Diego Vela: “Los gobiernos locales del FA están mejorando la calidad de vida de los chilenos”
Han sido días vertiginosos para Diego Vela, presidente de Revolución Democrática (RD). Sumado al plebiscito de fusión del Frente Amplio que tuvo lugar el pasado fin de semana, en representación de su partido, ha debido liderar las negociaciones oficialistas para concretar el acuerdo de la alianza de gobierno para las elecciones municipales y de gobernadores.
Sobre la fusión, el timonel asegura que el desafío es “levantar un partido que tenga la capacidad de transformar Chile en los próximos 20 o 30 años” y reafirma que el proyecto político frenteamplista es la “antítesis de la corrupción” pese al caso Democracia Viva que sacudió a RD y al gobierno.
En ese sentido, sobre las luces y sombras de estos dos años del Presidente de Gabriel Boric, sostiene en esta entrevista con el Desconcierto que “este gobierno ha logrado una estabilización y reordenamiento de las prioridades”.
—El plebiscito del fin de semana marcó un hito importante en ese proceso de fusión del Frente Amplio, ¿cuál es su balance sobre lo que ha sido este proceso?
Con varias de las personas que componen el Frente Amplio venimos hace mucho tiempo caminando en conjunto. Hace más de siete años fundamos este proyecto con la candidatura presidencial de Beatriz Sánchez, buscando ofrecer una alternativa a lo que era en ese momento la Concertación y Chile Vamos. Desde ese punto hemos seguido construyendo y pasando de un espacio de articulación social y política a ser responsables hoy día de gobernar a nivel de país y en determinados gobiernos locales.
En ese sentido, creo que la fusión del Frente Amplio a un partido único es un paso significativo, no solo para nuestro proyecto político, sino que para el sistema político en general. Sobre todo porque hoy la política se caracteriza por la fragmentación, división y el individualismo. Cada vez es más común ver a caudillos tratando de capitalizar puntos políticos para beneficio personal, por sobre el avance de las políticas públicas que beneficien a las personas. Por eso creo que es muy importante que el Frente Amplio vaya avanzando a contracorriente de esa lógica de fragmentación y haya logrado zanjar esta decisión que va a fortalecer nuestro proyecto político.
—El FA ha atravesado varias crisis en el último periodo, ¿contribuye a descomprimir la crisis interna la unificación?
El partido único del Frente Amplio no se crea por una contingencia o el escenario político de los últimos tres meses.
Por el contrario, lo que se busca es levantar un partido que tenga la capacidad de transformar Chile en los próximos 20 o 30 años que vienen. Así han sido los grandes partidos políticos en la historia de Chile; con proyección de largo plazo. Y estoy convencido de que el paso que estamos dando hacia adelante tiene esa visión clara de transformación. Nosotros no entramos a la política para mantener las cosas como están. Lo que buscamos es colaborar en cambiar esas cosas. Y con un principio bien claro: democratizar el poder.
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—El FA partió siendo una fuerza relevante en el Comité Político. A raíz del caso Democracia Viva y otras situaciones han visto mermada su presencia en el gabinete ministerial. ¿Esa situación refleja un aprendizaje forzado de ser gobierno?
El Frente Amplio sigue siendo un elemento fundamental del gobierno, y en el caso del Comité Político está el Presidente Gabriel Boric, y está también la ministra Antonia Orellana, que es una de las ministras con mejor valoración justamente por el trabajo que ha hecho en, por ejemplo, la ‘Ley Papito Corazón’ que salió en acuerdo con el Congreso.
Obviamente han existido aprendizajes desde la perspectiva de ser gobierno. El Presidente Boric lo ha dicho en varias ocasiones, la perspectiva de estar en el sillón de O’Higgins permite ver algunas dimensiones que son relevantes de la política en las cuales pudimos haber sido una posición más constructiva en su momento.
—¿Cómo esos aprendizajes se reflejan en la fusión?
