Analista política:

Analista política: "Piñera fue el Presidente que planteó el gerenciamiento del Estado"

Por: Carolina Ceballos | 08.02.2024
"Sin duda la centro-derecha se ha quedado huérfana de un liderazgo que lograba alinear a las diversas derechas que existen en el país, como él decía en torno a un proyecto mayor y de más largo plazo. Esto sin duda profundizará las diferencias y la fragmentación en su sector", opinó la analista Francis Espinoza sobre el futuro de su conglomerado.

Desde piñericosas, rol gerenteador del Estado, liderazgo omnívoro, democracia liberal, teoría de las ‘cuerdas paralelas’, nepotismo y "letra chica" en gestión política, hasta estrategia de halcones y palomas y el fin de la política tradicional chilena abordó El Desconcierto en conversación con la académica, analista política y doctora en Ciencias Políticas y Estudios Internacionales de la Universidad Católica del Norte, Francis Espinoza Figueroa.

-Desde la política comunicacional, ¿qué efectos tiene la sorpresiva muerte de Sebastián Piñera?

-La sorpresiva muerte del Presidente Sebastián Piñera Echeñique constituye no sólo un hecho lamentable y de especial importancia a nivel nacional e internacional, sino que también representa una variable interviniente en el contexto político del país y la proyección de su sector político en los próximos procesos electorales. El filósofo esloveno Slavoj Zizek, en su texto El sublime objeto de la ideología (1992), hace referencia a la teoría de la repetición de Hegel en relación a que el fallecimiento de Julio César lo consolidó en su poder personal y su fortalecimiento fue de proporciones imperiales. Finalmente, se constituyó en una institucionalidad.

¿En qué contexto político nos sorprende el repentino fallecimiento de Sebastián Piñera?

-El punto de partida de un buen análisis político es la lectura de señales y la medición de la
temperatura política. El contexto que caracteriza la partida de Sebastián Piñera es complejo, dado el cúmulo de crisis por las cuales está pasando el país, los cuestionamientos al actual gobierno en
diferentes temas y desde diversos frentes, incluso desde el ‘fuego amigo’. Pasamos de la catástrofe
de los incendios en la Quinta Región al trágico accidente de un expresidente en menos de una
semana, y nos queda la sensación de que estamos en presencia de un verano más bien ‘macondial’
(de Macondo en Cien Años de Soledad), cuyos efectos copan la agenda mediática y las redes
sociales. Desde el punto de vista político, creo que la muerte de Piñera también nos muestra en una
visión proyectiva ‘gestáltica’, de Paralaje diría Zizek (2006), es decir, que la política tradicional se
va con Piñera, pero también con los ‘cuarteles de invierno’ de Ricardo Lagos. Si bien la literatura
más actualizada se refiere a la caída de las democracias capitalistas de Occidente por distintos
factores, ya se percibe que el modelo democrático basado en partidos políticos y liderazgos fuertes
va en picada, y no es casualidad que los fenómenos de post-política se hagan presentes como la
banalidad, farandulización y matinalización de la política como adscribe Andrés Jouannet
Valderrama.

-Si bien se ha hablado de la capacidad de liderazgo democrático de Sebastián Piñera, a su juicio, ¿qué otros aspectos definen su legado?

