Justo detrás del edificio Kandinsky que pende sobre dos socavones en las dunas de Concón, hay dos torres inconclusas que fueron suspendidas luego de que la Corte Suprema fallara que se empezaron a construir ilegalmente sin el permiso ambiental que necesitan por emplazarse al lado del Santuario de la Naturaleza del campo dunar.

Ahora, abogados de la Fundación Yarur Bascuñán y la Corporación Pro-Defensa del Patrimonio de Viña del Mar presentaron una demanda por daño ambiental contra la inmobiliaria Lote 21 SpA y la constructora Vimac SpA que llevaron adelante el proyecto, llamado Alto Santorini.

Deslizamientos y remoción de arena, pérdida de estabilidad y daño a la vegetación son algunos de los daños que se estima podría haber provocado la construcción de estos edificios en el campo dunar de Concón, que no se sometieron a evaluación ambiental.

El proyecto Alto Santorini consta de dos torres de 28 y 10 pisos respectivamente, ubicadas a un metro de los límites del polígono del Santuario de la Naturaleza del campo dunar, según consta en los antecedentes recopilados por los abogados de la corporación.

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Rol del municipio

Ya en agosto de 2023, al constatar los socavones que se generaron en las dunas, los abogados de la corporación enviaron un requerimiento a la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, para solicitar que el municipio demandara a las inmobiliarias por daño ambiental.

Ante la respuesta negativa, los abogados decidieron demandar por su cuenta a las inmobiliarias. En la demanda, según explica el abogado Gabriel Muñoz, se busca “condenar solidariamente” al municipio de Viña del Mar por no ejercer acciones legales en contra de la constructora y la inmobiliaria.

Desde la corporación afirmaron que harán el mismo requerimiento a la municipalidad de Concón, para que demande por daño ambiental a la inmobiliaria Reconsa que también tiene un proyecto de edificios suspendido por la Corte Suprema por las mismas razones, en el otro extremo del campo dunar.

Se trata de un proyecto de 23 torres de departamentos en un sitio de 20 hectáreas, y para el cual se construyó una calle llamada Cornisa. En el 2022, el Director de Obras Municipales de la comuna fue destituido de su cargo tras negarse a anular el permiso para construir dicha calle, lo cual fue solicitado por el entonces alcalde Óscar Sumonte en al menos seis ocasiones, para cumplir el fallo de la Corte Suprema de 2019.

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