El hecho mismo de fusionarnos es un acto de responsabilidad y madurez. En el fondo es dejar el espacio donde uno tiene seguridades, donde está tu comunidad política, y pasar a otro espacio donde no necesariamente tienes asegurado esos espacios de poder.
—Y en lo político, ¿qué puede aportar esta fusión a la alianza de gobierno?
La fusión de los partidos del Frente Amplio también va a servir para afianzar la alianza de gobierno. Facilita, por ejemplo, la capacidad de diálogo y entendimiento con el socialismo democrático, con el Partido Comunista. Y eso se expresa en algo muy simple: cuando la unificación esté sellada, no se tendrá que conversar con tres o cuatro fuerzas que constituyen el Frente Amplio, sino que con solo un partido. Eso facilita mucho la capacidad de coordinación y gestión.
[caption id="attachment_906767" align="aligncenter" width="1280"] Diego Vela[/caption]
—En el caso específico de RD, ¿cree que esta fusión los ayude a salir de la crisis que arrastran por el caso Democracia Viva?
Cuando tomamos conocimiento del caso Democracia Viva tomamos medidas categóricas. Expulsamos a los dos militantes que estaban vinculados y colaboramos con la justicia en todo momento para contribuir a que se esclarezcan las responsabilidades y que la justicia determine si se cometió delito o no.
Nuestro proyecto político es la antítesis de la corrupción y del mal uso de la política. Por eso estamos convencidos que, como Frente Amplio, tenemos que seguir el vector de los avances sociales que beneficien a las personas, por sobre la política que responde a intereses particulares. Eso no quiere decir que en el futuro no tendremos casos similares al de Democracia Viva, pero que no quepa duda que la corrupción la enfrentaremos con total convicción. Y eso es algo en lo que hemos trabajado en este proceso de fusión, buscando implementar mecanismos de prevención del delito, posicionando a la transparencia por delante.
Yo estoy convencido de que esto no es un acto de protección, sino que al revés: es un acto de avanzar por una convicción política que tenemos entre las distintas personas y orgánicas que componen este proyecto.
—¿Qué prosigue en este proceso de unificación? ¿Ya está clara la directiva provisoria?
Lo que viene ahora es ratificar los estatutos ante nuestros órganos colegiados. Posteriormente debemos inscribir la escritura para la constitución del partido Frente Amplio. Esa escritura, debe contener una directiva y tribunal supremo provisorio. Ese proceso administrativo debería finalizar a finales mediados de mayo, momento en que asume la directiva provisoria que tiene el mandato de convocar a elecciones, donde se va a escoger una directiva electa, un órgano colegiado electo, un Tribunal Supremo electo y las directivas regionales.
—Entonces la directiva provisoria se encargará solo de habilitar nuevas elecciones…
Exacto. Esa directiva provisoria debería durar más o menos un mes. Estamos en conversaciones dentro del Frente Amplio de cómo se va a componer esa directiva. Lo que se ha conversado hasta el momento es que personas que están actualmente en las directivas puedan componer esa instancia.
Pero creo que el mayor desafío es la primera directiva electa, donde, al menos lo que yo, veo un consenso transversal de buscar que las distintas trayectorias del Frente Amplio se puedan ver reflejadas y bien representadas en esas directivas que se presenten. Porque va a haber una elección abierta.
—¿Qué es lo que va a buscar el Frente Amplio en estas Municipales?
Yo estoy convencido de que los gobiernos locales, donde hoy día está presente del Frente Amplio, están mejorando la calidad de vida de las chilenas y los chilenos con una visión política muy clara. Un caso muy claro es el de Maipú, donde los fondos que antes iban a pagar a peluches, hoy día están destinados a recuperar el agua potable. Lo cual ha significado terminar con las inundaciones que tenían, pero también mejorar el servicio de agua de las personas, por ejemplo.
Y ese modelo es algo que no solo queremos replicar como Frente Amplio, sino que entendemos que como alianza de gobierno tenemos que tener una participación relevante en los gobiernos locales, porque hemos visto lo que ha significado la mala gestión por parte de la derecha en varios municipios.