-Últimamente, en especial a raíz del repunte de los niveles de aprobación de Piñera en las
encuestas, se venía discutiendo un legado importante del exmandatario, inclusive paradojalmente él se venía haciendo cargo de esto como un balance de su difícil segundo período. No es posible
generar un ‘continuum’ de sus dos gobiernos, porque fueron totalmente distintos y obedecieron
también a diversos contextos. Sin embargo, un punto relevante es que Piñera fue el primer
Presidente que planteó un gerenciamiento del Estado, debido a que él fue el empresario-presidente.
Su primer gobierno ofreció una gestión transparente y eficiente, y lo cumplió, terminando su
mandato con 50% de aprobación, valoración nunca antes obtenida en gobiernos posteriores. A
partir de su gerenciación desde La Moneda logró reconstruir el país luego del terremoto de 2010 y
consiguió la atención internacional por el rescate de los 33 mineros.
En el segundo período, la visión pragmática de Piñera le ayuda a sortear con éxito la pandemia del
Covid en términos de la instalación del modelo controlado de vacunación, no así el manejo de los
confinamientos. Sin embargo, el Estado gerencial no le ayuda con la crisis del estallido social, y
dado que no sabe qué hacer para controlar variables incontrolables, se repliega y entrega el poder al
Parlamento. La teoría de Carlos Peña es que Sebastián Piñera fue un ‘líder omnívoro’ que quiso
hacer todo, pero el que mucho abarca, poco aprieta. Sin duda, la motricidad fina de la política no
estuvo dentro de sus talentos, pero creo que tampoco fue arrogante al ofrecerla. Otros aspectos
destacables fueron su inclinación hacia las democracias liberales y el respeto por la
institucionalidad que las sustentaban. Asimismo, su último gobierno fue a mi juicio el más socialdemócrata que hemos tenido luego de la Dictadura, tal vez un poco forzado en ayudas económicas y los retiros de la AFP a raíz de la crisis pandémica.

-¿Y a nivel internacional?

-En términos de política internacional, Sebastián Piñera generó un liderazgo regional levantando
junto al expresidente de Colombia, Iván Duque, el Foro del Progreso de América del Sur (Prosur)
con la finalidad de enfrentar la crisis de Venezuela. Le dio un fuerte impulso a la Alianza del
Pacífico como bloque regional, y fue el primer presidente chileno que visibilizó la teoría de las
‘cuerdas paralelas’ en nuestra política exterior para definir que tanto la diplomacia como el
comercio exterior se movían por distintos carriles

-¿Cómo definiría usted los errores de Sebastián Piñera?

-Piñera fue un hombre como todos/as de claros y oscuros. Sus claros eran bien evidentes e inclusive simpáticos como sus ‘piñericosas’. Sus oscuros fueron más complejos porque en muchos aspectos rayaron en temas éticos que con el tiempo se fueron haciendo inaceptables como su pasado en el Banco de Talca, sus abusos de situaciones relacionadas con el poder y la política y su excesivo nepotismo de entender la gestión política, como diría Carlos Peña, desde ‘las confianzas subjetivas’, su primo-ministro, su hermano-embajador y así se podría seguir sumando. Siempre nos quedó la sensación de que con Piñera había que ‘leer una letra chica’ antes de evaluar su toma de decisiones, y esa viveza fue algo muy repudiado por la necesidad gobernar sobre la base de un buen gusto en política. Piñera nunca tuvo motricidad fina en la política.

-Y sobre las acusaciones de ser violador de los derechos humanos por hechos del estallido social, ¿Cómo entenderlo?
-Se trata de un aspecto complejo, especialmente por su posición de nula responsabilidad política en los hechos de violación a los derechos humanos durante el 18/O. Esto podría eclipsar su voluntad de demócrata, dado que también la presión debió cambiar su estrategia de halcones a palomas. Esta situación tarde o temprano tendrá sus consecuencias porque las víctimas terminarán demandando al Estado chileno en la Corte Interamericana de Justicia y él podría ser juzgado por la historia post mortem.

-Ya nos decía usted que con la partida de Piñera se muere la democracia tradicional también, ¿cómo visualiza el futuro de la centro derecha?
-Sin duda la centro-derecha se ha quedado huérfana de un liderazgo que lograba alinear a las
diversas derechas que existen en el país, como él decía en torno a un proyecto mayor y de más largo
plazo. Esto sin duda profundizará las diferencias y la fragmentación en su sector. A partir de la
opinión de sus cercanos, él podría constituir un modelo a seguir en términos del trabajo sin
descanso por el bien común y del país. Sin embargo, dado que estamos ya inmersos en una
postdemocracia, los liderazgos y partidos políticos individualistas no lograrán finalmente consolidar un liderazgo como él. Por ende, la política tradicional se va con su partida.