"Te voy a hacer mier..": Relato de hijos de Nabila antes de crimen de pareja acusada de agresión
Los hijos de Nabila Rifo, la mujer que sufrió la cruenta mutilación de sus ojos por parte de su exmarido Mauricio Ortega, confesaron haber golpeado hasta la muerte a Gerardo Bañares, la actual pareja de su madre, el pasado 1 de febrero en Coyhaique.
Según la investigación de la Fiscalía, los jóvenes de 20 y 17 años atacaron a Bañares con un bate de béisbol y una manopla, causándole 13 y 17 heridas respectivamente en la cabeza y el rostro. Finalmente, el hombre fue trasladado al Hospital Regional de Coyhaique, donde falleció.
Los hijos de Rifo declararon que Bañares era un “amigo” que se quedó a vivir en la casa, pero que tenía problemas de alcoholismo y violencia.
“Llegó a algún acuerdo con mi madre y se empezó a quedar en la casa, no se fue más”, relató a Fiscalía el menor de 17 años J.T.R.
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Además, aseguró que esa noche llegó borracho y lanzó piedras a la vivienda, provocando su reacción que terminaría en su homicidio, según informó Radio Bíobío. Fue así que el hijo mayor dijo que pensó que Bañares podía matarlo y por eso se defendió con la manopla.
El Juzgado de Garantía de Coyhaique decretó prisión preventiva e internación provisoria para los imputados por el delito de homicidio, mientras dure la investigación de 90 días.
El adolescente aseguró que "mi madre me contó que en la calle varias veces la golpeó con patadas o combos que a ella le dolían, pero no lo denunció. Yo nunca vi esos episodios, sólo me los contaron”.
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Hasta que la noche del pasado 1 de febrero, Gerardo Bañadares llegó gritando a la casa de Nabila Rifo, por lo que esta decidió llamar a Carabineros al presenciar que sus hijos también estaban alterados.
“Yo quiero buscar a mi mujer”, habría gritado Bañadares, cuando los hijos no lo dejaron entrar. “Te voy hacer mierda, cabro culiao”, gritó este de vuelta, cuando comenzó a golpear a no de los jóvenes.
“Fue en ese instante en que pensé que me podía matar y decidí golpearlo con la manopla”, relató el mayor de los hijos.
“Al retroceder un poco, tropecé con los peldaños de la escalera y caí de espalda. Quedé en una postura inclinada y Gerardo se abalanzó sobre mí para golpearme, iniciándose un intercambio de golpes”, agregó en su relato.
“Debido a la adrenalina, la situación que estaba viviendo, sumado a que pensaba que si no me defendía Gerardo me podía matar, es que le di una gran cantidad de golpes con la manopla, todas en el rostro y cabeza”, reconoció el hoy imputado ante la Fiscalía.
Mientras se define su destino, los hijos de Nabila tendrán que cumplir con lo que dictamine la justicia en el plazo de 90 días que se extenderá la indagatoria.