La última semana ha estado latente en el debate público una de las grandes promesas del programa del actual Gobierno en materias de Educación Superior, la condonación del Crédito con Aval del Estado (CAE). El motivo es el aumento de la cantidad de morosos de este crédito, superando las 540 mil personas que actualmente no han pagado su respectiva deuda estudiantil.

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A esta preocupante cifra debemos agregarle las declaraciones del ex Ministro de Educación, Marco Ávila, el que ha aseverado que el 57% de deudores del CAE son mujeres, donde un 56% de estas pertenecen a los dos quintiles más pobres de nuestro país.

Así, en pleno marzo feminista, a propósito de la efeméride del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, podemos evidenciar como esta irresponsable política pública afecta principalmente a las mujeres que han pasado por la Educación Superior, siendo una política cómplice de un sistema que empobrece a una mayoría históricamente desplazada del mundo de la educación y el trabajo.

Lo primero que tenemos que abordar es que el CAE es inviable a largo plazo, esto ha sido señalado en varias ocasiones, siendo no solo su condonación necesaria por el bienestar de los deudores, sino porque resulta inviable para el Estado mantener estas deudas, que terminan perjudicando la estabilidad económica de nuestro país.

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Después de los últimos resultados del CASEN, se pudieron señalar diversas brechas de género. Entre estas, y la que más revuelo causó, es que la mayoría de deudores son mujeres, y que más de la mitad de estás se encuentra en la línea de la pobreza.

Sin embargo, estos no fueron los únicos aspectos a destacar, también resalta la brecha salarial entre mujeres y hombres que terminaron la Educación Superior, siendo de aproximadamente 500 mil pesos de diferencia. Una disparidad que se agudiza en aquellas mujeres que tuvieron que desertar, obteniendo una remuneración menor al mínimo legal. Entonces el enmarcar esta discusión sobre la condonación del CAE con los ingresos de las mujeres pareciera indispensable, al ser el grupo más vulnerable el que a su vez se encuentra mayormente endeudado.

Como ya se ha mencionado en otras ocasiones, el ingreso de la mujer en el mercado laboral, la discriminación en los primeros quintiles, y la relación del cuidado y el trabajo, siguen siendo factores que determinan desde la baja de los ingresos de las mujeres, hasta la salida de las mujeres de espacio remunerados (INE).

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Es por eso que al momento de analizar el CAE es imperativo tomar en cuenta los factores anteriormente mencionados, que demuestran las situación de vulnerabilidad económica que sufren las mujeres, develando las brechas existentes en nuestra sociedad por razones de género. Ignorar la perspectiva de género en la condonación significa pasar por alto uno de los problemas más graves de nuestro país, que es la superación de las brechas de género en nuestra sociedad chilena.

Autoras de la columna

• Javiera Carlesi Ahumada- Presidenta FEPUCV
• Amira Boada Catalán- Vicepresidenta FEPUCV
• Renata Leyton Unda- Secretaría de Comunicaciones FEUV