A pesar del escenario favorable, el técnico de la U de Chile prefirió no analizar al equipo desde la posición en la tabla sino desde el desempeño: “Nos faltó claridad en tres cuartos de cancha durante todo el partido (…) nos costó sostener la pelota”, afirmó a la prensa tras el duelo.

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La U prolonga también su invicto con seis triunfos y dos empates, además de que sigue siendo uno de los equipos menos goleados del campeonato con cinco tantos en contra, pero su principal figura, el mediocampista Marcelo Díaz, salió del partido con molestias físicas.

El de menos asistencia

Las estadísticas oficiales del fútbol detallan que la menor cifra de espectadores en un partido mundialista se registró en el estadio «Los Pocitos», en Uruguay, con capacidad para 10.000 aficionados, al que solo acudieron un total de 2.459 para un Perú-Rumania de la primera fase de la primera Copa del Mundo.

Se jugó el 14 de julio de 1930, en una época en la que el fútbol ya era el deporte más popular del mundo pero no todavía el espectáculo monetario de masas que es en estos tiempos.

Casi cien años después, menos de una tercera parte de ese número acudieron este miércoles al estadio Elias Figueroa de la ciudad de Valparaíso, en Chile, para ver el choque entre los locales Unión La Calera y los ecuatorianos de Universidad Católica de la fase de grupos de la Copa Sudamericana, el segundo torneo de clubes en importancia de Sudamérica.

Apenas 760 valientes que desafiaron al frío y a las intempestivas horas nocturnas para disfrutar en vivo del duelo en un recinto que carece de todas las comodidades y servicios que ofrecen otros desde hace décadas.

EFE