Valparaíso y Viña del Mar: Comunas con mayor población en riesgo de incendios forestales
A través del marco de convenciones sobre cambio climático, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece nueve características de vulnerabilidad para diferenciar lugares con alto impacto climático.
En ese marco, el director ejecutivo Corporación Ciudades, Martín Andrade, explica todos los detalles que las ciudades deberían tener en su plan regulador para evitar la propagación de incendios forestales y favorecer la protección de los ciudadanos.
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De insalubridad a desertificación
Estas características de vulnerabilidad corresponden a insularidad, áreas costeras de baja altura, zonas áridas y semiáridas, zonas de bosques, susceptibilidad a desastres naturales, áreas propensas a la sequía y desertificación, zonas urbanas con problemas de contaminación atmosférica, ecosistemas montañosos, economía altamente dependiente del clima, en particular de los recursos hídricos; y aquellos sin litoral y de tránsito.
Por lo tanto, siete de estos nueve criterios definidos por la ONU se aplican directamente a Chile de forma importante.
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Otra característica especial comparada con otros países, es que nueve de cada diez personas viven en ciudades en Chile, por lo tanto, las acciones realizadas son una responsabilidad colectiva frente al cambio climático, ya que todos los fenómenos recientes como olas de calor e incendios forestales, probablemente se irán multiplicando.
Condiciones de ciudades
Según el Sistema de Indicadores y Estándares de Desarrollo Urbano (SIEDU), elaborado por el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), 1.543.356 personas viven en zonas urbanas con alta recurrencia a incendios forestales.
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Dentro del margen de infraestructuras estratégicas, existen 8.473 equipamientos críticos ubicados en comunas con zonas de alta recurrencia a incendios forestales, el 13,6% está en lugares de riesgo, contabilizando 935 equipamientos de educación, 136 de salud y 83 de seguridad y gobierno local.
Se analizaron 82 comunas, nueve de ellas tienen a más de la mitad de su población expuesta a incendios forestales:
- Penco (91,9%),
- Tomé (75,3%),
- Maule (66,6%),
- San Antonio (59,7%),
- Villa Alemana (56,9%),
- Quilpué (54,8%),
- San Pedro de La Paz (54,5%),
- Lota (51,9%)
- Limache (50,4%)
Las comunas de Valparaíso y Viña del Mar son las que tienen mayor población en riesgo, 134.548 y 106.194 personas, respectivamente, es decir, cerca de 250 mil personas expuestas.
A esto se suma que 23 comunas tienen más del 50% de su equipamiento crítico o estratégico en zonas de alta recurrencia a incendios forestales. Entre las principales están Penco, Maule, Limache, Tomé, Quillota, La Cruz, San Pedro de la Paz, Coronel y Calera.
Estudios con Australia
Hoy en día existe un intercambio de conocimiento entre Australia y Chile en combate de incendios y medidas preventivas que se puedan tomar para hacer las ciudades más resilientes.
En la denominada “experiencia australiana”, se han analizado distintas condiciones climáticas en el estado de Victoria, principalmente en la ciudad de Melbourne, que es una zona con gran cobertura vegetal y muy importante desde el punto de vista de la biodiversidad según el experto, pero sobre todo, tiene características muy similares con zonas del sur de Chile.
Lamentablemente son pocos los municipios que se han tomado esto en serio para poder abordar el tema. Sin embargo, la comuna de Portezuelo en Ñuble, incluyó en su plan regulador una faja de protección de zonas forestales hacia las construcciones colindantes, ante esto, el especialista indica que “los planes reguladores son algo fundamental y que se debe propiciar a ciudades”.
Estos estudios australianos han ayudado a cómo podemos asociar y entender mejor las corrientes de los vientos predominantes y la geografía de las ciudades que tenemos hoy día, de manera tal que nuevamente a través de los instrumentos de planificación, se pueda estudiar cuáles son las mejores medidas para tomar.
Un ejemplo según Andrade es si hay una pendiente en una superficie plana como un bosque, se produce un nivel más alto de velocidad del fuego, y con diez grados de pendiente, esto se aumenta al doble de la velocidad inicial.
Por lo tanto, en lugares con quebradas como Valparaíso u otras zonas del país, el ámbito de geografía es muy relevante para incluir en planes reguladores y así proyectar y definir acciones.
Otro aspecto importante tiene que ver con cómo se pueden proyectar caminos perimetrales en las ciudades y zonas de resguardo que permitan que se genere protección ante la propagación del fuego, ya sea en las calles o vías en general.
Entonces, el ideal para casos de emergencia, indicaría tener al menos dos vías de escape, anchos mínimos de señaléticas, instalación estratégica preventiva de bombas de bencina o industrias con potencial de propagación de fuego, entre otros.