Las Tesis y auge de la extrema derecha: "No viene de la nada. Es porque algo hemos hecho"
A más de cuatro años de la repercusión mundial de Un Violador en tu Camino, el colectivo feminista interdisciplinario Las Tesis está en plena presentación de su más reciente performance teatral:
Canciones para cocinar, donde a partir de la cocina como espacio emblemático y simbólico vinculado a roles de género, el colectivo genera una performance para colocar demandas y denuncias históricas y actuales del feminismo, tales como el derecho al aborto, la lucha contra la violencia doméstica, el cuerpo como resistencia, el derecho a migrar, entre otras. En cierta forma, dicen, Canciones para cocinar engloba gran parte de su trayectoria.
“Canciones para Cocinar nace hace varios años, con una idea de generar una performance un poco más cercana al formato de un concierto, pero sin ser necesariamente un concierto. Tomando canciones, pero también ensayos, poemas, coreografías. Un poco englobando distintas canciones que hemos ido realizando a lo largo del tiempo, también algunos escritos que tenemos en nuestro libro Polifonía Feminista. La idea fue ir articulando cosas que veníamos haciendo hace varios años, así como también crear otras que fueran específicamente para esa performance. Canciones para Cocinar un poco engloba gran parte de nuestra trayectoria, podríamos decir, como colectivo, pero también propone, por supuesto, nuevas miradas, nuevos problemas, nuevas urgencias”, dice Sibila Sotomayor en conversación con El Desconcierto.
Ver esta publicación en Instagram
Fue en el Festival de Teatro Iberoamericano en Cádiz donde mostraron por primera vez algunas de las canciones de su nuevo trabajo, para luego tener presentaciones en el Festival Santiago a Mil y Matucana 100. Este 23 de marzo se presentarán en San Antonio (entrada liberada) y el 29 y 30 en el Parque Cultural de Valparaíso (Ex Cárcel).
“De alguna manera vamos pasando de una a otra demanda, poniéndolas sobre la mesa, como estos ingredientes y cocinándolos ahí durante la performance con las personas que están ahí presentes, para ver qué pasa con esta receta”, complementa Daffne Valdés.
Intervención urbana
Siempre conectadas con lo que ocurre en la sociedad, en enero de 2022 presentaron la intervención urbana La ciudad del futuro, junto al estudio de arte y diseño audiovisual, Delight Lab, de los hermanos Andrea y Octavio Gana.
[Te puede interesar] 8M en Chile: Más de 350 mil mujeres marcharon con la consigna de "el patriarcado va a caer"
La ciudad del futuro se presentó cuando la sociedad chilena estaba en medio del primer proceso constituyente, por lo que la propuesta de Las Tesis y DelightLab era preguntarse cómo repensar la organización urbana y política desde una perspectiva inclusiva y feminista.
“Era el momento en que nos estábamos haciendo esas preguntas de qué queremos, cómo lo queremos, qué podemos hacer, cuáles son nuestras propuestas. Entonces, venía como un poco desde ese lugar”, señala Daffne.
“Las respuestas eran como bien utópicas, bien ideales, bien lo que esperaban todes, de una ciudad del futuro, con perspectiva de género, con educación sexual integral, gratuita, de calidad, etc. Era bien optimista en ese momento”, agrega.
Sin embargo, ocho meses después, el 4 de septiembre de 2022, hubo un golpe de realidad donde muchas de las cosas que se planteaban en esta “ciudad del futuro”, no tuvieron cabida tras el triunfo del Rechazo.
[caption id="attachment_871346" align="alignnone" width="900"] Agencia Uno[/caption]
“Por supuesto que ha sido muy doloroso y hay un duelo que se está viviendo con ese atisbo de posibilidad que experimentamos, el tener esa sensación de que lo tuvimos cerca y luego lo perdimos”, reflexiona Sibila.
La artista visual reconoce que fue un momento depresivo, pero está consciente de que los cambios de esta naturaleza no se logran de la noche a la mañana.
“Está bien que hayamos tenido un momento de repliegue, un momento de descansar también, pero ahora ya llega el momento que hay que empezar a moverse de nuevo, hay que empezar a buscar, cada quien desde la trinchera que tenga, volver a insistir en poner los temas sobre la mesa”, dice Sibila.
“A veces da la sensación de que no es que nos estancamos, sino que incluso hemos retrocedido, en torno a cómo estábamos en el 2019. Entonces eso es preocupante y nos toca. Al menos nosotras nos sentimos convocadas como feministas a seguir insistiendo desde los lugares que podamos”, enfatiza.
Negacionismo y contradicción
"Hemos escuchado fuerte y clara la voz de la gente, la voz de las chilenas y los chilenos que han expresado pacíficamente sus problemas, sus dolores, sus carencias, sus sueños y sus esperanzas de una vida mejor”, decía el 22 de octubre de 2019 el Presidente, Sebastián Piñera, en cadena nacional para anunciar un paquete de medidas a cuatro días de iniciado el estallido social.
Sin embargo, en septiembre de 2023 y con la revuelta popular desactivada, el fallecido mandatario borraba con el codo lo expresado cuatro años antes y afirmaba que había sufrido un “golpe de Estado no tradicional” y que se generó “una ola irracional de violencia criminal que no respetó a nada ni a nadie”.
El intento de instalar el discurso de un “golpe de Estado no tradicional” fue seguido por el ex director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco y otras figuras de la política, desdiciéndose de lo dicho años atrás.
