Experta por cenas de Zalaquett con todo el espectro político: "Daña confianza en partidos"
Luego de que se destaparan las cenas de Pablo Zalaquett en su domicilio con políticos de todos los sectores, los cuestionamientos acerca de estos encuentros se han instalado en el debate público, un tema que Rocío Zepeda Majmud, cientista política y magíster en Seguridad y Defensa, doctora en Ciencias Políticas y docente Escuela de Gobierno y Administración Pública de la Universidad Mayor comenta en diálogo con El Desconcierto.
"Es una muy mala señal para la ciudadanía, queda la sensación de que se están tomando acuerdos a espaldas y que no se haga transparentando la toma de decisiones o dichos acuerdos sobre lo que se está discutiendo, es una pésima señal", comenta.
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De manera, evidente, agrega, "hay sectores a los que perjudica más que a otros. El hecho de que Zalaquett sea una figura de derecha, por más que él haya dicho que esto era para fortalecer el diálogo, acá hay un punto súper relevante que tiene que ver con esta idea de lo moral y políticamente correcto, de la cual la izquierda pregona mucho. Este tipo de acciones los perjudica, más a ellos que a la derecha, porque pareciera ser que en la derecha estamos más acostumbrados a verlos que en la izquierda".
"Y la izquierda además pregona mucho sobre este tema, es una gran crítica que no se considera a la ciudadanía, que se toman acuerdos a espaldas de la ciudadanía y ellos son parte de esto también. Entonces, como choca con su discurso, evidentemente perjudica más a la izquierda que la derecha", asegura Zepeda.
¿Quiénes pierden más?
Consultada respecto de quiénes son los que se ven más perjudicados con esta situación y a quiénes es funcional, Zepeda es clara. "Los que ganan con esta práctica son los sectores políticos, es verdad que está bien debatir para llegar a acuerdos, la negociación es parte de todo proceso democrático, lo mismo que el intercambio en el poder. La democracia se basa principalmente en aceptar perder, porque a veces se pierde y a veces se gana y, cuando yo acepto la derrota y reconozco a mi rival político legítimamente en su cargo, esa es la base de la democracia", dice.
Sin embargo, sostiene, acá el problema es que estos acuerdos se hicieron a espaldas de la ciudadanía, porque hay una Ley de Lobby, hay instancias que son regulatorias y de transparencia que sirven para registrar estas reuniones. O sea, si yo tengo la buena voluntad de negociar, y de tratar de llegar a un acuerdo, ¿por qué no lo hicieron por los canales legales, por los canales regulares, por qué hicieron estas reuniones a escondidas?
"¿Por qué no transparentaron esta situación?, ¿por qué ahora mágicamente nadie se acuerda quién fue y quién no fue a estas comidas en la casa de Zalaquett? Eso es lo curioso. Yo creo que que se está malentendiendo la negociación, yo puedo decir la negociación es súper necesaria, es buena, debatir y compartir ideas, pero hay instancias que están normadas para esto y deben ser registradas, porque si lo hago espaldas y no registro adecuadamente, ¿cuál es la señal que estoy dando?", se cuestiona a renglón seguido Zepeda.
Su respuesta es lapidaria. "Estoy demostrando que estoy de nuevo tomando acuerdos a espaldas de la ciudadanía. Y la ciudadanía lo va a entender como una cocina, es eso lo que se entiende, hay una cocina política porque se están poniendo de acuerdo entre ellos sin transparentar nada frente a situaciones que igual son relevantes para el país", asegura.
[caption id="attachment_871093" align="alignnone" width="900"] Rocío Zepeda- Imagen cedida[/caption]
"Dieron la señal equivocada"
"Por lo tanto, no es la reunión lo que se estigmatiza, es la forma cómo se hicieron esas reuniones, no es debatir ideas, no es negociar posturas, es la forma en cómo se hicieron. Sabiendo que hay mecanismos legales para aquello decidieron hacerlo por detrás y eso es lo que da la mala señal, si esta reunión estuviesen correctamente inscritas, según la Ley de Lobby, no habría ningún problema, pero acá no hubo nada de eso, no se apegaron a la norma, dieron la señal equivocada", agrega.
Incluso, apuntando a la presencia de parte del gabinete de Gabriel Boric en los comentados encuentros, Zepeda difiere de las explicaciones que al respecto ofreció la titular de Interior. "Encuentro que son declaraciones muy desafortunadas las de Carolina Tohá, que dice que ella fue para hablar de qué estaba haciendo el gobierno, cuál eran las medidas de seguridad que se están tomando", comenta.
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"¿Por qué ella tiene que juntarse con un grupo de personas a dar explicaciones sobre lo que está haciendo el gobierno en medidas de seguridad, si esa es una información que se le debe entregar a la ciudadanía?, ¿por qué este grupo de personas? Ahí también nuevamente la explicación deja de tener sentido. No, no hay justificación y eso es lo terrible de esta situación, cómo lo justifican", complementa.
Siguiendo con su análisis, Zepeda se cuestiona respecto de "¿cómo justifican ellos que teniendo las instancias legales para transparentar este tipo de situaciones, decidieron no hacerlo? Ahora no hay registro, nosotros no tenemos idea de lo que hablaron, nadie sabe lo que hablaron y no nos vamos a enterar tampoco probablemente, ese ese es el gran problema".
"Se están entrampando"
"Nos lleva a otro problema, ellos al no querer decir, al tener todos de repente amnesia colectiva referente a lo que hablaron y quiénes fueron a esa reunión, se están entrampando en los mismos discursos. Pasó que un diputado de RN se enteró que el presidente de su partido (el senador Rodrigo Galilea) también había ido a reuniones en vivo, mientras estaba criticando estas reuniones, entonces la transparencia ni siquiera es a nivel interno dentro de los mismos partidos políticos", plantea.
Para Zepeda, "si esto hubiese sido de buena fe tendrían todos más o menos el mismo discurso, no empezarían a tener amnesia, no se justificarían unos con otros. Los políticos están abarcando de forma incorrecta el problema comunicacionalmente hablando, están comunicando erróneamente y eso puede traer coletazos también para el gobierno y la clase política en general".
"Estamos hace tiempo en una crisis de representación, y este tipo de situaciones ahondan esa crisis, evidentemente daña la confianza ciudadana, la confianza por la misma crisis de representación daña la confianza en la instituciones, la confianza en los partidos políticos. Qué están haciendo mis representantes a espaldas mío es lo que se debe preguntar el ciudadano. Y esa crisis puede seguir escalando (y generar) otras crisis quizás más profundas, ese es el gran peligro", advierte.