En ese sentido, la negociación la estamos abordando entendiendo que todos los partidos de la alianza de gobierno más la DC tenemos que sentirnos partícipes y protagonistas de lo que viene. Y con ese objetivo, tenemos que priorizar a las mejores candidaturas para los gobiernos locales.
—¿Está abierto el FA a, por ejemplo, generar primarias en las alcaldías que están hoy ocupadas por el oficialismo?
No hemos descartado ningún mecanismo. Yo al menos veo que quienes hoy día están liderando los municipios Revolución Democrática son personas más que y hay que considerar que gran parte de su plan de gobierno local requiere de un segundo período.
En todo caso, buscamos zanjar prontamente los mecanismo, entendiendo que hemos avanzado más lento que lo que uno quisiera, pero entendemos la urgencia que implica ponerse de acuerdo para un desafío electoral tan trascendental como lo son las elecciones municipales.
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Dos años de gobierno
¿Cree que en algún grado el gobierno ha logrado llevar a cabo esa agenda “transformadora”, o va un poco más lenta lo que ustedes esperaban o pensaban? En los últimos meses se ha enfatizado más en el término “acuerdos”…
Como Frente Amplio tenemos una vocación de transformación. Entendemos que es necesario avanzar en cambios estructurales para poder mejorar el bienestar de las personas. Acá no venimos a administrar lo que hay, sino a cambiar las cosas que están funcionando mal y generar las condiciones para que las personas tengan un mejor vivir. Si estamos gobernando, eso implica realizar cambios.
Sin perjuicio de eso, este gobierno ha tenido una gran dificultad: no tenemos mayoría parlamentaria, lo que ha dificultado avanzar en los cambios estructurales. Un ejemplo muy claro es lo que pasó hace un año cuando la derecha rechazó la idea de discutir la reforma tributaria. Y en varios momentos hemos visto a una oposición que le niega la sal y el agua al gobierno.
A pesar de eso, este es el gobierno en que más proyectos de ley se han aprobado desde el retorno a la democracia. Por ejemplo, en seguridad, se han tramitado cerca de 50 proyectos.
—Pero muchos de esos proyectos que menciona en su momento fueron rechazados por el FA o no eran parte de su agenda.
En materia de seguridad nadie en el sistema político sopesó de buena forma el significado del alza del crimen organizado. Eso se evidencia en que, por ejemplo, el Presidente Sebastián Piñera no aumentó el presupuesto en materia de seguridad. En este gobierno ha sido lo todo lo contrario, se ha puesto el foco en la seguridad.
Es cierto que antes del 4 de septiembre (de 2022) la seguridad no era la primera prioridad en la agenda, y los hechos hicieron que se volviera un tema central en cuanto a la gestión del gobierno. Pero desde el Ejecutivo se ha dado respuesta a la ciudadanía en esta materia con políticas públicas concretas.
El significativo aumento para seguridad en la Ley de Presupuestos para Seguridad, la disminución del 43% de los eventos de violencia en la zona sur, frenar el alza de los homicidios a partir del Plan Calle Sin Violencia o la disminución de la migración irregular, que está totalmente descontrolada, son respuestas que se han dado desde el gobierno. Y como oficialismo seguiremos ese camino.
—Pese a esos cambios que menciona, la ciudadanía expresa una sensación de poco avance…
Este gobierno ha logrado una estabilización y reordenamiento de las prioridades. Nosotros vamos a seguir buscando los cambios que permitan un mejor vivir para las personas. Pero esos cambios, al menos en el corto plazo, solo los podemos lograr con la mayoría parlamentaria. Y requerimos de la derecha para eso.
Lo que he visto, al menos en las últimas semanas, ha sido un cambio de Chile Vamos en cuanto a dejar de bailar al ritmo de Republicanos, que representa a una derecha extrema que busca retrotraer derechos y avances que se han conquistado en materia social.
