El fin del pago de contribuciones para la vivienda principal ha sido una de las medidas más controversiales del texto elaborado durante este proceso constituyente liderado por la derecha. Este artículo, aprobado y defendido férreamente en los medios por el Partido Republicano, ha sido presentado por dicho sector político, de manera engañosa, como un alivio para lo que ellos llaman “la clase media”. Sin embargo, esta propuesta está muy lejos de ser lo que los republicanos prometen.

Para entender a quienes beneficiaría realmente esta propuesta republicana tan solo basta revisar quiénes pagan contribuciones actualmente. Según información de abril de 2022 del Servicio de Impuestos Internos, luego del 2022 “un 77% de las propiedades habitacionales quedaron exentas del pago de contribuciones tras reavalúo de bienes raíces”, lo que se traduce en 4.231.966 viviendas liberadas de este pago también conocido como impuesto territorial. Es decir, las propiedades que lo pagan actualmente representan sólo un 23,2% del total de propiedades habitacionales del país.

Además, de acuerdo a los datos de la Tesorería General de la República, las cinco comunas que más aportan con contribuciones son Las Condes, Lo Barnechea, Santiago, Vitacura y Providencia. Es evidente: los beneficios de esta propuesta jamás estuvieron dirigidos a la clase trabajadora.

Pero eso no es todo. La medida republicana de eliminación del pago de las contribuciones va en sentido contrario a la equidad territorial que tanto necesita construir Chile, pues si dicho texto se aprobase, afectaría fuertemente Fondo Común Municipal (FCM). Este último está definido en el artículo 122 de la actual constitución como un “Mecanismo de redistribución solidaria de los ingresos propios entre las municipalidades del país" y es la principal fuente de financiamiento de los municipios chilenos para desarrollar su infraestructura, implementar programas sociales, áreas verdes, luminarias, alumbrado público y otros.

En detalle, según informan la Biblioteca del Congreso Nacional y el Servicio de Impuestos Internos, el FCM recibe el 60% de lo recaudado en las comunas por el impuesto territorial, con excepción de las comunas de Santiago, Providencia, Las Condes y Vitacura, las que aportan un 65% de su recaudación total.

Como ya lo planteé, la eliminación de las contribuciones sería un golpe duro para el Fondo Común Municipal, y con ello un daño profundo a las comunas más pobres del país y que dependen económicamente de dicho fondo en gran porcentaje. Reitero este punto porque, en el caso de aprobarse este texto, afectaría en gran medida a comunas del distrito 12, al cual represento.

Los números entregados por la Asociación Chilena de Municipalidades hablan por sí solos. En La Florida, cuyo alcalde es un vocero del “A favor”, los ingresos por el FCM equivalen a un 46,3% de los ingresos totales de la comuna. En el caso de La Pintana, esta dependencia del FCM en el último tiempo ha llegado a cifras como 85,8% y en Puente Alto de un 76,1%; San José de Maipo de un 42,3% y Pirque de un 22,8%.

¿Dónde quedarían los municipios de menores ingresos si se aprueba la actual propuesta? En momentos donde la ciudadanía exige más seguridad, mejoramiento de espacios comunes y mejor calidad de vida, la propuesta republicana responde con un slogan vacío al país y un ataque certero al financiamiento que tienen los gobiernos locales, solo para el beneficio de unos pocos. Votaremos 'En Contra' porque no podemos permitir tal retroceso, las comunas populares merecen justicia territorial, no repliegues que cristalicen la inequidad.