Palmar nativo de 300 hectáreas se quemó en Viña y vecinos no tienen permiso para restaurarlo
Al trágico saldo de 130 personas fallecidas, el incendio de Viña del Mar suma otras pérdidas como el palmar El Salto, que alberga la tercera población más grande de la palma chilena y cuya superficie de 328 hectáreas se quemó casi en su totalidad.
Según Ángel De la Costa, vecino y naturalista del palmar, 70% de las palmas chilenas que allí habitan se quemaron casi completas, y las que no se quemaron igual vieron afectado su proceso reproductivo. “Están botando sus semillas antes de estar maduras, lo que afecta la reproducción de este año”, comenta.
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Ángel es parte de las organizaciones de vecinas y vecinos que protegen el palmar ante diversas amenazas como la presión inmobiliaria, la invasión de especies exóticas como pino y eucalipto que son propensas al fuego, y la extracción ilegal de coquitos de la palma.
Pero se trata de un trabajo cuesta arriba, ya que el palmar, reconocido oficialmente como Santuario de la Naturaleza, se emplaza en propiedad privada, y las empresas han querido evitar que continúe la gestión comunitaria del lugar.
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Recuperar el palmar
Las palmas chilenas, cuando no se quema su ápice, tienen una asombrosa capacidad de recuperación y pueden volver a rebrotar tras los incendios. También hay mucho conocimiento para lograr restaurar ecosistemas como palmares aunque pierdan muchas de sus plantas.
Sin embargo, esto requiere de una gestión y cuidado constante, lo que no es fácil de realizar en el palmar El Salto. “El palmar ha sufrido incendios más pequeños y se ha recuperado. En este caso la restauración va a durar años. Pero estamos en un escenario en que el privado no quiere hacer un plan de manejo y tampoco quiere que la comunidad lo haga entonces solo podemos sentarnos a mirar”, se lamenta Ángel.
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Las comunidades que protegen el palmar también son vecinas de este, por lo que no solo ven el riesgo para el ecosistema sino también para sus viviendas y las de vecinos y vecinas. “Yo vivo a 20 km de una de las quebradas del palmar. Una zona que se incendia y que tiene especies exóticas que propagan el fuego tan cerca de las casas, no puede quedar abandonada a su suerte o para la especulación inmobiliaria. Es necesario gestionarla”, reclama.
El naturalista y fotógrafo también destaca el valor ecológico de El Salto, que forma un corredor biológico junto con la Reserva Nacional Lago Peñuelas y el parque La Campana, conformando un hábitat vital para animales nativos en una zona altamente urbanizada. En el palmar se pueden ver búhos tucúqueres, roedores nativos como el degú, zorros cúlpeo y gatos colocolo.
Esto sin contar que se trata de una de las poblaciones más importantes de palma chilena en el país, una especie nativa de Chile y en peligro de extinción, por lo que su tala es ilegal.