[caption id="attachment_907053" align="alignnone" width="900"] 8M 2024/Felipe Avendaño[/caption]
A casi un lustro del estallido social y con dos procesos constituyentes a cuestas, las demandas que la ciudadanía exigía no han sido resueltas y se ha instalado un discurso negacionista respecto a la violación de derechos humanos ocurridas entre octubre y noviembre de 2019.
Para el colectivo Las Tesis, es sin duda un discurso reaccionario que busca infantilizar y domesticar la potencia política de la protesta, como también una amenaza para quien quiera movilizarse y exigir derechos en el futuro.
“Es muy evidente la intencionalidad que hay detrás de eso. Instalar ese discurso, ese imaginario para también un poco domesticar a quien quiera a futuro movilizarse. Es una amenaza, una estrategia política muy efectiva también, porque trabaja con el miedo de las personas”, dice Sibila Sotomayor.
[Te puede interesar] Chiletec y déficit de mujeres en la industria TI: “Debemos avanzar en acciones más concretas"
“Es muy violento que, así como niegan las violaciones a los derechos humanos que ocurrieron en ese momento, el año pasado estaban negando las violaciones a los derechos humanos que ocurrían durante la dictadura cívico-militar”, agrega.
Respecto al Presidente, Gabriel Boric, quien llegó a La Moneda prometiendo el “primer gobierno feminista de Chile”, donde su primer gabinete estaba compuesto por 14 mujeres y 10 hombres, Las Tesis van más allá de la personificación y esperan que quienes trabajan en el gobierno, que se declaran como personas feministas, puedan lograr cambios y leyes que logren efectivamente acompañar a las personas. Sin embargo, reconocen que un gobierno se declare feminista es contradictorio.
“Los feminismos tienen una lógica antisistémica y declararse gobierno feminista es complicado desde el momento de decirlo. Lo que puede hacer en realidad, en un sistema patriarcal, colonial, como es el que vivimos, son intenciones. Ojalá que sus intenciones sean lo más favorable para las personas después”, dice Daffne Valdés.
[caption id="attachment_907051" align="alignnone" width="900"] 8M 2024/Felipe Avendaño[/caption]
Feminismo
La artista escénica y profesora universitaria aclara que las demandas feministas van más allá de un gobierno en particular o un sector político.
“Es peligroso porque puede aparecer un personaje como Javier Milei, un símil de Milei acá en Chile y decir que todos estos cambios, todas estas leyes, todas estas intenciones del ‘gobierno feminista’, son parte de un programa político de la izquierda, entonces ya no van más. Es importante que todos entendamos que la perspectiva de género, que las denuncias, las demandas feministas, no son proyectos de un sector político, sino que es un proyecto político social y que tiene que ir más allá, más adelante que cierto gobierno, que cierta coalición política”, dice Valdés.
Sibila Sotomayor complementa que lo que busca el feminismo no es el poder y no ocupa las lógicas partidistas. “Por supuesto que nos parece importante que haya personas que se identifiquen como feministas en los lugares de poder político, pero el movimiento en sí no es un partido político, no es un sector, no hay un sector que es dueño de esto”.
[Te puede interesar] Lanzan libro sobre feminismo y ciencias sociales en Chile
Durante los meses del estallido social el poder estuvo en las calles para luego canalizarse hacia la Convención Constitucional y luego volver al Ejecutivo y el Congreso. Paralelamente a la llegada de Gabriel Boric a La Moneda, hubo una camada de nuevas figuras que aterrizaron en el Parlamento, tanto quienes apoyan las demandas de octubre de 2019 como quienes las rechazan y las meten en el saco del “octubrismo”.
“Es vergonzoso ver lo que pasa hoy en día en el Congreso. Es una vergüenza que las personas que el pueblo de Chile eligió para que le represente estén ahí puro peleando. Es vergonzoso que haya proyectos de ley por mejores pensiones y que la derecha le haga la tapa. Es vergonzoso. Es vergonzoso, de verdad. Cuando los índices de suicidio en el adulto mayor son tan altos como en nuestro país y tienen que ver con eso mismo. Es una vergüenza”, enfatiza.
[caption id="attachment_907050" align="alignnone" width="900"] 8M 2024/Felipe Avendaño[/caption]
Ultras derechas
Pero el surgimiento de las derechas extremas no es un fenómeno exclusivo de Chile. Países como Argentina, Francia, Italia, Alemania y Hungría han visto la radicalización de las posturas en contra del feminismo.
“Es evidente el avance de los discursos fascistas. Esta sensación de retroceso en muchas materias y lo peligroso es que sea internacional, como esta avanzada internacional fascista. Pero también esa reacción no viene de la nada. Si sucede hoy es porque algo hemos hecho anteriormente que está provocando esta reacción y sólo ahí en esa fricción hay avance, porque si no hubiera no estaría pasando nada, no habría estas reacciones tan violentas”, señala Valdés.
Sibila Sotomayor comparte esa visión. “Esa acción existió, aunque la quieran negar ahora, aunque quieran quitarle el piso, aunque quieran decir que es otra cosa. El tema es que también, ojalá en miras del futuro y de las elecciones que se vienen, observar el ejemplo en los países vecinos, sobre todo donde ha logrado llegar la ultraderecha al gobierno”, dice Sotomayor.
“No hay que olvidar también que las personas que promueven discursos abiertos de violencia, eso se va a traducir en momentos de violencia en nuestro cotidiano”, cierra.