El descontento con el puesto laboral, los ingresos y la imposibilidad de autonomía son sólo algunos de los motivos por los que la nueva generación está insatisfecha con su vida.

Aún así, los chilenos afirman estar más satisfechos con su comunicación por redes sociales que con su aspecto físico. Según expertos, la comparación constante también es un motivo que arraiga consecuencias de infelicidad.

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Los entornos inseguros también dan cuenta de un descontento con su calidad de vida: el 23% asegura estar insatisfecho con la seguridad de su propio barrio. La constante alerta al salir de casa y el miedo a ser víctima de un delito estarían también afectándolos.

Aspectos de insatisfacción

El último estudio de Felicidad de IPSOS Group indica que 46% de los chilenos no se considera muy feliz o nada feliz, es deicr, casi la mitad de la población.

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La encuesta CADEM sobre marcas ciudadanas indica por su parte que entre los menores de 35 años solo 13% está satisfecho con sus ingresos, 16% con la empresa donde trabaja y 17% con su centro de salud.

Por otro lado, solo 18% asegura estar bien con su puesto de trabajo, 23% con la seguridad de su barrio y 28% con su apariencia física.

Por último, 51% dice sentirse complacido con su nivel educacional; 57% está feliz con su familia y amigos y 59% está feliz con su comunicación por redes sociales e Internet.

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Insatisfacción por condición de vida

En este contexto, la nueva generación está más dispuesta a romper el molde de la vida y familia tradicional.

Cada día son más los jóvenes que deciden no casarse ni tener hijos, lo cual se comprueba en la tasa de natalidad registrada en septiembre del 2023 por el Instituto de estudios de la sociedad (IES), la cual cayó a un mínimo histórico de 1,3 hijos por mujer. Muy por debajo del nivel de reemplazo poblacional que es de 2,1.

Otra conducta notoria es que los jóvenes de veinte a treinta años buscan una autonomía propia. Y pese a que las condiciones del acceso a la educación superior se "facilitó" desde el 2016 con la posibilidad de la educación gratuita para grupos vulnerables, son cada vez más los jóvenes que ingresan a los mercados laborales.

El sobrecupo de estos provoca que los jóvenes tengan que realizar un postgrado o dos para sobresalir y ser considerados por los empleadores. El manejo de idiomas y los méritos académicos como investigaciones independientes también son una parte clave para destacar. O sentirse insatisfecho.

Otro gran fcator que “atenta contra la satisfacción vital” son los créditos hipotecarios, cada vez más difíciles de conseguir debido a la caída de inversiones en infraestructura inmobiliaria, que continúa desde hace diez años, y el aumento de las tasas de intereses bancarias.

La oportunidad de independizarse a temprana edad y tener una vivienda propia, así, es cada vez más lejana para los jóvenes, considerando la complejidad de vivir de lo que se estudió y pagar un arriendo en solitario.

Salud mental

La salud mental es un aspecto importante para la satisfacción en general. El contraste entre estar contento con la comunicación por redes, pero insaciable con su tiempo libre, habla de una generación consumida por los aparatos electrónicos.

Según el estudio de Child Mind Institute, la baja autoestima que tiene un bajo porcentaje de satisfacción por los jóvenes puede estar ligada a la comparación por redes sociales.

La doctora en educación Donna Wick, fundadora de Mind-to-Mind Parenting, explica que “para los jóvenes el peso combinado de la vulnerabilidad, la necesidad de validación y el deseo de compararse con sus amigos, forma una tormenta perfecta de baja autoestima”.

Los problemas de este tipo también se arrastran a situaciones laborales como el sentirse insuficiente o a la poca posibilidad de ascender dentro de una empresa. Los ingresos también son un factor destacable.