Conaf revela que 30% de los incendios ocurridos entre agosto y enero fueron intencionales
Por años se ha sabido que en Chile la inmensa mayoría de los incendios forestales tienen origen humano, y que algunos de ellos son intencionales mientras que el resto se dan por negligencia o accidente.Esta semana, Conaf analizó los incendios ocurridos entre agosto de 2023 y enero de 2024 y confirmó la tendencia con cifras.
Durante esas fechas, Conaf investigó 839 incendios, y determinó que casi el 30% de ellos fue causado intencionalmente, mientras que 64% fueron por negligencia y otros 6% ocurrieron por accidente. Otro dato revelado por la corporación es que se investigaron en ese período 52% más de incendios que en el mismo período entre 2022 y 2023.
Entre las causas por negligencia están las quemas agrícolas que se salen de control, las faenas forestales, las parcelaciones en zonas rurales o naturales, y los causados por mal estado de líneas eléctricas. Los incendios accidentales, por su parte, son aquellos que ocurren tras un evento inesperado e impredecible.
Desde la autoridad llamaron a poner especial atención a los incendios por negligencia, que son la mayoría y que se pueden evitar eliminando malas prácticas, aumentando el cuidado y creando conciencia en la población.
Tendido eléctrico
El mal estado de tendidos eléctricos como causa de incendios es un fenómeno que capturó la atención ciudadana durante el 2023, luego de que el Ministerio Público determinara que grandes incendios forestales en la región del Biobío durante el verano de 2022 – 2023 fueron responsabilidad de empresas eléctricas.
Estos entran dentro de la categoría de incendios por negligencia, y desafían a las compañías a mejorar la mantención de las líneas eléctricas. En septiembre del año pasado, la Policía de Investigaciones allanó las oficinas de las empresas Frontel y Coelch en ocho regiones, buscando determinar responsabilidad penal de los empleados.
Otras cifras
Chile ha vivido en los últimos años las temporadas de incendios más mortíferas y destructivas de su historia reciente, destacando las de 2017 y 2023. Esto ha despertado cada vez más investigaciones científicas sobre este tipo de fenómeno y su impacto en el país.
Un informe del Centro CIGIDEN determinó, por ejemplo, que el 60% de los incendios forestales se generan en áreas de interfaz urbano rural, donde las ciudades convergen con bosques o plantaciones. Es también en esas áreas donde ocurre la mayor perdida de vidas y viviendas.
El informe también indica que, tanto en la temporada de 2017 como en la de 2023, la mayoría de la superficie afectada estaba cubierta por plantaciones forestales. Por esto, desde la comunidad científica llaman a transformar el modelo forestal chileno diversificando el uso de suelos para reducir la propagación de incendios.
Por último, un estudio del centro Clapes UC calculó que la última temporada de incendios le costó al país más de US$ 1.300 millones, incluyendo el gasto fiscal y las pérdidas en el sector productivo.