Sabemos que la ciudadanía tiene una sensación de desafección, pero no solo es con el gobierno, sino que con la política en general, por eso es prioritario dar solución a las demandas. De lo contrario, las personas seguirán teniendo la percepción de que la política es incapaz de solucionar los problemas que se nos presentan como país, lo que da paso a caudillos como Bolsonaro, Milei o Trump.
—Usted mencionaba el 4 de septiembre como un punto de inflexión en el gobierno.¡ ¿Fue un error de las fuerzas políticas y de gobierno condicionar ciertas reformas a la posibilidad de tener una nueva Constitución?
El 4 de septiembre claramente fue muy significativo para todos. Lo que podíamos ver antes del plebiscito era una trayectoria que nos indicaba que venía un tiempo de transformaciones profundas.
Sin embargo, el resultado del referéndum fue un llamado de atención para que el gobierno sintonizara con lo que querían las mayorías en el país. Eso es una virtud del voto obligatorio que te hace conectar con toda la ciudadanía, con todo el mundo, no solo con la base de apoyo. Y eso es algo que el Presidente supo leer de muy buena forma.
Dicho eso, y entendiendo que las discusiones constitucionales que se han dado obviamente significan una dificultad muy grande para un gobierno, hemos logrado de todas formas avanzar en la tramitación de varios proyectos de ley. Reformas estructurales se presentaron previo al 4 de septiembre como fue el caso de la reforma tributaria que fue rechazada por la derecha.
—En cuanto a nivel partidario, este gobierno ha tenido la singularidad de gobernar con dos coaliciones, ¿Qué balance hace del rol de las fuerzas políticas que sostienen al gobierno?
Al principio del gobierno era muy evidentes esto de las dos coaliciones y que se habían enfrentado en la primera vuelta presidencial, por lo que no existió este espacio de trabajo conjunto previo. Pero creo que esa distancia se ha ido superando en estos dos años de gobierno. Yo lo veo reflejado en la mesa de presidentes de partidos que es el espacio donde se organiza la alianza de gobierno.
En ese sentido, veo que en todos los partidos tienen conciencia de lo importante que es sostener este proyecto más allá de las elecciones municipales y de gobernadores. Obviamente no es solo cuestión de voluntades, sino que de ir generando las confianzas necesarias y de ir construyendo en conjunto desde las distintas sensibilidades en los gobiernos locales. Porque no se trata de “quien gana se lo lleva todo para la casa”, hay que entender que necesitamos de esa unidad y esa capacidad de trabajo de alianza.
—Pero siguen habiendo declaraciones cruzadas entre parlamentarios o figuras del oficialismo…
Que se haya alcanzado un mejor nivel de entendimiento entre las coaliciones no quita que algunas personas puedan hacer críticas cruzadas. Sobre eso yo hago el llamado a la responsabilidad.
No es malo el dar la discusión política sobre cuáles son nuestras diferencias. Pero también hay que entender que esas discusiones legítimas tienen que darse en los espacios que corresponden. Menos Twitter, más discusión política.
—¿Cuáles son las prioridades del frente amplio y el gobierno para estos dos años que restan de mandato?
Nosotros estamos muy alineados con el presidente Gabriel Boric en que la prioridad para estos dos años debe ser concretar la reforma de pensiones. Subir las pensiones hoy día para las personas. Para lograr ese objetico es importante que la oposición ceda, porque plantear que la cotización extra debe ir a la capitalización individual significa que la clase media no se va a ver beneficiada con un aumento de sus pensiones, lo que no es aceptable.
Y pensando más allá, tenemos que seguir trabajando en enfrentar con esmero las preocupaciones de la ciudadanía que hoy son seguridad, salud y educación. Por cierto que esas preocupaciones las hacemos propias como gobierno y fuerza política. Entendemos que una mejor salud y educación pública, y construir una sociedad en que el dinero no sea determinante en los años que uno viva o la calidad de vida, es algo central en nuestro proyecto.